El Campamento guerrillero de “Morrogorrino”. (Garcimolina, 20 de abril, 2019)
Salvador Fernández Cava
Había terminado 1947 con el asalto al Campamento
Escuela el 21 de diciembre. El año entrante, 1948, contemplaría la
reorganización del AGLA en una estructura más operativa, no tan
centralizada, retomando el pulso expeditivo cada Sector en su propia
área, y buscando, por pura necesidad, nuevos asentamientos seguros. Uno
de los grupos del 11º Sector tenía su base en el entorno de Salvacañete.
Al resguardo del rento de Santerón y no muy distante de lugares de
abastecimiento como El Mojón, Tormeda, el Acebillo donde se comenta,
oralmente, que en este rento a uno de sus habitantes los guardias lo
emborracharon para que cantara todo lo que sabía, y después de hacerle
hablar al día siguiente apareció muerto, y la Dehesilla donde vivía el
matrimonio de Gabriel Martínez y Consolación, naturales de Garcimolina,
que tenían cuatro hijos (Marfil, Amador, Carlos y Carmen) y eran punto
de apoyo. Este matrimonio fue torturado de mala manera delante de los
hijos y se los llevaron presos a Cuenca. Ya andaban por allí los famosos
cabos Siro y Motos. Otra aldea de Salvacañete donde también hubo
detenidos fue en Las Artigas (detenido alguien llamado Mariano), y
Portillo (Gil Yuste) dentro de la propia finca de Santerón, propiedad de
la familia Zafrilla de Algarra. También, por estas fechas la guerrilla
tiene contacto con los pueblos próximos de Vallanca, Algarra,
Salvacañete, El Cubillo, Garcimolina y Casas Viejas. Desde el Morro del
Gorrino coordinan su actividad. El jefe del campamento es “Valencia”, un
guerrillero incorporado a lo largo de 1947 desde la ciudad del Turia que
trabajaba en el Grao y vivía en el Cabañal. También pasan por este lugar
entre 15 a 16 guerrilleros: “Valencia”, “Negrín”, “Isidro”,
“Veterinario”, “Sastre”, “Bienvenido”, “Lorenzo”, etc., aunque en el
momento del asalto la mayoría habría salido de servicio. En algunos
listados a “Valencia” se le identifica como Felipe Mingarro Pérez. Sin
embargo Felipe Mingarro sería detenido el 29 de noviembre de 1948, en la
calle Goya, en la pensión de Consuelo Cercos Babiloni junto con Manuel
González Romero. También en el campamento se hallaban “José”,
“Bienvenido” (Mariano Luz Hernández, de Ademuz, apodado en el pueblo
como “El Raneta”. Mariano Luz era nieto del tío José el Alguacil, que lo
fue en Ademuz antes de la guerra. Parece ser que perteneció al SIM, ya
que solía hacer servicios de contraespionaje infiltrándose en el frente
nacional. Estuvo en la cárcel de Liria y fue condenado a muerte. Se fugó
cuando lo trasladaban a Valencia. Se unió al maquis en la segunda mitad
de 1947 en los pinares del Rodeno de Cuenca), “Isidro”, “Antonio el
Cojo”, “Sastre”, “Rufino”, Tomás (de Casa del Mojón), “Pedro” (de Casas
Viejas) y “Angelillo”. La mala suerte quiso que de una manera casual, al
tiempo que reiterada en sus inicios, esta base terminara siendo asaltada
el día 6 de enero por guardias tanto de los pueblos cercanos de Cuenca,
de Fuentelespino y de Salvacañete, como de Valencia, inclusive de
Cheste. Puesto del que resultará un guarda herido, donde en estos
momentos es jefe de la línea el teniente de Onteniente Vicente González
Pérez; y entre el grupo a su cargo tiene guardias de los pueblos
próximos, como el cabo Antonio Martínez Arias (Real de Montroy). Ambos
realizarán el informe del asalto al Cerro del Gorrino. La peor parte del
encuentro recaería sobre el jefe del grupo, “Valencia”, que resultó
muerto, y herido uno de los hermanos de Valdecuenca, Feliciano López
“Isidro”. Más que con la documentación hallada en el campamento, que no
fue poca, será a través de las declaraciones de “Isidro” con las que
fueron capturados 11 enlaces de los caseríos inmediatos. Se trata de
Apolinar Martínez Lizcano y diez personas más.
