El Rento de Las Dehesas, como el del Royo, o el del Buitre y el de La
Torre (más conocido como del Barbas), forman parte de la geografía del
maquis conquense que actúa en la zona meridional de la provincia. El
Rento de las Dehesas, por las fechas que nos ocupa pertenecía a la Casa
de Alba, heredera del Marquesado de Moya, y estaba regentado por los
Varea, originarios de Garaballa, quienes también ejercían de guardas y
trabajaban las tierras. Otro guarda también de aquellas fechas fue
Clemente García. Posteriormente el rento lo habitarían los Matallín y
los Marquina. Esta última otra familia singularizada con los aconteceres
de su entorno.
A finales de junio de 1946 la GC sorprendió a un grupo de maquis en
una casa de un vecino de Boniches. En el enfrentamiento resultó herido
"Frasquito" quien moriría poco después en el Ayuntamiento tras tomarle
declaración. Se trataba de Sebastián Núñez Castellanos, de 31 años de
edad, natural de Santa Cruz de Mudela (Ciudad Real) que había combatido
en Francia contra los alemanes. En algunos trabajos de investigación se
considera a este guerrillero como jefe de grupo. Es posible que así
fuera, aunque lo más probable es que perteneciera a la partida de
"Paisano", por aquellas fechas en vías de expansión, y que el grupo
fuese un núcleo menor de la misma. Los historiadores de la guardia civil
relacionan este hecho con la muerte poco después del rentero de Las
Dehesas Domingo Varea, acusado por la guerrilla de informar de su
presencia en la zona. Los estatutos y las normas internas de la AGL eran
estrictas ante estas circunstancias de delaciones. Pero más que este
suceso, es el asalto al rento del Royo un poco después lo que originaría
tal represalia. Con todo la trágica historia de la familia Varea no
acabaría aquí. A principios de febrero, el día 6 de 1947, se completa
con la muerte de los hermanos Lucio y Francisco, fusilados en una
dependencia de ganado del rento, a manos también del grupo de "Paisano"
culpándoles, en realidad no a ellos sino a un tercer hermano que no se
hallaba presente, del enfrentamiento sufrido en Cabeza del Royo, con
muertos y heridos por ambos lados.
Algo así pasaría en tiempo de su posterior rentero, Miguel Matallín,
con uno de los moradores del rento: "Elementos de la partida de
"Segundo", el 24 de junio de 1951, -nos narran los historiadores de la
GC- exigen a su morador Aurelio Marquina Malavia, que les haga de cenar
con dos ovejas del rentero Miguel Matallín. Después de comer y
permanecer un par de horas en la casa se llevan a ambos. A Matallín le
hacen volver, escoltado por dos forajidos, para recoger alimentos. Al
regresar le dejan en libertad, pero a Marquina le ahorcan de un pino y
le cuelgan un cartel, donde podía leerse: "Ha sido ajusticiado por
chivato y verdugo del pueblo. Estos repugnantes seres no tienen derecho
a vivir". Substancialmente así ocurrió. La razón viene de no muy lejos.
"Germán" en sus Memorias la narra. Lo inadecuado de la historia es que
no fue la partida de "Segundo", sino la del "Manco", como así figura en
su proceso militar, y que el rentero, se llamaba Eugenio Marquina
Ferrer, y la fecha dos días después de la anotada.
|