El hombre de pelo blanco añora a quien no tuvo
llora su silencio, su vacío.
El señor de la bondad busca no en el miedo, ni en
la sombra, ni en la tierra que ocultó a quien quiso.
El hombre de la barba blanca escudriña, rescata y
pregunta ¿Dónde está el que se llevó mi tiempo niño?
Entre maleza y zarzas dicen los ojos que lo vieron caer pero
la gente le engaña.
El hombre de la sonrisa grande no encuentra la voz
que le habla y es que vive dentro de él.
Para ti Adolfo con todo mi cariño. Manolo.
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