TERRITORIO MAQUIS. Historias, biografías y sucesos de aquellos años
PRESENTACIÓN.
Viajar al territorio maquis obliga a fijar nuestra
mirada sobre los lugares donde los guerrilleros españoles se enfrentaron
contra Franco.
El monte guarda los rastros y las sendas de hombres y
mujeres armados que aparecían por la noche en rentos, masadas, molinos,
aldeas y pueblos. Cada uno de esos rincones guarda una historia dura y
sincera de los años terribles de la posguerra.

La historia de la resistencia antifranquista se
inicia con el rápido avance el ejército nacionalista en diversas zonas
de España. A su paso, bolsas de republicanos forman los primeros grupos
de huidos al monte. A ellos se añadirán los que huyen aterrorizados de
lo que está sucediendo en pueblos y ciudades.
Algunos de estos grupos serán el embrión de las
primeras organizaciones guerrilleras.

En 1944 surgen los primeras núcleos de la Agrupación
Guerrillera de Levante y Aragón (AGLA). Son grupos introducidos durante
el fracasado intento de invasión del Valle de Arán que se reúnen en la
Serranía. Considerada como la de mayor peso y actividad, la Agrupación
(una de las ocho que surgen) se desenvuelve en las provincias de Cuenca,
Valencia, Teruel, Castellón y los límites de las provincias de Tarragona
y Zaragoza.
El AGLA sostuvo su lucha hasta 1952, ocho años
durante los cuales ocupó pueblos, realizó ajusticiamientos, secuestros,
atentados contra las líneas eléctricas, asaltos, descarrilamientos,
golpes económicos, etc. Sus actividades tenían un propósito
propagandístico por encima del militar. Pese a ello, hay que considerar
la muerte de inocentes entre el fuego guerrillero y el desastre que
significa para la población rural verse inmersa en una zona de guerra.

El gobierno de Franco se aplica en tres tareas: la
represión armada y social (Guardia Civil y Ejército) (Falange, Somatenes
y la Iglesia), el silencio (ni dentro ni fuera del país se reconoce la
existencia de la guerrilla) y, por último, la autoridad se esfuerza en
identificar a los guerrilleros como delincuentes comunes, (bandoleros y
malhechores serán los apelativos más utilizados para evitar denominarles
guerrilleros).
La Agrupación Guerrillera de Levante y Aragón
movilizó a unas quinientas personas durante toda su existencia, llegó a
tener a unos doscientos hombres y mujeres combatiendo en su momento más
álgido. Su aparición había llenado de esperanza a los simpatizantes de
la República que habitaban el medio rural. Los guerrilleros se nutren de
buenos enlaces, puntos de apoyo y redes de solidaridad durante los
primeros años. Con la represión, estos colaboradores se irán
incorporando cuando son descubiertos o temen por su vida.
En 1947 se desata la represión. La situación
internacional es claramente positiva para el General Franco. Bajo el
amparo del decreto-ley sobre bandidaje y terrorismo, se declara la
guerra a muerte con el enemigo que se esconde en la montaña. La
presunción de inocencia se substituye por el apaleamiento, el
hostigamiento a los núcleos de población alejados que finaliza con la
despoblación forzosa de rentos, masías y aldeas y el control sobre la
actividad agrícola y ganadera para agotar la intendencia guerrillera. A
su vez, son efectuadas detenciones masivas en los pueblos. Las
Contrapartidas vienen a asestar el golpe de muerte a la red de apoyo
guerrillero. Guardias civiles y somatenistas disfrazados aparecen por
caminos anunciándose como guerrilleros. En ocasiones, son acompañados
por algún enlace o guerrillero detenido para confundir o identificar a
los que colaboran con la resistencia. El desprecio a la vida del
oponente se materializó en la Ley de Fugas.

Se coincide en señalar que el 7 de noviembre de 1949
fue el principio del fin de la presencia guerrillera en el Levante. El
asalto al campamento del Cerro Moreno, en Santa Cruz de Moya, se salda
con la muerte de 12 guerrilleros. El golpe sume a la Agrupación en su
peor crisis.
Hasta 1952 mantuvieron su presencia. Como repite
Manuel Pérez Cubero “El Rubio”, no nos vencieron, nos retiramos. Tras
ellos quedó un panorama calcinado. El periodo guerrillero quedaría
oculto en la memoria de las montañas.
Pedro Peinado
La Gavilla Verde (Santa Cruz de Moya).
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Teresa Pla Mesegué “La Pastora”.
TERESA PLA MESSEGUÉ “LA PASTORA”
María Torres / Septiembre 2011.
Una malformación genital intrascendente para la cirugía del
siglo XXI, observada al momento de su nacimiento, aconsejó a sus
progenitores inscribirla en el Registro Civil con el nombre de
Teresa, para evitarla burlas indeseables sobre todo cuando se
integrara en el servicio militar.
A este mítico personaje con vida de novela, lo
llamaban 'La Pastora' porque desde la infancia se ganaba la vida
apacentando ganado. Por su capacidad de sobrevivir al hambre, al
frío y al asedio del cazador, la Guardia Civil, merecería otro
apodo, el de 'Lobo del Maestrazgo'.
La vida del que fuera el último maquis de Castellón, entre dos
sexos, entre el horror y la leyenda, ha pasado a formar parte del
patrimonio literario con el Premio Nadal de este año, “Donde nadie
te encuentre'”, de Alicia Giménez Bartlett.
Teresa Pla Messeguer nació en 1917 en el Mas de La
Paliza, una casa de pastores de Vallibona, Castellón, en el seno de una
familia
muy
humilde en recursos, conocimientos e información. Lo que en el momento
de su nacimiento su familia vio como una anomalía genital, no era otra
cosa que hermafroditismo. Creció rodeada de seis hermanos de los que
sufrió el desprecio y las burlas por su anomalía física. Sólo fue a la
escuela quince días y a los once años, al quedarse huérfana de padre, la
pusieron a trabajar sola en el monte como pastora, por lo que creció con
escasa relación social.
