Queridos Adolfo, Pedro, todos los presentes este 11
de abril en Monroyo, sin olvidar a Manuel Polo y todos los otros.
Quisiera deciros muchas cosas pero como os habréis
dado cuenta me es difícil explicarme en castellano, lo más difícil es
decir los sentimientos.
Este día juntos fue algo excepcional. Fue un día
lleno de todos los sentimientos que una persona puede sentir.
Sentimientos de tristeza, de alegría, de satisfacción, de pena, de
rabia, bueno, miles más, pero yo creo que lo mas importante fue que se
reconoce lo que existió; se reconoce que allí estuvieron nuestros seres
queridos y que por fin se cierre una herida siempre abierta.
Este día el tiempo, aunque no permitió que todos los
que querían llegasen allí, fue para mí como un mensaje que nuestros
queridos nos mandaron. Había allí una atmosfera de SERENIDAD que es lo
que por fin, gracias a vosotros allí hemos encontrado. Qué cosa esta
nieve justo ese día, justo a esas horas, además con tanto frio, y que
raro que todo desapareció al momento de salir al fin de la tarde de
Monroyo !!! Ese otro 11 del Noviembre 1947 también tenía que hacer frio
muy de mañana por la madrugada................
Queridos todos los que de cerca o de lejos, todos los
que habéis participado a que este día pasado llegue por fin, que sepáis
que siempre os guardaré en mi corazón, que sepáis que nunca os diré
bastante GRACIAS, ese día era domingo de pascua, vosotros allí
presentes, dejasteis a vuestras familias para estar con nosotros, esto
es una cosa que solo las personas con un corazón como el vuestro con una
abnegación ejemplar nos habéis regalado. Todo esto no tiene precio. Solo
personas que han conocido este sufrimiento pueden dar lo que nos
disteis, y a condición de tener un corazón como el vuestro.
Para todos vosotros que la lucha que lleváis, lucha
justa y generosa tenga el éxito que merece.
Un abrazo para todos
Conchita Mir de Aguaviva
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