LO QUE EL TIEMPO NOS DEJO | PONENCIA ÓSCAR SERRANO 

8as jornadas sobre El Maquis. El Taller de la Memoria: La Memoria en la Red.
La Guerrilla Antifranquista en Internet.

Lo que el tiempo nos dejo.

Santa Cruz de Moya. Cuenca. 6 de octubre de 2007

Hablamos de Basiliso Serrano, en guerrillas conocido como “Fortuna”, y después para la historia ha pasado como “Manco de La Pesquera”. Una persona singular que el tiempo nos dejó por estas tierras de Cuenca.

¿Por qué un homenaje particular en una lucha común por las libertades?.

No fue un dirigente importante dentro de la AGLA, pero sí un líder natural de las partidas guerrilleras. Cuando se habla de la Guerra Civil y de la postguerra en Cuenca, no hay otra personalidad que aparezca en tantos libros y sea tan citado. Y muchas veces se le atribuyen hechos, que los trabajos de investigación nos han desvelado que no fueron realizados por él. Por todo ello cuando se habla de estos temas Basiliso es el personaje histórico conquense del siglo XX.

Hablar de Basiliso no es dejar de lado el trabajo de sus compañeros, es si cabe darle mayor importancia a esa lucha en común. Su homenaje es un homenaje a todos, incluyendo también a los puntos de apoyo. Que fueron el pilar fundamental en una lucha sin claros horizontes, pero sí con esperanzas de cambiar. Basilio en más de una ocasión decía que “si los tiempos cambiaran, con mi mano derecha y mi cabeza, ya me valdría”.

Una web para un guerrillero y para los hechos que tuvieron lugar en un pequeño pueblo conquense, La Pesquera. Mi cercanía al lugar de los hechos e interés, me hace profundizar un poco más sobre ellos y recuperar algunas de aquellas conversaciones olvidadas al calor de una lumbre, que por suerte han llegado a la actualidad y nos ayudan a conocer la verdadera historia y a hilvanar los hechos.

La página web del Manco inicia su andadura en Noviembre de 2005, con motivo del 50 aniversario de su fusilamiento, en diciembre de ese año. Cuando sus restos fueron trasladados desde Paterna a su pueblo natal, La Pesquera. Una web con el objetivo de hablar sobre la jornada de homenaje y para transmitir los emotivos testimonios del acto.

De esa primera concepción de una web informativa sobre las jornadas en La Pesquera, poco a poco ésta va evolucionando con más contenidos. Gracias a los trabajos de investigación propios, con la recuperación de documentos de la memoria y la importante colaboración del historiador Salvador F. Cava. Con el objeto de hablar de las circunstancias, de las verdades y de las mentiras que conllevaron a muchas muertes y a la dura represión en esta población. Seguramente las mismas que tuvieron lugar a lo largo y ancho de la geografía de actuación guerrillera.

Hablamos además en la web, del sobrino del Manco: Paco, de otros guerrilleros de La Pesquera, de enlaces y de otros luchadores que pasaron por allí, algunos dejando su propia vida en los montes de este pueblo.

La Pesquera no fue un lugar más en el mundo del “maquis”, la ayuda a los guerrilleros en un primer momento fue fundamental. Era el pueblo de Basiliso Serrano, de su familia y de una red de apoyos muy importante. Hasta el propio secretario del Ayuntamiento facilitó salvoconductos, lo que luego supuso su paso por prisión.

Esa ayuda fundamental también va acompañada, en un momento posterior, de una dura y cruenta represión, pues muchos vecinos pasaron por prisión. Añadiendo el triste balance de doce muertes sin compasión, once guerrilleros y un enlace del pueblo fueron las bajas que se produjeron.

El porqué de ese particular homenaje a Basiliso Serrano se debe a la gran labor que hizo esté mítico guerrillero por sus convicciones y por su pueblo. El firme “Aquí no sobra nadie” pronunciado por Basiliso en la Plaza Mayor de La Pesquera, no se puede y no se debe olvidar. Pero dejando de lado las palabras, son los hechos y sus actuaciones los que ponen de manifiesto su entrega y su lucha por la vida. Cuando los camaradas de la CNT llegaron al pueblo para dar el “paseo” a las personas no afines, el mismo dijo que se encargaría, pues allí “No sobraba nadie” solamente faltaba pan y brazos. Lo que supuso que en La Pesquera no se fusilara a nadie en la Guerra Civil, ni derechistas, ni el párroco amigo suyo.

