Certamen Literario “Dulce Chacón”
El Certamen se inicia en 2004 con la finalidad de
rendir un homenaje anual a nuestra amiga Dulce, que
compartió con nosotros el rescate de la memoria y el
reconocimiento de los hombres y mujeres que lucharon
por la libertad en nuestro país durante la
dictadura.
El primer Certamen se convocó en
octubre de 2004, resultando ganador el relato
“Teatro ambulante de Tramasaguas” del escritor
oscense Oscar Sipán.
Certamen Literario “Dulce Chacón”.
En uno de los valles del Río Blanco
Certamen Dulce Chacón (2004-2007)
Edición:
La Gavilla Verde & Ediciones Trashumantes
www.edicionestrashumantes.es.
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En uno de los valles del río Blanco reúne 12 relatos
pertenecientes a las cuatro ediciones del Certamen Literario
Dulce Chacón. Un certamen que rinde homenaje a la autora de La
voz dormida, ya desaparecida, amiga de la Asoc. La Gavilla
Verde. Este grupo lleva años luchando desde Santa Cruz de Moya
(Cuenca) por la recuperación de esa parte de la historia de
nuestro país que nunca se ha querido desenterrar.
Doce relatos cargados de emotividad, crudeza y reivindicación
donde el lector puede interiorizar los sufrimientos de una de
las épocas más vergonzantes de nuestra historia: La Guerra Civil
Española. El volumen incluye además un interesante estudio sobre
la obra de Dulce Chacón escrito por Federico de Arce Ramos.
Nuestro homenaje a Dulce Chacón.
Certamen Literario “Dulce Chacón”.
“Conocimos a Dulce en el año 2000. Vino a
nuestras primeras jornadas “El Maquis en Santa Cruz
de Moya”. Vino para hablarnos del papel de la
novela, de los escritores y escritoras, de las
historias prohibidas y silenciadas durante la
dictadura y la transición. Del primer viaje de Dulce
a Santa Cruz de Moya, quedó en nosotros una huella,
el eco de una voz clara, sosegada y sincera, que nos
descubría el inicio de La Voz Dormida. Brotó nuestra
amistad, nuestra identificación con el mundo rural y
con la historia de la resistencia y, juntos,
conocimos a nuestros amigos de La Comarcal del
Jerte. Dulce nos acompañó y animó desde el primer
día y, en la segunda edición de las jornadas, fue la
conductora de una mesa de mujeres, exclusivamente de
mujeres hablando de otras mujeres, de sus propias
vidas, reflexionando sobre el papel femenino durante
el generalato. Remedios Montero, junto a Pepita,
Tomasa, Elvira, Manolita y Florián García, se
convirtieron en personajes de La Voz Dormida. Y
asistimos al alumbramiento de una excelente novela.
En el año 2002, Dulce volvió a acompañarnos. Era el
tercer año consecutivo de nuestra convocatoria.
Compartió su tiempo y su trabajo y allá donde fue,
siempre tuvo unas palabras de cariño para nosotros.
Dulce, como su nombre, nuestra amiga y compañera en
la tarea de no dar por perdida la batalla de la
memoria, una brillante escritora que ha empeñado su
tiempo en salvar las historias condenadas al
olvido”.
Pedro Peinado, presidente de La Gavilla Verde
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