|
I. Identidad de la persona objeto de una
desaparición forzada o involuntaria.
-
Apellido: Duran Iglesias
-
Nombre: Francisco
-
Sexo: Masculino
-
Fecha de nacimiento o edad en el momento de la
desaparición: 03/04/1895
-
Nacionalidad(es): Español
-
Estado civil: Casado
|
-
Documento de identidad: Nº:
-
Profesión: Alfarero
-
Domicilio habitual: Moraleja - Cáceres
-
Actividades (sindicales, políticas, religiosas,
humanitarias o de solidaridad, periodísticas, etc.):
II. Fecha de la desaparición:
-
Año, mes, día y hora en que la persona fue
detenida o secuestra: 26/08/1936
-
Año, mes, día y hora en que la persona
desaparecida fue vista por última vez: 26/08/1936
-
Otros detalles relacionados con la fecha de la
desaparición:
III. Lugar de la desaparición : (Sírvase indicar,
con la mayor precisión posible, el país, la provincia o el departamento,
la localidad, el sitio, etc. y si coinciden con el domicilio personal)
En el domicilio, Moraleja Cáceres.
-
Lugar en que la persona desaparecida fue detenida
o secuestrada: Moraleja
-
Lugar en que la persona desaparecida fue vista
por última vez: Cuesta de Minguez - Coria
-
Si después de la desaparición se hubieran tenido
noticias de que la persona estaba detenida, sírvase indicar, de ser
posible, los lugares (oficiales o no) y el período de detención, así
como las fuentes de la información, en particular, los testigos que
puedan haber visto a la persona desaparecida en cautiverio.
(¿Desea usted que se guarde reserva sobre la identidad de los
testigos o sobre las fuentes de la información?)
INFORME HISTÓRICO SOBRE FUSILAMIENTOS DE VECINOS DE MORALEJA EN
LA GUERRA CIVIL
Autor: Julián Chaves Palacios Profesor Universidad de Extremadura
Director Proyecto Memoria Histórica en Extremadura
MORALEJA. Este municipio situado a escasos kilómetros del
anterior planteó oposición al alzamiento desde el instante en que se
conoció el alcance de éste. El ya citado alcalde republicano,
Alfonso Rodríguez Díaz, junto con concejales y responsables de
partidos y centrales sindicales republicanos analizaron la situación
y decidieron tomar medidas de resistencia ante cualquier intento de
ocupación del municipio por los sublevados. Así, el 18 de julio se
establecieron rondas de vigilancia por el centro urbano, en las que
participaron, entre otros vecinos, el presidente de las Juventudes
Socialistas de Moraleja, Félix Martínez García; Silvestre Montero
Hernández, que acompañó en su visita a Moraleja al conocido
republicano del pueblo de Cilleros: Nicasio Álvarez de Sotomayor; y
Jacinto González Carpintero, en aquellos momentos residía en
Moraleja aunque era maestro nacional en Descargamaría.
Esas labores de control y vigilancia no evitaron, sin embargo, que
la localidad fuese ocupada por los sublevados sin apenas dificultad.
Una vez ocupado el ayuntamiento procedieron a destituir a la
anterior corporación y nombraron una comisión gestora afín a sus
intereses. Sin embargo, a diferencia de otros pueblos cacereños, al
parecer en Moraleja, cuando se encontraba bajo mando insurgente,
hubo un intento de resistencia por parte de un sector de vecinos
militantes en organizaciones de izquierdas que intentaron recobrar
el control municipal mediante la destitución de esa gestora (1). No
consiguieron sus propósitos y los responsables resultaron detenidos.
Detenciones que se extendieron a otros vecinos: unos fueron
encarcelados en el depósito municipal y otros trasladados a la
prisión de Coria.
Se temía entre la población, sobre todo ante las alarmantes noticias
que se iban conociendo sobre fusilamientos de republicanos en otras
localidades próximas, que pronto de las detenciones se pasaría a las
temidas ejecuciones. Y ese temor, desgraciadamente, no tardó en
cumplirse. Sucedió el 26 de agosto de 1936 y los vecinos afectados
fueron los siguientes: Vicente Carrero García, Valentín Caballero
Devesa, Baldomero Campos Durán, Benigno Viera Rego y un tal
Francisco conocido por “Pucherero ”. Los cinco estaban detenidos en
el depósito municipal y un grupo de falangistas, al parecer de la
localidad de Valverde del Fresno, los montaron en una camioneta y se
los llevaron detenidos en dirección a Coria.
Tras atravesar esa localidad continuaron el trayecto por la
carretera de Cáceres aunque no por mucho tiempo. La expedición se
detuvo en la zona conocida por “Cuestas de Mínguez” y sin dilaciones
procedieron a fusilar a los detenidos en la misma cuneta. Según el
testimonio facilitado por Marcelina Leno Borrero: “En plena noche mi
padre, Aurelio Leno Clemente, vio desde una caseta de su propiedad
situada en una finca próxima a la zona en que fueron ejecutados, que
se acercaba un camión. Comprobó que eran falangistas quienes lo
conducían, entonando cánticos que por la forma en que los proferían
le dio la impresión de que iban borrachos. Igualmente escuchaba
gritos de otras personas que iban con ellos, que exclamaban con
insistencia ¡Soltad las armas si sois hombres¡ ¡Uno por uno,
cobardes¡ …
Ante esas voces decidió refugiarse en la caseta. Tenía miedo. Poco
después escuchó varias detonaciones. Se hizo el silencio y,
posteriormente, una nueva descarga. Permaneció en la caseta unas
cuatro horas aproximadamente. Pasado ese tiempo se acercó al lugar
en que se escucharon los disparos y encontró a cinco personas,
varones, muertos.
Los cadáveres estuvieron a la intemperie, en pleno abandono, unos
cuatro días, hasta comprobar que unos perros de su propiedad se
presentaron en la caseta con restos humanos. Poco después vio a
varias rapaces sobrevolando la zona. No se lo pensó y decidió ir al
ayuntamiento de Coria donde dio cuenta de la situación de los
cadáveres. Desde el Consistorio fueron enviados al lugar unos
obreros que junto a mi padre y mi hermano Nicolás Leno Borrero
cavaron una fosa en la parte de arriba de “Las Cuestas”, antes de
llegar al cruce de Portaje, donde los enterraron con tierra y
piedras encima”.
Por su parte, Julio Valle Alba, nos ha dado el siguiente testimonio
sobre este suceso: “Los cinco cadáveres en total estado de abandono,
permanecieron a la intemperie durante dos o tres días, siendo
localizados por unos campesinos de la zona tras observar que los
perros llevaban entre sus dientes huesos humanos”.
Versiones, tanto una como otra, que confirman qué poco importó a los
autores de estas ejecuciones el estado en que quedaban los cuerpos
sin vida. Ni tan siquiera se dignaron a enterrarlos y los dejaron a
merced de las alimañas. La experiencia vivida por Aurelio y otros
campesinos que los vieron debió ser inolvidable y a buen seguro que
la han tenido presente durante el resto de sus vidas.
(1).- Eso al menos se informa en el consejo guerra que juzgó a
varios vecinos de Moraleja procesados en la causa nº 376/38. Archivo
Prisión Provincial, exp. 2.758, Damián López Peña.
-
Otros detalles relacionados con el lugar de la
desaparición:
Datos de la persona que proporciona la presente
información.
Apellido: Duran Garcia
Nombre: Mª Del Mar
Nacionalidad(es): Española
Relación con la persona desaparecida: Nieta
Domicilio actual: Torrevieja, Alicante
e-mail:
marimar2110@hotmail.com
|