En el origen de este asalto está la detención previa
de “Negrín” en Vallanca. Había resultado herido en el asalto al
Campamento Escuela del mes de diciembre. Su herida del enfrentamiento de
Valdecuenca no curaba. “Valencia”, el 4 de enero, decidió que se le
trasladase hasta Vallanca para que lo atendiese el médico allí
residente, José Collado (natural de Alcalá de la Vega). Para este fin se
contacta previamente con los dos enlaces del pueblo, “Vidal” y “El
Francés”, quienes esperan a los guerrilleros a la entrada del mismo.
Hasta allí llegan al anochecer “Valencia”, “José”, “Sastre” (Nazario
Sáez Montero, natural también de Alcalá de la Vega, era amigo del médico
de Vallanca) y “Negrín”, “Bienvenido”, “Isidro” y “Angelillo”
acompañados de un chaval del rento de Santerón que había aportado la
caballería en la que se transporta a “Negrín”. Junto a unos corrales se
reunirán guerrilleros y enlaces de Vallanca, retirándose al poco los
primeros tras que “El Francés” y “Vidal” se hiciesen cargo del herido. A
la entrada del pueblo “El Francés” tomará una calle, para preparar la
puerta de su casa donde en la cámara tenían ultimada una alcoba
destinada como cobijo del herido y no tener que hacer ruido, pues no
había luz eléctrica en el pueblo. Mientras tanto, “Negrín” y el enlace
“Vidal” se adentraron por el camino del molino, lugar donde acababan de
posicionarse los civiles tras cenar en casa de un cacique del municipio,
y dentro de un servicio rutinario. El acompañante de “Negrín”, “Vidal”,
salió corriendo y pudo sortear los disparos de los apostados, sin
embargo “Negrín” fue detenido. Como decimos, lo enlaces que acompañaban
a “Negrín”, y que él no conocía, eran “El Francés” y “Vidal”. Al Francés
se le apodaba de esta forma porque había residido en París, donde tenía
un hermano, trabajando de albañil hasta 1935. En su casa, su esposa
bordaría el banderín del 11º Sector del AGLA, poniendo tales letras en
la bandera tricolor y también el rótulo de 5º Brigada Éste último, a
raíz del contratiempo sufrido se marcharía al monte, a pesar de que le
recomendasen que no lo hiciera, como no lo hizo “El Francés”, pues nadie
les había reconocido, y por lo tanto denunciado. Al ser tiroteados por
los guardias los enlaces del pueblo pudieron huir; como también el
chaval de Santerón y todos los guerrilleros excepto “Negrín” que estaba
impedido. Inmediatamente “Valencia” dio ordenes para desalojar el lugar.
