Por fin ha llegado el día.
La familia, especialmente su hija Enriqueta no ha dejado de luchar ni un
momento durante toda su vida.
Han tenido que luchar sobre todo contra las autoridades del ayuntamiento
de Talavera, y de manera especial contra la posición injusta, ilógica,
inhumana del archivero, cuyo nombre no quiero ni recordar.
La Gavilla Verde desde el momento que recibió la solicitud, al pie del
monumento en la Atalaya de Santa Cruz de Moya, ha estado al lado de la
familia Mateo Horcajuelo, en todo momento. Visitas, llamadas, escritos,
también en dos ocasiones a la defensora del pueblo, a cuyo
requerimiento, las antedichas autoridades de Talavera hicieron oídos
sordos.
En los últimos tiempos se ha unido Podemos, miembros de la dirección,
también Pablo Iglesias. Hasta han corrido con los gastos, cuyas ayudas
nos negaron en Castilla La Mancha, en el Gobierno central y en todas las
demás instituciones, excepto ellos y una mínima colaboración por parte
del Ayuntamiento de S Bartolomé de las Abiertas, pueblo de Enrique.
Llegado el momento, cuando por fin, todos unidos, hicimos doblegar la
posición del ayuntamiento, el 14 de noviembre de 2018 empezaron los
trabajos de exhumación que dieron por resultado el hallazgo de los
restos de Enrique confirmados con la posterior prueba de ADN. El cadáver
de Enrique se hallaba en el punto justo donde indicaba su hija desde el
primer momento. Más de uno pienso que debió agachar la cabeza ante la
evidencia, aunque su falta de humildad les haya hecho enmudecer, en vez
de pedir disculpas ante su cerrazón, especialmente entre personas de
Talavera. Enrique no se hallaba en la fosa común con muchos otros sino
en el barranco donde lo habían arrojado junto a otro que fusilaron con
él en la madrugada de aquel 17 de Octubre de 1942.
Ayer, 27, Manuel Polo, de Paleolab, llevó la urna con los restos de
Enrique hasta la casa de su hija en Burjassot.
Hoy, 28 de Mayo, lo hemos reinhumado.
Malos días estos, por los tremendos resultados de las elecciones del 26
para Podemos.
He salido en tren, desde Barcelona, a las 7 de la mañana.
No eran las once cuando he llegado a la casa de Enriqueta. Abrazos
emocionados. Visita a la urna de Enrique, rodeada de flores y cubierta
por la bandera republicana que firmamos en Talavera cuando la
exhumación.
En la corta charla, ya nos enteramos que no vendrán todos los de
Podemos, sólo alguno de Valencia.
Pasadas las once y media, salimos con la urna, en dos coches, hacia el
cementerio.
En la puerta del cementerio encontramos bastantes personas amigas.
Miguel, el nieto que junto a su madre ha luchado sin descanso, es, en
estos momentos, es el maestro de ceremonias.
Allí se encontraba también Pepe Gorgues, el Presidente de La Gavilla y
algún representante de Paleolab aunque la mayoría están trabajando en la
fosa del cercano cementerio de Paterna.
Nos trasladamos hasta el lugar del nicho donde se hallan los restos de
Valeriana, la mujer de Enrique.
Palabras emocionadas y reivindicativas de Miguel... “La mayoría de los
que hubieran votado a las izquierdas siguen en las cunetas...”.
Yo he podido repetir las palabras que dije en el acto de homenaje de mi
padre en aquel ya lejano 2003. “El recuerdo hace vivir a nuestros seres
queridos...”.
Txema y otros amigos toman la palabra. También la representante del
Ayuntamiento de Burjassot.
Un largo “Silencio” ha sido interpretado por un excelente trompetista,
mientras los operarios abrían el nicho, depositaban en él la urna con la
bandera republicana y ramos de flores, y lo volvían a tapar.
Las palabras de agradecimiento, enérgicas y emocionadas, de Enriqueta
han puesto fin al acto.
Por fin Valeriana y Enrique descansan juntos en la paz de ese cementerio
que guarda los restos de tantos y tantas luchadoras y luchadores, no muy
lejos del de la vecina Paterna lleno de fosas comunes que guardan los
restos de tantos fusilados.
Deseamos y exigimos, apoyados en las leyes humanas y recomendaciones de
la ONU, que las autoridades las cumplan, NO DEJEN PASAR MÁS
TIEMPO Y LLEVEN A CABO LA VERDAD, LA JUSTICIA Y LA REPARACIÓN DE TODOS
LOS CASOS QUE SIGUEN ESPERANDO.
Reinhumación de Enrique Horcajuelo Ramos.
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Reinhumación de Enrique Horcajuelo Ramos
Mientras los operarios abrían el nicho, un largo “Silencio” ha sido
interpretado por un trompetista, después, depositaban en él la urna con la bandera
republicana y ramos de flores, y lo volvían a tapar.
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