SARA
VELERT | Valencia | 13 NOV 2008 |
Dos asociaciones piden ampliar la investigación de fosas en Valencia
Fila tres, letra F, en la sección cuarta
izquierda. Son las coordenadas de la fosa del cementerio civil
de Valencia donde yacen los restos de Teófilo Román Alcorisa,
detenido en Santa Cruz de Moya (Cuenca) en 1947 por las
autoridades franquistas y enterrado en una sepultura colectiva
tras pasar por un cuartel. Su familia quiere darle un entierro
digno junto a su esposa, fallecida sin haber podido visitar la
tumba de Teófilo. Los tres hijos que aún viven -uno de ellos ex
guerrillero del maquis- no conocieron el paradero de esta
víctima del franquismo hasta hace dos años, cuando con ayuda de
la fundación Societat i Progrés hallaron su nombre y la causa de
su muerte -supuesto suicidio- en el registro del cementerio.
Ayer contaron emocionados su historia junto a
otros familiares de represaliados de la dictadura en un acto
convocado por el grupo de la memoria histórica de Societat i
Progrés y por la asociación La Gavilla Verde. Estas entidades
anunciaron su personación en la causa abierta por el juez
Baltasar Garzón en apoyo de las peticiones de investigación de
una docena de familias que viven en Valencia. Algunas, como la
de Teófilo, saben dónde están sus muertos, pero otras sólo
tienen pistas de sus desaparecidos en fosas clandestinas o
cementerios valencianos, de Barcelona, o la provincia de
Albacete, como es el caso de Vicenta Flores, que a sus 74 años
sigue sin encontrar a su padre, detenido en 1939 en
Villarrobledo.
Matías Alonso, de Societat i Progrés, explicó
que pedirán audiencia a Garzón para explicar estos casos
concretos y también que el grupo de expertos nombrado por el
juez amplíe la investigación de las fosas del cementerio de
Valencia a la zona civil y a otra sepultura colectiva en la que
se sospecha que hay fusilados sin registrar. Hay familiares que
quieren llevarse los restos, y muchos sólo pretenden “la
restitución de su dignidad” con un memorial. Alonso recordó que
el Ayuntamiento del PP ha destruido fosas al construir nichos.
Tanto Alonso como Pedro Peinado, presidente
de la Gavilla Verde -que ya ha exhumado fosas en Cuenca y
Teruel- hicieron hincapié en que se personan de la mano de las
familias y para apoyar un proceso que dé una respuesta rápida a
un colectivo “de personas mayores que llevan mucho tiempo
esperando”. Ambos se desmarcaron del Fòrum per la Memòria del
País Valencià, que reclama la apertura de fosas de Valencia en
las que se enterró a más de 23.000 personas en los años de la
represión. “No todo el que murió durante el franquismo murió por
el franquismo”, apuntó Peinado.
Sea declarado competente o no Garzón para
continuar el proceso, la búsqueda de represaliados “ya no la
para nadie”, recalcó Peinado. La Ley de la Memoria Histórica,
entre otras, lo permite, aunque esa vía sea más lenta, por lo
que las entidades reclamaron el apoyo del Estado para abordar
una tarea “que se desborda” y que en 2009 se centrará en la
investigación de fosas en Benagéber, Albalat dels Tarongers,
Portaceli, Alpuente, Paterna, Toledo y Cuenca.
* Este artículo apareció en la edición impresa del
Jueves, 13 de noviembre de 2008 |
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