Dotada de un físico vigoroso de hechuras masculinas se acostumbró a usar
la violencia para hacerse respetar. En el pueblo pronto le colocaron el
cartel de “marimacho”. Un día llegó a sus oídos que en el baile del
pueblo unos cuantos muchachos tratarían de levantarle las faldas para
comprobar que había debajo. Ella, que siempre iba vestida de negro, se
presentó ese día en el baile con un hacha bajo el abrigo y de esta
disuasoria forma, dejó zanjada la curiosidad de los chavales.
Sin embargo, esta mujer a la que también apodaron “Teresot”,
capaz de cargar con ovejas de ochenta kilos, y a la que no le quedó más
remedio que hacerse dura para defenderse de las agresiones del resto,
mostraba una gran ternura hacia los niños y animales.
Una invernal tarde de 1947, cuando estaba pastoreando con su rebaño se
encontró con un grupo de seis guardias civiles que iban a incendiar la
masía “El Cabañil” donde se encontraban dos maquis perseguidos. Lo que
sucedió en el encuentro forma parte de la memoria de Teresa, pero lo que
sí se sabe es que fue repetidamente violada, y aterrorizada huyo al
monte.
Allá por el año 1936, cuando empezaba uno de los
capítulos más oscuros de la historia de España, nacía también un grupo
de guerrilleros que se sublevaron en los dominios del generalísimo. Eran
los maquis, resistentes del bando republicano que, sabedores de la dura
represión que Franco ejecutó después de la guerra, decidieron no
entregarse y luchar en las montañas. Estos revolucionarios también
dejaron su huella en tierras castellonenses. Para respiro de Franco, la
ayuda internacional que los maquis esperaban nunca llegó y su posición
se derrumbó como los muros del poblado que habitaron en Refalgarí,
nombre del campamento que acogió a Teresa Pla y que fue descubierto por
la Guardia Civil y asaltado el 24 de mayo de 1948, Sus integrantes, de
ideología libertaria y comunista, llegaron a formar la agrupación
guerrillera antifranquista más importante del PCE.
Teresa se unió a los maquis de la Agrupación de Guerrilleros de Levante
y Aragón, formación en la que se mantendría durante veinte meses y en la
que se sintió por primera vez apoyada. Entonces quiso ser hombre, porque
se sentía como tal y la ayudaron a asumir su identidad masculina. Cambio
su nombre por el de Florencio, las faldas por los pantalones, se cortó
el pelo e incluso la enseñaron a leer, algo que apreció mucho.
Al inicio realizó funciones de guía en un territorio
que conocía como la palma de la mano. No tenía formación cultural ni
política, pero había presenciado muchas atrocidades perpetradas por la
Guardia Civil contra los masoveros que ayudaban a los maquis.
Existen rumores de que durante ese tiempo asesinó a veinte guardias
civiles, siete alcaldes y un ermitaño. Estos hechos siempre fueron
negados por Teresa, que según cuentan era incapaz de matar a una mosca,
y que ella atribuye a “El Cintorra”.
Tras la muerte de Francisco, un compañero con el que
desertó del maquis oficial, 'La Pastora' sobrevivió en completa soledad
tres años en una cueva y también sola emprendió un viaje a pie hasta
Andorra, donde trabajó de pastor y se dedicó al contrabando de tabaco y
nilón.
Delatado por otro contrabandista que le debía dinero,
la policía andorrana lo detiene el 5 de mayo de 1960 y lo entrega a la
española. Se somete a dos juicios, uno en Tarragona y otro en Valencia
(vulnerando uno de los principios básicos de cualquier Estado de
Derecho: “non bis in ídem”). Lo condenaron a 30 años de prisión en
Tarragona y a pena de muerte en Valencia. Esta última pena después sería
conmutada por una de prisión.
Su paso por la cárcel merece mención especial, ya que
al estar inscrito en el Registro Civil con sexo femenino lo envían a un
penal de mujeres y lo mantienen recluido en un calabozo sin contacto con
el exterior. Tras un examen por los forenses militares, fue trasladado a
una prisión de hombres, donde permaneció diecisiete años.
Salió en libertad el 22 de septiembre de 1978, con el
único objetivo de conseguir su inscripción como hombre en el Registro
Civil, hecho que finalmente logra.
Encontró un último refugio en Olocau (Valencia)
gracias a Marino Vinuesa, un compasivo funcionario de prisiones que lo
acogió en su casa y le ayudó con el papeleo de cambio de identidad.
Madrugaba mucho, paseaba con sus dos queridas perras y no le gustaba ver
la
televisión.
Sólo concedió una
entrevista
y murió en 2004, a los 87 años sin una queja, ni molestar a nadie.
Seguramente, jamás hubiera podido imaginar que
hablarían de él cuando ya hubiera muerto.
Teresa Plá Messeguer, La Pastora

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La familia García Martínez.
LA FAMILIA GARCÍA MARTÍNEZ DE SALINAS DEL MANZANO [CUENCA].
Pedro Peinado Gil.
Fotografía: José Mª Azkárraga Testor. Archivo familia García Martínez.
junio, 2002
(Publicado en la revista Trébede
núm. 70, diciembre de 2002)
“Cree, en cambio el Gobierno ser necesario denunciar
una vez más que, bajo una apariencia de falso humanitarismo y fingida
compasión, se desarrolla una nueva ofensiva de insidias y calumnias
contra España, de la que es promotor y activo agente el comunismo
internacional el cual, en efecto, trata de tergiversar los hechos
glorificando como mártires de una ideología política a criminales
vulgares y comunes ”.
De esta forma se expresaba en una nota, el 1 de marzo
de 1946, el Caudillo. Lejos de haberse conseguido la normalización del
país tras la victoria, existían focos de resistencia en el interior y en
el exterior de España. Franco, pronto obtendría el beneplácito
internacional. Aquellos hombres que resistían armados en las montañas
fracasaron en su misión principal, preparar al pueblo español para la
invasión aliada. Resistirían hasta casi su extinción. En 1952 se retira
la Agrupación Guerrillera de Levante y Aragón. “Lo más doloroso de todos
aquellos años de lucha fue cruzar la frontera” dice Florián García
Blasco “Grande”.
La Guerra de las Sierras nos ha dejado historias como
la de la familia García Martínez que ahora pasamos a narrar a partir de
sus protagonistas.
