Señores presidentes,
si tenéis ojos en la cara,
si tenéis baños y espejos,
miraos en ellos.

Mirad Basora y Bagdad
cubiertas de pus y sangre,
Mirad la raíz y el fruto
del olivo seco y solitario.

Mirad toda mi tierra,
una charca y una balsa,
un mar y un océano
de sangre y de llanto.

Mirad los ojos, ¡los ojos!.
¡los mil ojos de mis niños!.
Miradlos, canallas.
Miradlos, crápulas.

Mirad la sangre por las calles,
mirad las rosas ensangrentadas,
y la sangre brotando de los rosales,
os diría hoy Pablo Neruda.

Mirad el vómito y las heces
de vuestros cuarteles
generales ¡sapos iscariotes!
os diría hoy León Felipe.

Os creéis ser dioses,
dueños de la ciencia
y dueños de la técnica,
y sólo sois los dueños:

De los escarabajos,
de la mierda y de la nada.
De la mierda y de la nada,
de la mierda y de la nada.

Sólo los pueblos libres
son dueños de la tierra
del fuego y del aire,
del agua y la esperanza.

Sólo los pueblos libres
son dueños de su vida,
los dioses sin vasallos,
no sois nadie, no sois nada.

Os creéis ser muy valientes y cultos,
170 de coeficiente de inteligencia,
Y sois gusanos de barracón de feria,
los mayores criminales del siglo XX.