LA GAVILLA
VERDE, LA RECUPERACIÓN DE LA MEMORIA, LOS DESAPARECIDOS Y EL AUTO
DEL JUEZ BALTASAR GARZÓN
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A partir de la creación de La Gavilla Verde y especialmente tras Las I Jornadas EL MAQUIS EN SANTA CRUZ DE MOYA, CRÓNICA RURAL DE LA GUERRILLA ESPAÑOLA, MEMORIA HISTÓRICA VIVA, celebradas el 29 y 30 de Septiembre del 2000 y las posteriores celebradas cada último fin de semana de Septiembre, familias de personas represaliadas y hechas desaparecer por el franquismo empezaron a solicitar nuestra ayuda en la búsqueda de sus seres queridos. La Gavilla Verde, siempre con los oídos abiertos a las llamadas de las personas de los pueblos de la Sierra que tanto sufrieron las consecuencias de aquella horrible dictadura, no dudó en crear una Secretaría que canalizara las voces que se iban despertando a pesar del miedo que todavía atenazaba las gargantas de muchos y pusiera en práctica nuestro apoyo, aun sin contar con ayuda alguna. Nació así: DESAPARECIDOS de La Gavilla Verde. El proyecto DESAPARECIDOS, dentro del proyecto General de nuestra Asociación en cuanto a la recuperación de la Memoria Histórica, tiene como objetivo ayudar a las familias en la recuperación de las personas represaliadas y/o desaparecidas por el franquismo a causa de su implicación en la lucha contra la dictadura en defensa de la libertad y la justicia: Recuperación de sus restos y de su memoria. La primera ayuda que podíamos prestar, contando únicamente con nuestra voluntad y altruismo, fue acoger a las familias. Que se dieran cuenta de que no estaban solos y que sí se podía hacer algo, especialmente cuando constatábamos el pesimismo y el miedo que todavía atenazaba a muchos; miedo y pesimismo reales por las circunstancias que habían vivido desde el mismo momento de la desaparición de su ser querido. Ofrecimos nuestra Web para dar a conocer al mundo aquellas personas, desparecidas y olvidadas durante demasiados años, arrojadas en fosas cuya ubicación muchas veces era desconocida. La familia de DESAPARECIDOS iba creciendo día a día. La lista de seres queridos iba aumentando en la Web. Nuestra labor se iba extendiendo y junto a las familias íbamos investigando sobre lugares de fosas, en archivos, en ayuntamientos, entre los testimonios que, a veces, a hurtadillas, íbamos encontrando. Nuestra ardua labor se llenaba de esperanza y eran una gran compensación emocional, las palabras de Santiago, el hijo de “El Pena”, guerrillero del 5º Sector cuando, con lágrimas en los ojos nos decía emocionado: “¿De verdad sabéis dónde está enterrado mi padre? ¿De verdad podremos recuperar sus huesos?”. Nuestro Proyecto cumple una labor social fundamental, ya que todas aquellas personas desaparecidas merecen la recuperación de sus restos y de su honor, su inhumación definitiva y homenaje; y sus familiares por sí solos no poseen las capacidades que esto requiere. Para eso trabajamos mientras el estado NO se haga cargo. A la búsqueda desesperada de familiares se unió una circunstancia dramática que hacía acelerar nuestras actuaciones. Constatábamos que muchos familiares eran de edad avanzada, y también lo eran, los testigos que nos podían ayudar en la búsqueda de fosas o datos, imprescindibles en muchos casos, pues también los nombres han desaparecido de los archivos o no han llegado a estar en ellos. Cada vez van quedando menos. También los familiares que nos solicitan ayuda van desapareciendo: Maximina, la primera persona que nos solicitó ayuda para la recuperación de su tío, Jesús Sevilla, de Abia de la Obispalía (Cuenca) falleció sin ver realizada su ilusión de recuperar sus restos y enterrarlo junto a sus padres. Sin esperar nuevas leyes, sino siguiendo la ley más importante de todas que es la de la solidaridad, la justicia y la libertad por la que lucharon las personas que ahora nosotros buscábamos, y con las leyes que teníamos a mano, solicitamos Subvención al Ministerio de la Presidencia, según ley de 26 de Enero de 2006. No fue fácil, pero al final, la conseguimos. El paso siguiente que era la exhumación, identificación, entrega a los familiares, inhumación definitiva y homenaje, no lo podíamos llevar a cabo nosotros solos; por eso, a la gran familia de DESAPARECIDOS se unió un equipo de especialistas, El GRUPO PALEOLAB, a cuyo frente estaba trabajando y con experiencia reconocida en exhumaciones en países sudamericanos, el Dr. Manuel Polo, de la Universidad de Valencia. Una vez concedida la subvención por parte del Ministerio de la Presidencia, empezamos lo que hacía años todos estábamos esperando, especialmente las familias: las exhumaciones de las tres primeras fosas, en Villarejo de la Peñuela (Cuenca), Fuertescusa (Cuenca) y Monroyo (Teruel). Con suerte y circunstancias muy diversas, pues en Monroyo tuvimos un resultado negativo, al no encontrar restos en el lugar donde se encontraba la fosa. Posiblemente se encuentran en el Valle de Los Caídos. Otra circunstancia negativa fue la muerte