JUAN RUEDA
PEROSANZ
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I. Identidad de la persona objeto de una desaparición forzada o involuntaria.
II. Fecha de la desaparición:
III. Lugar de la desaparición : (Sírvase indicar, con la mayor precisión posible, el país, la provincia o el departamento, la localidad, el sitio, etc. y si coinciden con el domicilio personal).
Datos de la persona que proporciona la presente información. Apellido: Rueda López Nombre: Silvia Nacionalidad(es): Española - Francesa Relación con la persona desaparecida: Nieta de su hermano. Oxford, United Kingdom Dirección correo electrónico:
purpurrote@yahoo.es
Persona que proporciona los datos que aquí se
describen: ![]() Moncada, 12 de Mayo de 2010 Juan Rueda Perosanz Nacido en Oviedo el 21 de Noviembre de 1913. Estaba soltero. En cuanto a profesión, no puedo precisar. Sólo recuerdo que se desplazaba a Oviedo a trabajar (desde Soto de Ribera, ya que era su domicilio. Con la familia.). Precisando: la estación de ferrocarril era nuestro domicilio. En lo que se refiere a actividades, puedo afirmar que pertenecía a la organización de la Juventud Comunista. Recuerdo que de vez en cuando me explicaba “cosas” para cuando yo fuera mayor, como decía él. Una de esas “cosas” se me quedaron en la memoria. “Jandro”, me decía, “lo que queremos Eugenio, nuestros amigos y yo es que tú y los que sois como tú hoy, viváis muy bien cuando seáis mayores”. En la cantina que teníamos en la estación de ferrocarril (mi padre era el jefe de estación de Soto de Ribera), no se bebía solamente sino que también se hablaba mucho de todo y en particular de política. 1933 fue muy agitado y mi hermano Juanito participaba en manifestaciones en Oviedo y varios pueblos mineros. Algunas fueron muy violentas. De una de ellas, en Oviedo, mi hermano nos enseñó en casa las “marcas” que la policía le había dejado en la espalda. Llegó el año 1934 y la situación empeoró, “desembocando” en la huelga general del 5 de Octubre, que en Asturias, la violencia llegó a caracterizarse por las armas. Durante dos semanas, a mis hermanos Juanito y Eugenio fue raro verlos en casa. La intervención militar con tropas llegadas de Marruecos y desembarcadas en la costa asturiana, terminó con la “huelga” y aplastaron la revolución. Después, la represión salvaje y detenciones, torturas, y la cárcel. Mi hermano tuvo la suerte de no ser detenido. No fue así con mi hermano Eugenio y mi padre. Después, acercándose la “mili”, mi hermano Juanito participó en un entrenamiento militar antes de que fuera llamado para hacer el servicio. Parece ser que el cursillo permitía disfrutar de algunas ventajas. La victoria del Frente Popular el 16 de febrero de 1936 hace nacer la esperanza de la libertad. Esto sólo duró apenas 6 meses. El “golpe” del coronel Aranda contra la República en julio sembró de nuevo la lucha armada, la represión y la matanza. En Oviedo se llamó oficialmente a defender Madrid. Se formó un tren para trasladar los movilizados a Madrid. Juanito estaba en ese tren porque se lo permitía la edad. Pero mi otro hermano, Eugenio, no lo permitieron porque no tenía la edad. El tren con los movilizados no llegó a León. Así conservo lo que había oído. Aranda y la falange consiguieron quitarse de encima la fuerza que representaba los que iban en el tren y poder ser superiores a los voluntarios que quedaron. Como fue imposible llegar a Madrid, había que regresar e incorporarse rápidamente a la lucha para recuperar Oviedo. Precisamente, mi hermano Juanito fue herido en un brazo por dos balas explosivas. Le trasladaron a un hospital de Mieres, pero debido a la lentitud provocó cangrena, que desbordando el hombro hizo imposible salvarle. Esta fue una versión. La otra es que le dejaron morir. Digo esto porque llegué a oírlo de los comentarios que no olvidaré. El cuerpo de mi hermano Juanito fue traído a Gijón, ya que mi madre, mis hermanas y yo habíamos sido acogidos por mis tíos cuando nos fugamos de Oviedo. El entierro fue muy asistido. Fue enterrado en el cementerio de Ceares. De la fecha no puedo, no consigo precisarlo. ¿Octubre … Noviembre de 1936? La tumba fue situada en la parte más alta del cementerio y cerca de la entrada principal. Aquella zona estaba dedicada a los milicianos que perdían la vida defendiendo a la República. Recuerdo muy bien la tumba: era muy grande, de mármol rojo con los datos clásicos y la hoz y el martillo. La que estaba detrás era más alta, creo que era de mármol blanco. Encima había el “mundo” rodeado por una cadena que un águila tenía cogida. Yo pregunté qué quería decir y un abuelo me dijo: “debajo hay otro joven que era como tu hermano y que murió por lo mismo.” Luego me explicó el significado de aquella tumba. Pasaron muchos años y que la guerra mundial terminara y yo me encontraba en Francia y casado. La dictadura franquista seguía, pero mi mujer y yo decidimos ir a Gijón con doble objetivo: visitar a mis tíos y también ir al cementerio a poner un ramo de flores a mi hermano Juanito, a sabiendas de que aquel espacio de tierra ya no guardaría a los héroes milicianos, defensores de la República. Mis tíos intentaron convencernos de no ir, pues pensaban que podía pasarnos algo, y que la zona donde fue enterrado era peligrosa. No obstante, fuimos. Pasamos por delante de las oficinas sin pararnos. Al entrar en la zona y dar los primeros pasos, creí que me había equivocado. Apareció una imagen de tumbas de lujo. ¿Estarán los restos de mi querido hermano?. Un saludo muy afectuoso a todo vuestro equipo. Alejandro Rueda Perosanz |