Ernesto era un chico que nació en el 1930 y que iba a
trabajar cada día con mi padre. Salvador, su padre que era el capataz, y
Juan Rufo a quien le faltaba un trozo de nariz sin duda por alguna
operación de cáncer o algo así, iban hacia el Villar en la tartana por
la carretera de Bugarra. después de soltar, entre dos luces, como hacían
cada día, pues vivían los tres en el pueblo. A 1 kilómetro de la
carretera de Valencia vieron acercarse dos bultos ennegrecidos por la
oscuridad del anochecer. Al irse acercando, ya descubrieron que se
trataba de dos guardia civiles. Al llegar a la altura de la tartana:
-
¿Dónde van ustedes?
-
Vamos a nuestra casa.
-
Vosotros, bajad de la tartana y seguid andando
hasta la casa. Usted, de la vuelta y venga con nosotros. Vamos a
colgar al pastor- Los de la tartana creyeron que se trataba de un
pastor que cuidaba el ganado en la finca.
Llegaron a la casa donde vivíamos mi padre, mi madre,
mi hermana de poco más de un año y yo.
Entonces me di cuenta que venían a buscar a Adolfo
Pastor -Explicó después Salvador a su familia cuando llegó a su casa.
Sacaron las metralletas, le pusieron las esposas y lo
empujaron a la tartana. Buscaban a un maqui de cuidado, lo había
denunciado el Diablo.
Mi padre iba entre los dos guardias, como un
malhechor. Salvador conducía la tartana.
Salvador los llevó hasta el cuartel y marchó a su
casa, donde explicó lo sucedido.
Llegó el Sr Roger a la finca y envió a su hijo a que
le llevara la cena, ya que ni cenar le dejaron......Al llegar al
calabozo (el depósito municipal), lo encontraron colgado.
Todos se quedaron asombrados y con una inmensa pena
que les ahogaba el alma, cuando por la mañana se enteraron del cruel y
horroroso desenlace; nadie entendía nada...
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