de Marina, otra de las primeras personas que solicitaron nuestra ayuda, sin ver los resultados de nuestra actuación en el cementerio de Monroyo y la de Rufino, que después de tantos años luchando, sí pudo recuperar los restos de su hermano en Fuertescusa, pero no pudo llegar a su inhumación y homenaje porque murió la víspera. Llevamos a cabo la entrega de restos y acompañamos a los familiares en los actos de homenaje. Especial importancia para nosotros fue la inhumación de José Argilés, “Manolete”, en el cementerio de Higueruelas, aldea de Santa Cruz de Moya, sede de La Gavilla Verde, donde había nacido y vivido hasta su ingreso en la Guerrilla. Estamos en el año 2008. Desde aquel lejano 2000, año tras año, se han seguido realizando las Jornadas en Santa Cruz de Moya. La labor de La Gavilla Verde en la recuperación de la Memoria Histórica ha traspasado fronteras y es por todos reconocida. Siguen llamando familiares en busca de ayuda a DESAPARECIDOS. Seguimos con nuestros oídos abiertos. La lista en nuestra Web no cesa de aumentar. Continuamos esperando que sea el Estado el que se haga cargo de esta labor. Pero mientras esto llega, no podemos ni queremos abandonar a las familias y nos urge la mucha edad de los pocos testigos y de muchos familiares. Tenemos preparadas más fosas y estamos acabando de preparar otras. Pero seguimos necesitando dinero que ha de venir del estado. Por lo tanto también estamos esperando que se abran nuevos plazos para solicitar Subvenciones. Las fosas próximas a exhumar, a las que seguirán otras, son las situadas en:
Como anteriormente hemos dicho no hemos necesitado a ningún estamento oficial para llevar a cabo nuestras investigaciones y nuestros trabajos ni hemos necesitado nuevas leyes, sino las humanas y las de conciencia pero, a pesar de sus defectos, bienvenida ha sido la llegada tardía de La Ley de La Memoria Histórica, aunque esta ley no ha servido en todos los casos, como en la exhumación de la fosa de Monroyo (Teruel), donde no ha servido de nada, ni las leyes anteriores ni las leyes internacionales, pues hay dos personas de ese pueblo que están al frente del consistorio y que se han saltado todas las leyes a la torera y, lejos de ayudarnos, nos han puesto toda serie de trabas, no sólo a la realización de la exhumación, sino a la entrada en el recinto del cementerio, (del cual parecen ser los dueños), incluso para que los familiares lleven a cabo la colocación de un monolito que sigue esperando en casa de uno de los familiares. Este hecho dramático, nos ha demostrado que estamos en el buen camino y que verdaderamente las leyes que hay que seguir sobre todo son las que dicta la conciencia y el corazón de las personas, especialmente para realizar esta labor tan humana que lleva a cabo, desde su creación, La Gavilla Verde y su Secretaría de DESAPARECIDOS. Seguiremos este camino mientras nos queden fuerzas, siguiendo el ejemplo de aquellos que lucharon por la libertad, la justicia y la solidaridad y que son los que ahora estamos buscando porque alguien, en aquellos tristes años, quiso hacerlos desaparecer. Y lo seguiremos haciendo, a pesar de otros que todavía actualmente quieren que continúen desaparecidos… Pero saben que no podrán porque las personas no mueren mientras viven en el corazón y la memoria de sus seres queridos. Antes de acabar: Un comentario a la aparición del auto del Juez Baltasar Garzón. La constatación de la bondad de este auto, se verá con los resultados. Pero aún sin esperar, desde mi posición al frente de DESAPARECIDOS, ya ahora constato que ha despertado conciencias todavía dormidas o personas increíblemente amordazadas por el miedo. Y esto es ya muy positivo. Bienvenido el auto de este Juez, (del que yo me siento muy lejos de poder criticar) si, cuanto antes, todos los familiares de todos los desaparecidos de toda España pueden por fin realizar sus esperanzas: recuperar sus seres queridos, hacerles el homenaje que merecen y recibir la compensación que es de justicia. Otros más preparados en cuestiones jurídicas disertarán sobre cosas mucho más transcendentales: juicios, anulaciones, asesinos, plazos, prescripciones.... Desde DESAPARECIDOS, y por conducto de D. Fernando Magán, hemos enviado al Juez Garzón:
También le hemos hecho llegar al Juez Garzón, por medio de la misma persona:
Deseamos que no esté lejos el día en que la exhumación de estas fosas y las que vayamos preparando, (pues la lista de DESAPARECIDOS que esperan, todavía es larga), la realice el Estado. De éste depende, nosotros sólo queremos ayudar a las familias que nos necesitan. Finalmente: La labor de la Gavilla Verde no hace falta pregonarla, se pregona por sí misma. Pero no entendemos por qué nuestra Asociación no está a la vista junto con las demás Asociaciones de la Plataforma. Es de justicia que se rectifique y que nuestra Asociación aparezca con todas las que trabajan en la recuperación de DESAPARECIDOS y han hecho llegar al Juez Garzón sus actividades. Adolfo Pastor. |