Envió a “José” y a “Sastre” para que fuesen al campamento, y que
cogieran a “Antonio el Cojo” y con dos guerrilleros lo trasladaran a
Casas Viejas (seguramente al domicilio de “Pedro”). Tanto “Sastre” como
“Tomás” se quedarán en el campamento esperando a “Valencia” para
indicarle dónde se verían, pues “Valencia”, “Bienvenido”, “Angelillo” e
“Isidro” habían permanecido en los alrededores de Vallanca para saber
qué había sido de los enlaces y de “Negrín”. Sin embargo, a la cita con
“Sastre” tan sólo acuden “Bienvenido” y “Angelillo”, y no “Valencia” ni
“Isidro” que son los únicos que entran en el campamento e
irremediablemente al amanecer les sorprende el asalto. Precisamente “El
Francés” pudo trasladarse con su familia a Landete y rehacer su vida de
albañil sin mayor contratiempo. El jefe de la contrapartida del Rincón
de Ademuz, por estas fechas en el rento del Negrón, en Vallanca, se
había establecido una brigadilla de la Benemérita, reforzada durante un
tiempo con una compañía de soldados, el brigada Pedro Merino Izquierdo,
narrará el asalto:
“En la campaña contra el bandolerismo, estando el
que relata de jefe de grupo móvil en el Rincón de Ademuz, y como
consecuencia del asalto por fuerza del grupo al campamento de
bandoleros efectuado en el lugar denominada El Rodeno, término de El
Cuervo, Teruel, un bandolero que resultó herido intentó visitar el
pueblo de Vallanca, Valencia, para ser asistido por el médico, según
confidencia recibida, por lo que dispuso el servicio que dio como
resultado la captura del mismo. Mediante un hábil interrogatorio se
vino en conocimiento del campamento ubicado en el Monte Gorrino,
término de Salvacañete, Cuenca, por lo que el día 6 de enero de 1948
por fuerza del grupo móvil del Rincón de Ademuz, puesto de Ademuz y
Torrebaja, al mando del teniente González y sirviendo de guía el
bandolero capturado asaltaron el citado campamento, resultando en la
refriega el jefe muerto conocido por “Valencia II” y dos bandoleros
más heridos. Por parte de la fuerza resultó un guardia herido en el
pecho. Se les ocupó esquemas e instrucciones sobre las maneras de
proceder en las voladuras de puentes y vías férreas, 2.000 pts., un
billete de banco, una cartera estuche conteniendo lapiceros,
petardos y un escrito a máquina en el que el jefe del Sector de
Levante daba instrucciones al de Valencia para que asaltara la casa
del alcalde de El Cuervo, y matara a él y a su familia y después
prendiera fuego a la casa. También se les intervino armas y
municiones”.
El guerrillero herido, trasladado hasta el campamento
cercano a Salvacañete desde el Rodeno era “Negrín” (Victoriano Pradas
Martínez, de Valdecuenca, de 49 años), en su pueblo conocido como “Pitián”.
No sólo hubo que trasladar a “Negrín”; también, y en este caso por
enfermedad, a “Antonio” el de Teruel. “Negrín” vivía en la masía de
Ligros, y desde ella suministraba en su macho a los guerrilleros. La
última vez que realizase este servicio sería precisamente el día del
asalto al Campamento Escuela. Al encontrarse entre dos fuegos resultaría
herido y tuvo que abandonar la caballería. Tras su detención en el
apostadero de Vallanca, el guardia Gregorio Correcher Gómez informará
rápidamente al puesto de Ademuz hasta donde se le llevará para tomarle
declaración y en pocas horas se prepara la toma de la base del Cerro del
Gorrino, de la que las fuerzas atacantes conocerían incluso la
contraseña de entrada que les facilitaría el propio “Negrín”: “Cuando
alguien quería entrar al campamento, a unos cien metros del mismo
principiaban a aullar como si fuera un perro o un lobo y los del
campamento, digo, el centinela contestaba de la misma manera, y entonces
el que adelantaba y el que esperaba, simultáneamente los dos a la vez,
hacían ruido con la boca, bastante acelerado cual el que se hace al
colocar saliva entre los dientes y la boca semi cerrada, y con la lengua
se absorbe hacia dentro”.
A las dos de la mañana había salido la fuerza
concentrada en Ademuz, de manera que al amanecer ya estaba situada en el
entorno de las cuatro cabañas que componían el campamento, siendo ésta
una de las primeras ocasiones en las que guardias de una Comandancia
actúan en la demarcación territorial de otra. Sin embargo, dada la
espesa niebla hubo de retrasarse el asalto hasta bien pasadas las ocho.