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RUFINO GARCÍA MARTÍNEZ
“De la familia García Martínez es muy largo para
contar, como hijo menor y único superviviente de los cuatro hermanos que
se llamaban Eusebio (12-VIII-1908), Leonardo (6-XI-1913), Ángel
(2-X-1922) y Rufino (14-VI-1933), hijos de Bernabé García Cañas (11-VI-1878)
y María Martínez Conejos (30-IV-1887). (...) Mi padre tenía el cargo de
peón caminero del Estado, con residencia en Salinas del Manzano,
trabajando en la carretera Teruel-Cuenca, hoy Córdoba-Tarragona. Esta
familia trabajadora y llena de honradez, fue envidiada y atropellada por
aquellos que más favores habían recibido”.
Esto nos cuenta Rufino García Martínez, el menor de
los cuatro hermanos, el único que sobreviviría a una guerra que empezó
el 17 de julio de 1936 y aún continúa abierta en su mirada. Actual
alcalde de Salinas del Manzano, Cuenca, nos presta su memoria porque
alguien había de quedar para contarlo.
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EUSEBIO GARCÍA MARTÍNEZ
Todos deberíamos saber que las provincias de Castellón, Cuenca, Teruel,
Valencia y el sur de Guadalajara, el de Tarragona y el de Zaragoza,
fueron zonas de actividad de la Agrupación Guerrillera de Levante y
Aragón (AGLA). Salinas del Manzano estaba dentro del Sector 11º de la
AGLA, que además se componía del 5º, 23º y 17º. El 11º sector se
extendía desde Cuenca a Teruel y Valencia. Las vías de los ferrocarriles
solían ser la frontera con los otros sectores. El 17º ocupaba la mayor
parte de la provincia de Teruel, el 23º la de Castellón y el 5º la
Serranía de Cuenca.
Eusebio, el mayor de los hermanos García, ingresó en
las guerrillas el 25 de mayo de 1947 debido a las reiteradas denuncias
del nuevo poder local. Todos sabían que en casa de los García se
escuchaba la “Pirenaica”. La radio, que bien podría ser el hilo
conductor de esta narración, había sido comprada por Eusebio. Era una
RCA que los milicianos, durante la guerra, habían querido incautarles.
Estuvo enterrada ante el portal de la casa hasta 1944, año en el que
Eusebio abandonó la cárcel.
Eusebio García, de no haber corrido España la suerte de la derrota,
hubiera podido desarrollar su potencial creativo en cualquier oficio
gráfico, como el dibujo o la fotografía. Es, gracias a su cámara, que
podemos conocer cómo era Salinas del Manzano en la década de los
cuarenta. También podemos observar su gran imaginación en los cuentos
ilustrados La Gallinita Roja y El Perrito Encantado, “regalo de reyes
para mi hermanito Rufino”, que escribió y dibujó desde la cárcel de
Alicante. Formaba parte del ejército republicano antes de iniciarse la
contienda y después de combatir en varios frentes, cayó preso en 1939.
Ver Regalo de Reyes para mi hermanito Rufino
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La familia García recibió una carta de Julián Ramos,
vecino de Santa Cruz de Moya y compañero de armas de Eusebio. La vida de
Julián Ramos, “el Parra” o “Frasquito”, es paralela a la de Eusebio.
Miembros concienciados de la comunidad rural que una vez salidos de la
cárcel, tras la guerra, siguieron combatiendo en la clandestinidad hasta
verse obligados a abandonar sus casas ante el temor de caer detenidos.
Julián Ramos moriría en un pueblo de Valencia, malherido por los tiros
de un somatenista.
La
carta de Julián alertaba a la familia de las dificultades que atravesaba
Eusebio para librarse de la pena capital por su participación en la
guerra como capitán en el ejército republicano. Juan Serna, amigo de la
familia y natural de Salinas del Manzano, terció en la suerte de Eusebio
y, a cambio de buenos envíos de comida, gestionó su libertad. Tras
cuatro años entre los penales de Alicante y Ocaña, volvió a Salinas del
Manzano. Una vez libre, ayudó a sus padres en las tareas del campo y
trabajó como agente de seguros. Le decía a Rufinito que, cuando éste
fuera mayor y pudiera ayudar a los padres, él se iría a Alcoy, donde
tenía una novia, Pilar, con la que quería casarse.
Una noche acudió el alcalde con el aviso de que unos
guardias preguntaban por él en el Ayuntamiento. Eusebio dio palabra de
que una vez aviados los animales bajaría donde le esperaban. “Pero ya no
se estuvo”. El temor a perder de nuevo la libertad hizo que no cumpliera
ni con los guardias ni con los animales e inició una desgraciada carrera
que acabaría el 9 de diciembre de 1948 abatido por los tiros de un
somatenista. También es cierto que Eusebio tenía responsabilidades y
contactos. Su trabajo, como agente de seguros del Agro Español, le
permitía realizar labores de enlace en toda la provincia de Cuenca.
Quizás pensara Eusebio, cuando recibió el aviso del alcalde, que los
guardias venían por algo más que por el delito de escuchar por las
noches las ondas prohibidas. No esperó a conocer el motivo de la
benemérita visita y partió a luchar “con los guerrilleros del Levante”.
ÁNGEL GARCÍA MARTÍNEZ
Ángel
García, al igual que su padre, era peón caminero. Trabajaba en el tramo
Casas Nuevas-El Mojón, Cuenca. Fue detenido a la mañana siguiente de la
huida de su hermano. Nada más enterarse de la detención, Rufino se
dirigió a la Casa del Mojón a dar parte. Era un punto de apoyo de los
guerrilleros de la zona. Volvió tras dar el aviso y se encontró con sus
padres en la calle y los guardias registrando la casa: “de todos los
papeles que revisaron de Eusebio, la conclusión que sacaron fue que era
un hombre de mucha valía intelectual” leemos en las notas de Rufino.
Pasarse a las guerrillas en el levante interior era
tomar un camino sin retorno, derecho a la muerte. La primera
consecuencia era que la familia quedaba marcada, debilitada ante el
entorno social y, tarde o temprano, sería acosada hasta su
desmembración. Resistir contra el ensañamiento con el que los vencedores
y las fuerzas del nuevo orden público iban a tratarla, era una tarea
difícil. Pero no tan sólo serían éstos los agentes de la desgracia: a
menudo, ya fuera por la recompensa o por el debilitamiento ante la
tortura psíquica y física, fueron los amigos, los vecinos, los
familiares quienes llevaron ante el umbral del terror a seres queridos.
