EUROPA
PRESS | Valencia | Actualizado 24/03/2010 |
Uno de los familiares identifica a su padre tras comparar una prótesis dental que conservaba desde hacía 70 años
El grupo de forenses y arqueólogos Paleolab, que ultima la
exhumación de los cuerpos de las víctimas del régimen franquista
enterradas en una fosa común del Cementerio Municipal de
Benagéber (Valencia), iniciará la semana próxima los análisis
antropométricos (signos físicos) y genéticos que determinarán
las identidad de los cadáveres de ocho personas fusiladas en
1947, dos guerrilleros y seis trabajadores del pantano del
municipio.
Así lo indicó hoy a Europa Press el portavoz
del Grupo para la Recuperación de la Memoria Histórica, Matías
Alonso, tras presentar en rueda de prensa los resultados sobre
la localización de la fosa a los familiares de las víctimas e
informarles sobre el protocolo de actuación, una vez finalizada
la exhumación de los cadáveres.
Según explicó, los pasos que seguirán a
partir de ahora serán concluir la excavación y recuperación de
los cuerpos, un trabajo que durará un par de días, pues debe
realizarse “de forma urgente” para que las lluvias e
inclemencias del tiempo no deterioren los restos. En segundo
lugar, se llevarán a cabo los análisis físicos de los cadáveres
y de ADN.
Este proceso puede durar meses cuando no se
logra identificar los cuerpos con el análisis de los signos
superficiales y hay que realizar un estudio genético.
Precisamente hoy, tras mostrar a los familiares la ubicación de
la fosa, un hijo de los represaliados fue capaz de identificar a
su padre tras comparar una prótesis dental que conservaba desde
hacía 70 años con la dentadura de los cuerpos.
Una vez identificadas las víctimas, el
Ayuntamiento de Benagéber entregará los restos a los familiares
que los hayan reclamado para que los entierren donde consideren
oportuno y en la fosa común se guardarán los cuerpos no
reclamados y se levantará un memorial para dignificar a las
víctimas. Probablemente, señaló Matías Alonso, un monolito de
piedra recordará el lugar “donde fueron enterrados los
asesinados por el régimen franquista”, aunque es una decisión
de los familiares, apuntó.
El representante del Grupo para la
Recuperación de la Memoria Histórica aseguró que varios de los
familiares se “derrumbaron” tras comprobar los signos de
“tortura y ensañamiento” que mostraban alguno de los
cadáveres. No obstante, Alonso aclaró que la exhumación de las
víctimas “no debe tratarse como un tema político, sino
humano”. “No se trata de muertos en la Guerra Civil, sino de
los hijos, que sufren un problema del que no son culpables”,
subrayó.
MAPA DE LAS FOSAS DE LA COMUNITAT
En este sentido, pidió a la Administración
autonómica que “colabore” con la exhumación porque, en su
opinión, “no es humano que sean los familiares los que tengan
que dar todos los pasos para poder enterrar a sus familiares
muertos”. Además, reclamó a la Generalitat que elabore un mapa
de las fosas de la Comunitat, tal y como marca la Ley de la
Memoria Histórica, y destacó el papel del alcalde de Benagéber,
Rafael Darijo, por ser el primer edil de esta autonomía en
aplicar la Ley.
Asimismo, Alonso comentó que con esta
exhumación se demuestra que en la Comunitat también hay fosas
comunes de represaliados del franquismo y, por tanto, esta
autonomía “no está limpia, como dicen algunos”. A este
respecto, enumeró algunas de las fosas situadas en otras
localidades valencianas, cuyos trabajos de documentación y
trámites han terminado, sólo a la espera del permiso de los
ayuntamientos.
En esta situación se encuentra una tumba del
Cementerio Civil de Valencia. En estos momentos, según dijo,
están “a la espera” de la autorización del Ayuntamiento para
exhumar una fosa que guarda cinco o seis cadáveres, entre ellos,
el cuerpo del padre de un guerrillero buscado por el régimen que
fue asesinado en 1947 por no delatar a su hijo. También están
pendientes de la autorización del consistorio de Albalat y del
de La Pesquera, municipio conquense fronterizo a Valencia.
Además, están en fase de estudio ocho o nueve posibles fosas más
en la Comunitat.
Al acto asistieron, además de Matias Alonso,
el alcalde de Benagéber, Rafael Darijo, el presidente de La
Gavilla Verde, Pedro Peinado, el representante del Grupo de
Búsqueda de Desaparecidos LGV, Adolfo Pastor, así como
familiares de la víctimas y el responsable del grupo de forenses
y arqueólogos Paleolab, Manuel Polo.
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