Sábado, 21 de abril de 2007
Monroyo
Sigue pendiente la exhumación de los restos de fusilados tras la
guerra
El alcalde dice ahora que aún no ha hablado con los concejales sobre el tema
M.S.T. / Alcañiz
El Ayuntamiento de Monroyo todavía no ha decidido si permitirá la
exhumación de los cadáveres de cuatro personas que fueron represaliadas
durante la posguerra civil española y que, supuestamente, se encuentran
enterradas en la zona vieja del cementerio de Monroyo, según reclaman
los familiares que les buscan desde hace años.
Adolfo Pastor, miembro de la asociación La Gavilla
verde, organización a través de la cual las familias de desaparecidos
reclaman el desenterramiento de los restos de sus antepasados, denunció
que el Ayuntamiento de Monroyo sigue sin responder a la sucesivas
instancias enviadas por los familiares de las víctimas. Asimismo, desde
el gabinete del Justicia de Aragón, desde donde también se instó al
Consistorio a determinar en el cementerio viejo la localización de los
desaparecidos, señalaron que no han recibido respuesta al escrito
remitido hace meses.
El alcalde de Monroyo, Andrés Cros, reconoció ayer
haber recibido la petición por escrito de La Gavilla Verde en la que,
como había reclamado previamente el Ayuntamiento, se delimita una zona
de varios metros cuadrados en el cementerio viejo donde supuestamente
están enterradas las cuatro personas de La Ginebrosa y Aguaviva (dos
mujeres y dos hombres) que buscan sus familias. Sin embargo, Cros dijo
desconocer la respuesta que darán a las familias: “es una cuestión por
la que el equipo de gobierno ni se ha reunido ni ha tratado todavía”, a
pesar de que hace cuatro años que las familias se pusieron en contacto
con el Ayuntamiento. En este sentido, indicó que “antes de remover la
tierra veremos si se les autoriza únicamente a utilizar un georadar para
que determinen si existen restos enterrados.
Así las cosas, el primer edil se sacó de la manga un
nuevo argumento para cuestionar la idoneidad de la exhumación: “si en
lugar de cuatro cadáveres salen siete, qué haremos con los restantes que
nadie reclama”, se preguntó.
Se busca a dos mujeres y a dos hombres
Los familiares de cuatro personas desaparecidas de la
cárcel de Alcañiz en 1947 (tres de La Ginebrosa y una de Aguaviva)
aseguran que sus antepasados están enterrados en una fosa común del
cementerio viejo de Monroyo, a donde fueron trasladados sus cuerpos tras
ser fusilados en la carretera Alcañiz-Morella. Las familias basan sus
aseveraciones en testimonios que, en su día, les aseguraron que la tumba
se encontraba junto a la tapia, a la izquierda de la puerta vieja. Las
personas a las que se busca se llamaban José Mir, Josefa Bayod, Aurelio
Boj y Aurora Piñana. Hace cuatro años que los familiares de los
desaparecidos establecieron contacto con el Ayuntamiento de Monroyo, con
objeto de solicitar la autorización para realizar la exhumación. Donde
se encuentra la fosa común no existe ningún otro enterramiento
posterior.
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