Los científicos ya saben que los esqueletos que han sacado de las fosas de la posguerra en Valencia son los que andaban buscando. En marzo empezaron la exhumación de la primera fosa en Benagéber; en julio iniciaron la segunda, que se encuentra en Albalat dels Tarongers. En total han identificado los restos de 17 personas que murieron a manos de la represión franquista en 1947. “Ahora les hemos devuelto los nombres”, expresó ayer Matías Alonso, coordinador del Grupo para la Recuperación de la Memoria Histórica. Además de haber constatado la identidad de los 17, el Grupo por la Memoria y Paleolab, el equipo de científicos que ha trabajado en la identificación de los huesos, desvelarán el contenido del informe forense de ambas exhumaciones el próximo lunes. De momento se sabe que los captores “se ensañaron” con los detenidos, explicaba ayer Alonso. El informe de Paleolab descubre cómo los represores tirotearon los brazos y las piernas de los detenidos. Miguel Garrido, uno de los familiares de los represaliados, contaba ayer que alguno de los fallecidos recibió hasta 30 disparos. Ahora, confirmada la identidad de los cuerpos, los familiares deberán decidir qué hacer con ellos, si dejarlos donde están y aceptar un monolito a modo de recordatorio o llevárselos a otro lugar. Garrido contó que a su padre se lo llevarán a Landete, para que descanse junto a su esposa. Trabajo previoLa Guardia Civil asesinó a nueve sospechosos en Albalat en 1947. Dos eran guerrilleros, los demás solo simpatizaban con la causa republicana. En Benagéber ocurrió algo parecido. Las huestes franquistas represaliaron a otras ocho personas y las enterraron sin indicativo alguno. “Ha sido necesario mucho trabajo previo para empezar las exhumaciones con garantías”, explicaba ayer Alonso. La forma de trabajar ha sido la siguiente: el Grupo para la Recuperación de la Memoria contactaba con los familiares; a su iniciativa y con los datos que se fueron obteniendo, concretaban el lugar donde debían buscar los restos. Luego hacía falta el permiso oficial. En el caso de Albalat consiguieron el favor de la diócesis y en Benagéber contaron con el apoyo del alcalde. Ahí entraba ya Paleolab. El Grupo por la Memoria, aseguró ayer Alonso, se encargará ahora de trazar el mapa de fosas de la región. “Hay entre 100 y 150 en toda la Comunidad Valenciana”, calculó.
ARCHIVADO EN: |