El Manco era más amigo de la vida que de las ideas y puso sobre la mesa su particular modo de hacer justicia. La salvación de muchas vidas en el pueblo, unas unidas a cuestiones políticas y otras fuera de ese contexto, en el contexto del hambre y la necesidad, eran su principal seña de identidad.

También hizo justicia con los suyos, Basiliso al frente de la comuna agraria, devolvió a una familia un cordero (era su único alimento) que camaradas suyos habían requisado. O el viaje en su camioneta para buscar al médico y medicinas (En La Pesquera no había), salvando la vida de una anciana que le quedaban días de vida. El reparto de pan y mantas, pues eran tiempos de escasez, van unidos a un sinfín de actuaciones en su pueblo. Sin Basiliso no hubiera sido lo mismo.

No necesitaba disparar para matar a nadie, sus palabras y su forma de ser, era sin duda, la mejor arma. Ya en tiempo de maquis su sobrino Paco, “Bienvenido” tuvo que huir al monte, pues la sombra de la represión se acercaba, y dejó su medio de vida, un rebaño de ovejas. Como hemos dicho era tiempo de hambre para todos y el juez de La Pesquera, como uno más, sufre las consecuencias de la Postguerra. Pero aprovechó su cargo, requisando el rebaño de Paco y comiéndose varias ovejas. La noticia le llegó a Basiliso y le hizo una visita al juez. Acompañado por un guerrillero que le insistió en que lo matara allí, pero Basiliso puso en práctica otra vez más su particular modo de hacer justicia y no tuvo que disparar el arma. No sabemos el contenido de esa conversación, pero lo que sí sabemos es que a los pocos días el juez murió de la impresión de ese encuentro.

Basiliso también cometió errores en su etapa guerrillera pero algunos de ellos hay que soslayarlos, la visión que da el paso del tiempo, no es la misma que se tuvo en esas trágicas circunstancias.

La vida de Basiliso tampoco fue fácil antes de su etapa guerrillera, en las recientes investigaciones vemos que con menos de una año de edad queda huérfano de su padre, el cirujano Francisco Serrano. Era el menor de cinco hermanos y sus inicios transcurren trabajando en el campo. A los quince años murió su hermano Manuel.

Desencantado con los problemas políticos y de tierra que tiene España en los años treinta, ve con buenos ojos la llegada de la República en 1931, el día antes de cumplir 23 años. Dos años después se casa con Rufina Monteagudo de gran ayuda y constancia en su vida.

Llega la guerra donde se producen las actuaciones que antes hemos citado en La Pesquera. Y después en la postguerra le explota un explosivo con lo que pierde algunos dedos de su mano izquierda, en ese periodo está semi-huido en su pueblo, donde nadie lo denunció. En febrero de 1946 se une a la guerrilla en un asalto a unas obras que hay cerca de su pueblo. Su etapa guerrillera está más documentada y no voy a profundizar ahora sobre ella.

En una lejana madrugada de un sábado de diciembre de 1955 frente a un pelotón de fusilamiento, todo se acaba. Su particular visión de la vida ya no sirve, salvar muchas vidas ya no se tiene en cuenta, la lucha por las libertades y contra el fascismo es lo que pesa en ese momento. Se acaba con su vida, pero no con su memoria y 50 años después su cumple uno de sus sueños, volver a su pueblo, La Pesquera. Y allí en una humilde tumba descansa para siempre, cerca de los suyos, de otros doce compañeros que también tuvieron su particular encuentro con las fuerzas represoras.

Por tanto está web trata de poner fin a un largo homenaje al silencio, y sirva como instrumento de transmisión de la historia para que no se pierda, para hacer justicia y reconocer la lucha, pero sobre todo para recuperar la dignidad de estas personas. Es un merecido homenaje a Basiliso, como ejemplo, y por extensión al resto de luchadores por la libertad y la democracia en España.

Muchas vidas perdidas y mucha injusticia. Pero antes de pasar esta página, hay que leerla atentamente, hay que seguir revisando la historia de verdad, con algunos de los testimonios vivos que aún quedan de aquellos años. Hay que hacerlos hablar, escucharlos... y aprender. Entender el pasado es fundamental para reconocer nuestra identidad. Por eso, trabajar sobre la Memoria es también trabajar el presente y el futuro.

Agradecer a la Gavilla Verde por invitarme a estas jornadas, y a todas y todas ustedes por escuchar mis palabras.

Ponencia Óscar Serrano http://www.elmanco.es.kz

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