El emplazamiento había sido desocupado por la noche, de manera que tan
sólo dos guerrilleros quedaban en él: su responsable “Valencia”, que
resultaría muerto en la puerta de una de las chabolas no sin antes herir
al guardia Bernardo Calafell Juan; e “Isidro” que, también herido, se
entregaría. En el campamento se recogería el armamento de los dos
guerrilleros, fusil Maussini y pistola Star, diversas bombas y material
para fabricarlas, sobre todo cartuchos de dinamita, seguramente de los
sustraídos en el polvorín de Libros, munición para los fusiles, etc. En
la mochila de “Valencia”, tabaco, nueces, ropa, un reloj marca Pamap, un
billete de quinientas pesetas, una fotografía de una mujer y de una
niña, y otra con otra mujer y dos niñas. También se halló en el registro
del lugar una numerosa documentación que indudablemente parece provenir
del Campamento Escuela: relación de gente que ha pasado por el
campamento, posiblemente enlaces de Tramacastilla, Royuela, Torres,
Noguera y Guadalaviar, propaganda y normas de uso de explosivos, cuentas
del campamento, programa de la escuela, una bandera republicana, y tres
mapas Michelín. “Valencia” tenía el pelo negro, abundante, ojos pardos,
bigote recortado (por lo que nos inclinamos a identificarlo con otro
apodo de entonces, “Bigotes” (que subió al monte con “Gabardina”), y
sería enterrado en Ademuz. La lista de guerrilleros, o “Lista del
personal que hay en el campamento” (posiblemente referida a los que se
hallan en el Campamento Escuela es la siguiente: “Pepito”, “Grande”,
“Frasquito”, “Valencia”, “Ventura”, “Tito”, “Angelillo”, “Ángel”,
“Jalisco”, “Antonio”, “Bernardino”, “Carlos”, “Eduardo”, “Víctor”,
“Rafael”, “Lorenzo”, “Tomás”, “Rufino”, “Mateo”, “Vicente”, “Ceferino”,
“Isidoro”, “Luis”, “José”, “Alejandro”, “Montesinos”, “Pedro”, “Sastre,
“Juan”, “Olegario”, “Tarzán” y “Dedé”, y en servicio “Vitini” y
“Bienvenido”.
Las declaraciones de “Isidro” completaron las de
Victoriano Pradas y a su vez sirvieron para asaltar otro campamento
cercano, también del Sector 11º. En él se hallaba el núcleo de mandos
del mismo: “Grande” y “Luis”. La operación de la GC fue en este caso,
como en muchos otros, efectiva a medias. Consiguió dar muerte a un
guerrillero identificado como “Daniel” cuando iba a montar la guardia
con “Arturo”, pero éste último y el resto de compañeros pudieron huir.
La sorpresa del asalto, la disponibilidad del operativo y los medios
materiales empleados en cuanto a armamento se refiere, posibilitaba
hasta casi por azar estas muertes. Los guerrilleros, sin embargo, ya a
estas alturas sabían cómo desaparecer entre las luces de la madrugada y
mantenerse agazapados en determinados matorrales espesos hasta el
anochecer. Sólo en contadas ocasiones, también por azar, o por
perseverancia de algunos números con ganas de medallero y galones, se
dará más de una baja entre la guerrilla. El asalto a esta base el día 11
situada en el Cerro de la Campana, próximo a otros montes como la Loma,
Cerro Cabezo y el Vado de Zafra, en la provincia ya de Valencia, lo
realizaron fuerzas de la 134 Comandancia, en labores de control de los
límites provinciales. Desconocemos el nombre real de “Daniel”,
probablemente natural de los pueblos del interior (tal vez de Benaguacil),
que ejercía las labores de cocinero en el campamento. Los guerrilleros,
desde aquí, se retirarían hasta el Pico de Ranera habilitado a partir de
ahora como base del Sector durante un par de meses. Entre los que
salieron sin problemas de la lluvia de balas se encontraban “Grande”,
“Matías”, “Rafael”, “Luis”, “Ceferino”, “Bartolo”, “Arturo”, “Chato de
Losa” que se perdería y sería detenido en la masía Casa del Cura de
Tuéjar el día 15 de febrero por una dotación de cuatro guardias y el
brigada jefe del Servicio de Información de la 134 Comandancia,
Bienvenido Peris Lorente. En Pico de Ranera se encontrarían con la
sección guerrillera allí establecida, con “Chaval” como jefe del
campamento, “Lorenzo”, “Veterinario”, “Tomás el del Tormón” y “Carlos”.
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