Además de los motivos políticos en las persecuciones a las gentes de
izquierda, también deben figurar los económicos. La ruptura familiar
ocasionada por la represión inutilizaba una unidad productiva y eso
repercutía en cambios de propiedad, usurpación de bienes, multas,
fianzas, viajes... Sólo así se explican estas tragedias.
Ángel
fue interrogado en el cuartelillo de Alcalá de la Vega. Al atardecer
saldría libre. Se iniciaba el acoso.
Cada noche, la familia García Martínez recibía la
visita de aquellos que ejercían el control social en Salinas del
Manzano. Los somatenes vigilaban y hostigaban a la población desafecta.
Aquellas visitas nocturnas se interesaban por las emisoras que se
escuchaban en la casa, por las entradas, las salidas, por los contactos
con el huido, para intimidar irrumpiendo en la vida cotidiana de los
señalados. Por la noche, miembros del somatén se encaramaban en las
copas de los olmos que se elevaban frente a la casa de los García
Martínez, a la espera.
El 28 de septiembre de 1947 se casa Ángel García
Martínez con Isidra Marín Martínez. Un mes más tarde, nacería Palmira,
su hija. Viven, durante este tiempo en la casa de los padres de Ángel,
en Salinas del Manzano.
“En este tiempo nos pide la Guardia Civil, el brigada
Cienfuegos, la fotografía de mi hermano Eusebio, la fotografía para
identificarlo como persona no adicta al régimen, y le dijo a mi madre el
citado brigada, aquí en este pueblo va a ocurrir algo y no bueno, ya que
la gente de aquí promueve enredos, cuentos calumniosos que traerán algo
desagradable y no deseado por él”.
En el mes de febrero de 1948 son detenidos Ángel
Martínez y Upiano Torralba bajo la acusación de proveer de comida a los
guerrilleros. Son liberados a los tres días.
En el destacamento se produce la anunciada marcha del
Brigada Cienfuegos y ocupa su plaza el cabo Basilisio. A él siguen
llegándole rumores de que Ángel realiza tareas de enlace con su hermano
guerrillero.
El trece de abril, Ángel, 25 años, y Frutos Marín
Ramírez, 65 años, vendedor ambulante y vecino de Salvacañete, son
conducidos al cuartel de esta última población. El 20 de abril de 1948,
cinco días antes de su muerte, Ángel relataba lo que le estaba
ocurriendo en un poema, “Dedicado a mi esposa”: “sabes que por mi culpa
no estoy, ni por ser un malhechor, estoy por un hombre ingrato que ha
traicionado tu amor”.
Ángel a través de sus versos nos cuenta cómo se
produjo la detención:
“Siento que me llama mi hermano
que rápido me levantara.
Le pregunto apresurado
que era lo que pasaba
me contestó suspirando
la guardia civil esperaba”
ver poema completo
Pascual, había delatado a Ángel García. Antes de
abandonar el calabozo, le pidió perdón. Pascual, que conocía las
actividades de enlace que realizaba Ángel, lo delató ante la Guardia
Civil tras un interrogatorio al uso.
“Allí me encuentro al causante
de esta detención.
Pidiéndome de rodillas
no le tuviese rencor.
que él me había delatado
sin saber el por qué sí,
ni el por qué no
pero supo de momento hacerse
nueva invención.
Hoy ese bandido malo
se encuentra en libertad
y yo sin culpa alguna
teniéndolo que aprobar”.
ver poema completo
Rufino tiene constancia de que su hermano sufrió
serias torturas: “como se constató por los amigos que se acercaban a
verlo por la ventana”. No se permitió que lo visitara nadie, ni siquiera
Isidra. Por la ventana salió el poema de Ángel.
Confesó haber cometido el delito del que se le
acusaba: llevar comida a su hermano. Con tal de librar a una amiga,
confesó vestirse de mujer para acudir a los encuentros con su hermano.
Con el reconocimiento del delito, se rumoreó la posible liberación del
detenido.
Algo grave estaría ocurriendo cuando el cabo primero
Basilisio se fue a Cuenca a consultar con la Comandancia. En Cañete,
Cuenca, partido judicial, su alcalde, Don Fidel Sauquillo, estaba
realizando gestiones para que los detenidos fueran trasladados al
Juzgado y liberados. Llegó la orden de trasladarlos a Cuenca. Para ello
se desplaza un coche desde la capital conducido por el chofer del
coronel y un número. Recogen a Ángel García y a Frutos Marín en el
calabozo de Salvacañete e inician el viaje. Por el camino cruzan Salinas
del Manzano. Desde el cuartel de la Guardia Civil de Cañete se desplazan
dos números a pie. Esperan la llegada del coche, sentados en el antiguo
kilómetro 155.
“Dos kilómetros antes de llegar a Cañete en el poste
kilométrico 155 estaban sentados los guardias del cuartel de Cañete, y
treinta metros antes de llegar a ellos, paró el coche en que eran
conducidos los detenidos, se les obligó a bajar en medio de grandes
gritos de éstos, que juntos y esposados se retiraron unos quince metros
de la carretera a un ribazo y un reguero donde por la espalda fueron
asesinados”.
Esto se conoce porque hubo un testigo que pudo ver la
acción a una prudente distancia. El terror les vació la vida. A las seis
y media de la tarde, tiñeron de sangre los campos de primavera en la
frontera de Teruel y Cuenca.
La versión oficial dictó: “Se trasladaban para
entregarlos a prisión provincial de esta capital. Al llegar al kilómetro
155 de la carretera Teruel-Cuenca, situado en un sitio denominado
Nogueras del Otero, hubo necesidad de efectuar una reparación del
vehículo en que se conducían a dichos detenidos, así como darle aire a
una de las ruedas traseras por lo que fueron bajados del vehículo, y
aprovechando esta circunstancia intentaron huir por un barranco”.

El chófer, que lucía la gorra roja de conductor,
entró en el bar Central de la plaza de Cañete pidiendo agua. Acababan de
matar a dos maquis dijo a la concurrencia. Allí se montó el dispositivo
de recogida de los cadáveres a fuerza de presionar a la gente. Se
conocen los nombres de los vecinos que fueron obligados a traer los
cadáveres sobre un carro de varas de una caballería. Recojo ahora un
fragmento inédito del trabajo que llevan a cabo los investigadores Puri
Bartolomé y Manuel Martínez:
“Ángel fue a recoger los cadáveres de Frutos y de
Ángel García. Estaba haciendo la mili y le habían dado permiso, ese
día era fiesta en Cañete y salió a tomar algo, en la puerta del bar
estaban el teniente “Barbas” y un guardia muy moreno con un gorrete,
le dijeron que se fuera con ellos a recoger dos bandoleros que
habían matado, también hicieron ir a Julio y a uno que llevaba un
carro llamado Marcelino. Cuando llegó al lugar donde estaban los
muertos, Rambla Salinas, al lado izquierdo de la carretera entre
Cañete y Salinas, todo estaba lleno de casquillos de bala, se asomó
al zopetero e identificó a Ángel, dijo: “estos no son maquis, éste
es amigo mío y es peón caminero”. Al verlo le dio reparo cogerlo, el
médico D. José se le adelantó para alzar de él, tenía un tiro en la
nuca y al moverlo le sonó la sangre por dentro “iban amoratados y
hechos polvo”.
CLAUDIO MARÍN
Aquella misma noche, Claudio Marín, cuñado de Ángel,
saltó la tapia del cementerio para burlar a los guardias que hacían lo
propio en la puerta y pudo ver los cadáveres. Ángel tenía sus brazos
cruzados sobre su pecho y le habían colocado la gorra de peón caminero.
En el bolsillo del pantalón, aún llevaba unas monedas. La noche le
impidió reconocer con detenimiento el cuerpo de Ángel. También levantó
la manta que cubría a Frutos, tenía el brazo roto, puede que viniera así
desde el calabozo, desde el cadalso o debido al transporte, pero al
descubrir el cadáver se movió el brazo de manera extraña y Claudio gritó
con espanto, “está vivo”. La fractura quebraba la rigidez del cadáver.
Luego fue en busca de las autoridades para que le dejaran entrar de
forma oficial, pero no se lo permitieron.
La familia recibió la noticia de madrugada. Antes de
poderse desplazar a Cañete, estando Ángel de cuerpo presente, son
llamados los padres de la víctima, Bernabé y María, el hermano, Rufino,
la viuda, Isidra y la huérfana, de seis meses, Palmira, ante la guardia
civil, el alcalde y el secretario en el Ayuntamiento de Salinas. Un
guardia, llamado Poli, les recibió muy inquieto, con la pistola en la
mano y después de que las fuerzas vivas emitiesen su preocupación por
las consecuencias del asesinato, advirtió, bajo el gorro de charol, que
les hacía responsables de lo que allí pudiera suceder en el futuro. El
padre contestó: “si era para quitarle las lágrimas de los ojos que le
hacían este regalo“ y preguntó ”¿Quién es el responsable de lo que en mi
casa está ocurriendo?” Tras las palabras de Bernabé García Cañas, el
padre del asesinado, el tal Poli, le apuntó con el arma en el pecho.
“Cállese que le pego cinco tiros”. Y esto lo sabemos porque allí estaba
Rufino, con quince años, con los ojos de un niño de quince años. No se
permitió a los padres, esposa, hija y hermano asistir al entierro y todo
lo que saben de lo que allí ocurrió es por boca de lo que pudieron
contar vecinos y familiares. Y Claudio.
Por la mañana estuvo presente en la autopsia. El
médico se negó o le impidieron practicarla por sus convicciones
políticas, para ello tuvo que venir el de Salvacañete. A Ángel, un tiro
le había atravesado la nuca hasta encontrar salida por la mandíbula.
Claudio fue a hablar con el cura. Se pretendía
enterrar en la misma fosa a los dos muertos en el apartado no
sacramental del camposanto. Claudio pagó cuarenta pesetas por el
entierro. El cura, sin esconder su incomodo, le preguntó si quería que
bajara al cementerio. “Si usted es cristiano, tiene que enterrarlo como
cristiano y como persona. Quiero yo que haga el entierro como tiene que
ser”. Cuenta que todo iba demasiado deprisa, que son situaciones a las
que te has de enfrentar y “sale el valor”. Se sintió arropado por el
pueblo y eso le ayudó a realizar las diligencias que le llevaban del
Juzgado al Ayuntamiento, de la iglesia al camposanto. Hubo un numeroso
grupo de personas junto al muerto, pese al miedo, pese a la presión y al
terror que habitaba en todos los rincones. “La cosa era más seria que
todo esto, por una palabra mala, te pegaban contra la pared, los únicos
que te podían refugiar eran los curas”. Un grupo de mujeres, entre las
que se encontraban las de los guardias, gritaba a los que iban al
cementerio: “No apoyen a los rojos, que son unos asesinos”. El cura se
dirigió a ellas para recriminarles su conducta. “Yo me vine a Barcelona
porque si no me peinan”. Esa fue otra de las conclusiones de la guerra
sucia, el exilio interior, prolegómeno de la inmigración y del silencio
que asola las sierras.
“En el entierro estuvieron presentes el alcalde de
Cañete, Don Fidel Sahuquillo, Lorenzo, Claudio, él mismo lo tapó con la
tierra. Don Fidel dijo que aquello era el crimen más injusto que se
conocía, que no compartía esos hechos y que de haber llegado a Cañete,
Ángel seguiría con vida”. Está escrito en las notas de Rufino.
Testimonios recuerdan que el responsable primero de
este lamentable relato, el que promovía “enredos y cuentos calumniosos”
según el guardia Cienfuegos, estuvo presente en el entierro, también
comentan que no quería que aquello hubiera llegado tan lejos. Ángel
había rechazado a la hermana de aquel falangista que no paró de
incordiar a los guardias hasta que provocaron la ruina. Eusebio, con su
huida al monte, dejó el terreno abonado a la venganza. El testimonio de
Pascual se convirtió en la prueba definitiva y las fuerzas del nuevo
orden llegaron demasiado lejos, hasta el kilómetro 155, hoy 504, donde
la carretera que une Salinas con Cañete pasa sobre un regajo. Hace unos
días nos enteramos de la muerte de Claudio Marín que se refugió en
Barcelona y donde vivió hasta su muerte.
“DOMINGO”
Eusebio pasó a llamarse “Domingo”. No puede
entenderse la guerrilla si no se analiza desde la clandestinidad, dice
Manuel Pérez Cubero “El Rubio”. Y la clandestinidad es una nebulosa
donde se confunden los destinos. No tenemos fotos ni testimonios de la
vida de “Domingo” ni se conoce dónde reposan sus restos. Pese a que sus
vecinos se subían a los olmos para detenerlo en cuanto apareciera,
volvió a su pueblo en más de una ocasión. Dejemos que sea Rufino el que
haga el relato:
“Eusebio vino varias veces al pueblo, a los pocos
días de marcharse, una noche estuvo en casa de Isidoro (...) yo no
pude ir, tuve que subir a Salvacañete a la farmacia para mi padre y
como me contaban todos los pasos que daba, por lo que era un riesgo
el ser descubiertos. En todos los momentos me vigilaban y
registraban el saco de la paja cuando iba al pajar, diariamente. Aun
todo el control riguroso de las noches, llegué con la cena al pajar
para dos guerrilleros, “Tomás” y otro de Castellón. Recuerdo verlos
con los fusiles que bajaban de frente de mi pajar en un ribazo de
espino”.
El historiador Salvador Fernández Cava nos hace un
posible recorrido de la vida de “Domingo” en la guerrilla. Hacia el mes
de septiembre de 1947, estaría en el campamento escuela de Tormón,
Teruel, en un curso sobre armamento y explosivos desarrollado por
Francisco Corredor Serrano, el mítico “Pepito el Gafas”, uno de los más
famosos y respetados guerrilleros, desaparecido camino de Francia. Desde
allí se destinaron a varios guerrilleros de Teruel al 5º Sector, cuyo
jefe era Pedro Merchán Vergara, “Paisano”, natural de Adamuz, Córdoba.
La valía intelectual de “Domingo” le sirvió para que en pocos meses
“Paisano” lo nombrara su segundo, sucediendo a Casto, “el Chato”, al que
habían herido tras el asalto al campamento de Villarejo de la Peñuela.
Allí murieron cuatro guerrilleros.
El 28 de mayo de 1948, “Domingo” y Cesáreo Fuentes
Ávila, “Olegario”, entraron en Cañizares. El Guerrillero, periódico
editado en las Montañas Levantinas, por la AGLA, relataba la noticia:
“Dos guerrilleros que marchaban en servicio especial, fueron
interrogados en las cercanías de Cañizares (Cuenca) por un guardia
civil, al que dispararon a boca jarro y murió en el acto”. Esta versión
contrasta con los testimonios recogidos por los investigadores Puri
Bartolomé y Manuel Martínez. El guardia había sido alertado de la
presencia de un forastero. Lo localizó y le pidió la documentación, era
“Olegario”, iba solo. Le dijo al guardia, “vosotros siempre estáis
pidiendo la documentación”. Y al echarse mano a la cartera, el guardia
vio la empuñadura de la pistola del guerrillero en la cintura y tuvo el
acierto de quitársela, aunque no de matarlo, pues “Olegario” salió
huyendo al grito de “¿“Domingo”, dónde te has metido que casi me matan
de un disparo?”.
Otras acciones guerrilleras realizadas en el 5º
Sector y en las que “Domingo” podría haber estado inmerso, podemos
encontrarlas en el órgano clandestino. Entre ellas: la entrada y mitin
en Requena el 10 de diciembre de 1947, la voladura, un día después, del
albergue falangista Laporta de Buñol y la resistencia a un asalto de la
Guardia Civil. Nuestras fuerzas respondieron valerosamente y ante la
tenaz resistencia y el nutrido fuego de nuestras armas automáticas, la
Guardia Civil se retiró en desbandada. El 22 de abril de 1948, dos
guardias fueron ajusticiados en Almodóvar del Pinar. La noticia causó
enorme regocijo entre la población civil. Y en referencia a uno de
ellos: se había ganado el odio de aquella contornada por sus malos
tratos a la población y el terror que había impuesto. El 8 de julio, se
produce un asalto a un coche de línea en el kilómetro 40 de la carretera
Cuenca-Beteta. El Guardia Civil que viajaba con el pasaje, quiso repeler
con su arma el asalto, muriendo en el intento. El 16 de septiembre, en
otro control de carretera establecido por la guerrilla, se detienen a un
teniente y a un cabo junto a dos agentes de la Fiscalía de tasas. Fueron
fusilados a petición del pueblo allí reunido que los reconoció como
responsables de un sin fin de robos, apaleamientos y muertes de
compatriotas.
Fernanda Romeu, autora de la excelente obra, La
Agrupación Guerrillera de Levante, escribe sobre el periodo 1947-48: “En
esta etapa la represión y el terror adquieren nueva virulencia y sus
golpes se concretan en aniquilar el movimiento armado de la resistencia
por medio de ofensivas de extraordinarias dimensiones”.
A su vez, la guerrilla responde con contundencia. El
Guerrillero, septiembre de 1948, recogía las conclusiones de la reunión
político-militar de su Estado Mayor. Pasaban a una ofensiva general
contra la Guardia Civil, los chivatos y delatores, los miembros de la
Fiscalía de tasas y a trabajar por la organización de las masas y buscar
alianzas con campesinos y obreros.
El General Pizarro, gobernador civil de Teruel, había
sido encargado de eliminar a la guerrilla. A ello sumó su empeño
ordenando despoblamientos de los núcleos alejados, detenciones masivas,
la utilización indiscriminada de la ley de fugas, la creación de las
temidas contrapartidas o brigadillas, la prohibición de circular de
noche, la obligación de los campesinos de llevar un salvoconducto para
desplazarse a sus tierras, etc.
Ricard Pérez Casado, diputado socialista, sostuvo en
el Proyecto No de Ley de 27 de febrero de 2001 sobre Rehabilitación de
los Combatientes Guerrilleros Antifranquistas: “La creación de un mando
único unificado a las órdenes del general Pizarro, gobernador militar de
Teruel, Albacete, Cuenca y Valencia, demuestra bien a las claras que se
estaba ante un combate militar al que se respondía militarmente”.
EPITAFIO
Josep Sánchez Cervelló y Carles Llauradó, analizando
documentos del Archivo de la Guardia Civil, sitúan la muerte de
“Domingo” el 10 de diciembre de 1948, en una emboscada cerca del
campamento del Mojón de los Tres Reinos, donde el AGLA tenía la emisora.
Sin embargo, parece que tuvo su encuentro con la muerte en Fuertescusa,
Cuenca. Un grupo de nueve guerrilleros entró en esa población buscando
avituallamiento. “Domingo”, y posiblemente otro, estaban en casa del
alcalde. Mientras se revisaba la casa, “Domingo” custodiaba a una joven,
junto al hogar. Alguien había alertado al somatén. Según otro informe de
la Guardia Civil el jefe local de la Falange le disparó con una
escopeta.

Una guerra que revirtió en la vida de los pueblos.
Rojos, republicanos, desafectos, auxiliadores de bandoleros y
malhechores frente a guardias, somatenistas, falangistas. Delatores,
torturados, desaparecidos, viudas, viudos y huérfanos fueron su
resultado. Bartolomé García Cañas murió en el año 1949. Ellos, que
habían sido una familia solidaria, se vieron abandonados por todos.
Rufino fue peón caminero, compartió mesa con aquellos que habían sido
protagonistas de la represión y se mantuvo en silencio hasta hace unos
años. Busca recuperar el honor de los suyos, de todos aquellos que
creyeron entregarse a la causa justa. Era mucho enemigo aquel desafuero
instaurado tras el 17 de julio.
EPÍLOGO
Tan
sólo hemos mencionado en este trabajo, al cuarto de los hermanos García.
Leonardo, nos cuentan, se alistó en el ejército republicano y combatió
bajo el mando de Líster. Durante la batalla de Teruel, un convoy en el
que iba el general republicano, acompañado de su plana mayor, se detuvo
en Salinas para conocer a la familia García. Salió todo el pueblo a
verlo. No hemos podido saber qué fue de Leonardo. Puede que cayera en el
corte del Ebro. Rufino recuerda con dificultad, tenía cinco años y al
parecer comunicaban en una carta del ejército la muerte o desaparición
de Leonardo. Años más tarde, Eusebio escuchó en la BBC la biografía de
su hermano. Era teniente coronel y había participado en la resistencia
francesa contra la invasión nazi. Llegó a oídos de la familia que
Leonardo murió en una refriega al cruzar el Pirineo. Venía a vengar la
muerte de sus hermanos. Pero esa senda nos lleva al territorio de la
leyenda y nosotros andamos en territorio maquis. Esperemos, en el
futuro, averiguar que sucedió con Leonardo de la familia García Martínez
de Salinas del Manzano.
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Senderos de la Memoria. Las Rutas de la AGLA.
SENDEROS DE LA MEMORIA. LAS RUTAS GUERRILLERAS.
JUNIO DE 2003.
Publicado en Celan. Boletín de cultura núm. 7.
Centro de Estudios Locales de Andorra. Primavera 2003.
PEDRO PEINADO, FOTOGRAFÍA: JOSÉ MARÍA AZKÁRRAGA.
Desaparecen los caminos, las sendas
milenarias se pierden entre la maleza y con ellas la cultura, la
historia y la vida cotidiana de nuestros predecesores.
Los jóvenes desconocen las rutas de los abuelos y se
pierden y confunden los nombres.
Un camino es una frase abierta por la historia y
andando cubrimos su lectura.
Nada más hace falta una mirada curiosa para conocer a
través del paisaje.
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Nos detendremos en la narración de cinco
viajes a través del marco geográfico de la Serranía.
Entenderemos por Serranía, una comarca natural
repartida entre el sur de Tarragona, Castellón, Teruel, el sur de
Guadalajara, Cuenca y el interior de Valencia formarían el marco de
actuación de la Agrupación Guerrillera de Levante y Aragón (AGLA).
La Serranía, será entonces, el área geográfica y
natural donde se desenvuelve el periodo iniciado tras la finalización de
la guerra y acabaría en 1952. Estos viajes nos servirán para adentrarnos
en la historia de la AGLA.
La AGLA fue una organización dependiente del aparato
comunista instalado tras los Pirineos. Esta dependencia orgánica obliga
a mantener una comunicación regular entre la dirección guerrillera y la
del PCE. Transmisiones de radio, la sintonización de la Pirenaica y los
viajes periódicos de enlaces y delegaciones serán los medios utilizados.
|
Se consolidarán redes de apoyo desde el Pirineo hasta
la Serranía. Los enlaces transmitirán órdenes y noticias entre los
diversos sectores y el Estado Mayor, y entre éste y el Buró Político
(BP). Dos vías se utilizarán para la infiltración desde 1944 hasta 1952.
A través de Cataluña y, la segunda, a través de Aragón.
"En la actualidad los grupos que vienen de Francia
pasan por Cataluña y cruzan el río Ebro por puentes y barcas entre el
trayecto comprendido entre Caspe y Tortosa y van a parar al 23 Sector
situado en las inmediaciones de Lacenia, (Tarragona), aquí se proveen de
comida para unos diez días que son los que tardarán en llegar al 17
Sector y pueden seguir dos direcciones: una por las inmediaciones de
Morella (Castellón) a parar a Villafranca del Cid (Castellón) y por el
barranco de Estrella de Mosqueruela (Teruel) siguen a Peñagolosa hasta
Arañuela por el cerro Redondo y cruzando el río, bien por arriba o por
abajo del pueblo citado."
I - EL VIAJE DE JUAN DELICADO.
 |
En 1944, durante la invasión del Valle de Aran,
diversos grupos de maquis quedan diseminados en el norte de Cataluña,
Aragón y Navarra.
Estas bolsas de guerrilleros se habrían visto
atrapados por el dispositivo represivo y ante la disyuntiva de volver
atrás, decidieron quedarse y avanzar sobre el terreno.
Un grupo de hombres conducidos por
Juan Delicado, llegaría hasta la Sierra de Javalambre donde se
establecen y logran vertebrar la organización que germinaría en la
futura AGLA. |
El grupo de Juan Delicado lo componen una
treintena de guerrilleros, que tras diversos encuentros fatales
y deserciones, quedan reducidos a diez. Juan Delicado,
comandante en el maquis francés, sigue las consignas de la Unión
Nacional (UN). Agrupar a la oposición antifranquista bajo
aquellas siglas. La UN era una propuesta del Partido Comunista
de España (PCE). Pero en Francia, Santiago Carrillo ha alcanzado
la secretaría general desbancando a Monzón y se tiene a Delicado
como un personaje demasiado ambiguo para los tiempos del
estalinismo. Sus contactos con la Confederación Nacional del
Trabajo (CNT), a través de Tiburcio Ferrer de Fuentelespino de
Moya, no son bien vistos por el sector comunista enviado por la
nueva dirección y que pretende dirigir la organización
guerrillera. Delicado morirá a manos de sus propios camaradas
después de ser detenido y liberado por la policía en Valencia.
Esta pronta liberación fue la principal prueba en contra de
Delicado. |
II EL PRIMER VIAJE DE DOROTEO IBÁÑEZ.
El PCE, antes de la muerte de Delicado, había
enviado desde Francia a Doroteo Ibáñez. Doroteo iba a ser un
personaje clave en el devenir de la AGLA y en el final de
Delicado.
"Antonio se enteró y encargó a Ibáñez de
ajusticiarle. Se nombró a dos camaradas y lo hicieron el 17 de
noviembre de 1946"
Natural de Azuara, Zaragoza, Ibáñez ocuparía,
entre otros cargos, el de enlace general de la AGLA con el PCE y
realizaría un total de seis viajes. |

Doroteo Ibáñez <a> Ibáñez |
En septiembre de 1945, Doroteo, al mando de
cinco guerrilleros, parte de Francia y se establecen en la
sierra de Santo Domingo, Huesca. Allí queda el grupo a la espera
de que Ibáñez se entrevistara en Zaragoza con Ángel Fuertes
Vidosa “Antonio”. La misión de Doroteo consistía en establecerse
como responsable guerrillero en el Regional de Aragón.
“Durante su estancia en Zaragoza se acordó
que el camarada Ibáñez, pasase con su grupo a establecerse allí,
a la Sierra de Javalambre (Teruel) como no tenían dinero ni
comida, ni tampoco enlaces que conociesen el camino, acordaron
que el camarada Ibáñez hiciese unas gestiones en su pueblo
natal, tanto para la comida, como para lograr el guía que les
pasase el Ebro”.
|

Ángel Fuertes Vidosa <a> Antonio |
El grupo de Doroteo consigue pasar el Ebro y llegar a
Azuara. Allí se abastecen de comida para cuatro días, los guerrilleros
llegan exhaustos a Obón, Teruel, y se presentaron en casa del alcalde.
Éste les dio cuatro kilos de pan y dos de salchichón. Días después los
guerrilleros repiten la acción en Aguilar de Alfambra, Teruel, donde el
alcalde les da 1.500 pesetas. Así, el día 2 de enero de 1946 llegaron a
la Sierra de Javalambre.
“(...)se valieron de Pedro que era de por allí. De
esta forma un pastor les enseñó una cueva que nada más él conocía, muy
bien camuflada, lugar donde instalaron la BASE”.
La AGLA se funda formalmente en agosto de 1946 en
Cuevas del Regajo, Camarena de la Sierra, en la cueva que el pastor
mostró a Doroteo. El nombre original fue el de Agrupación Guerrillera de
Levante.
Se organizan tres sectores, se escoge a un jefe para
cada uno de ellos, se forma un estado mayor y se crea la Escuela
Guerrillera. Serán los años de desarrollo con la creación del 23 Sector,
cuya fase más violenta se centra en los años 1947 y 1948. A partir de
ese momento la AGLA caerá en crisis. El recrudecimiento de la represión,
extremadamente dura contra la población civil y las difíciles
condiciones de vida en el monte son una continua prueba para la moral
guerrillera. Perdidas las esperanzas de una invasión aliada, las
deserciones se convierten en una sangría.
La derrota se produjo en Cerro Moreno, Santa Cruz de
Moya, Cuenca, el 7 de noviembre de 1949.
III LA RUTA DEL CERRO MORENO.
En 1949, una delegación de la AGLA visita
Francia.
El PCE, oídos los informes del interior,
decide reforzar la dirección guerrillera y realizar un cambio de
táctica.
A los guerrilleros desplazados para
entrevistarse con el BP, se unen nuevos refuerzos y se crean dos
grupos para viajar hasta Cerro Moreno.
El primero de ellos parte en marzo a través
de la vía catalana. El viaje está repleto de
dificultades y sufren un gran retraso tras enfrentarse con la
Guardia Civil. |

Francisco Bas Aguado <a> Pedro |
En junio, parte el segundo grupo dirigido
nuevamente por Ibáñez. Sierra de Santo Domingo. Azuara.
Mosqueruela. Sierra de Javalambre hasta llegar a Camarena. Tras
tres meses llegan a Santa Cruz de Moya. El primer grupo
continuaba perdido y aquella fatalidad les libraría de otra
mayor. No había acudido a la cita en Peñagolosa, donde debía
contactar con el grupo de Doroteo y éste dejó aviso de su paso y
avanzó.
Durante el mes de octubre, se reúne en el
Cerro Moreno la plana mayor. Entre los recién llegados está
Miguel Soriano Muñoz “Andrés” nuevo responsable de la AGLA. Una
vez acabado el encuentro, los jefes guerrilleros advierten a su
nuevo jefe del peligro de permanecer en aquel lugar. En el Cerro
Moreno queda la dirección y su escolta. El 7 de octubre tiene
lugar el asalto donde participan un alto número de tropas de la
guardia civil al mando del comandante José Vivancos. Caen doce
guerrilleros y solo pudo salvar el cerco
Francisco Bas Aguado
“Pedro”. No hubo más que un herido leve entre las fuerzas
gubernamentales.
A los cuatro días de producirse el asalto,
llegó el segundo grupo. |
 |
IV EL VIAJE DE GROS.
La situación fue empeorando. En Francia, atribuían al
desánimo las noticias que venían de las sierras españolas y apostaron
por mantener el fuego guerrillero en la Serranía, pero éste no era más
que un exhausto resplandor.
En 1950, sale del puerto de Marsella un
barco. Se detendrá frente a las playas de Alcanar. Desembarcarán
siete hombres. