José María Pedreño.
Foro por la Memoria.
José Mª Pedreño, 26 de julio de 2005.
Estimados compañeros/as y amigos/as del
movimiento por la memoria:
Desde aquí deseo solidarizarme con Pedro
Peinado y todos los compañeros y compañeras de “La Gavilla
Verde”. En primer lugar, entiendo que su trabajo no debe ser
puesto, en ningún momento, en duda. La Gavilla Verde ha sido una
organización que durante varios años ha conseguido poner en
marcha, siempre con grandes dificultades, unas jornadas que han
ayudado a extender y consolidar el movimiento. En segundo lugar,
entiendo que la envergadura del trabajo que realizan conlleva el
intentar poner de acuerdo y consensuar con decenas de personas
los contenidos y el desarrollo de las jornadas. Esta cuestión
provoca en muchas ocasiones que las cosas no se desarrollen a
gusto de todos. En tercer lugar, entiendo también que “La
Gavilla Verde”, aunque es una organización independiente e
ideológicamente plural, para llevar a cabo su trabajo se ve
sometida a una serie de servidumbres con poderes institucionales
que acotan los margenes políticos e ideológicos en los que la
asociación debe moverse para poder llevar adelante sus
proyectos.
En el estado español, como todos sabemos, las
subvenciones y la financiación son graciables (es decir, los
poderes facilitan subvenciones a las organizaciones que desean,
no en base a causas objetivas), lo que obliga a las
organizaciones como la “Gavilla Verde” -y nos ocurre a todas las
asociaciones por igual- a perder gran parte de su independencia
frente a los poderes públicos. Éstos actúan como auténticos
patrones desde el momento que facilitan el primer euro,
desvirtuando los proyectos de las asociaciones.
Aunque siempre hay cuestiones criticables,
siempre he valorado positivamente las jornadas que organizan los
compañeros de “La Gavilla Verde” que han sabido transformarlas
en un punto de encuentro y reflexión.
El punto realmente conflictivo es el homenaje
que se celebra el domingo. Si bien hay quien da más importancia
a las jornadas que a los homenajes, hay quien entendemos que la
memoria histórica conlleva no sólo el rigor histórico, sino que
además deben ser un instrumento de lucha y defensa de valores e
ideas que deben plasmarse también en homenajes.
El homenaje del domingo debe transformase en
un auténtico ritual antifascista, republicano y popular. La
servidumbre a la que los sectores más reformistas del PSOE,
gobernante en Castilla la Mancha y en el ayuntamiento de Santa
Cruz de Moya, someten a “La Gavilla Verde” han provocado que el
homenaje del domingo haya sido vaciado cada vez más de
contenidos políticos reivindicativos y llenado de cuestiones
cada vez más nostálgicas e institucionales. Se ha querido
transformar un día de lucha en un día de fiesta institucional.
Esto no tendría importancia si viviésemos bajo una república
democrática, popular y participativa, pero viviendo bajo un
régimen monárquico, representativo y poco participativo, con
partidos de izquierda desideologizados e integrados en el
sistema, supone un auténtico insulto a los luchadores
antifascistas.
Por esta situación, pienso que se debe dar
todo el apoyo posible a “La Gavilla Verde” para que exija al
ayuntamiento de Santa Cruz de Moya lo siguiente:
Que se cite a todas las organizaciones,
con tiempo suficiente, para decidir respecto al desarrollo
del homenaje.
Que se cambie el nombre del homenaje y,
en vez de denominarse “Día del Guerrillero Español” pase a
denominarse “Día de la Guerrilla Antifascista”.
Que se garantice la independencia de “La
Gavilla Verde”, respecto del poder institucional, en el
desempeño de su trabajo, incluso la posibilidad de ser
políticamente incorrectos, llegado el caso, si así es su
deseo.
Que entre todas las organizaciones
apoyemos el que “La Gavilla Verde” siga organizando las
jornadas que, dada su calidad, se han transformado en
referente y en patrimonio de todo el movimiento.
Que apoyemos a la “Gavilla Verde” para
que coordine todos los años el homenaje, teniendo en cuenta
al resto de organizaciones para evitar (cuestión siempre
difícil) descontentos de ninguna clase.
Un fraternal saludo a todos.
José Mª Pedreño.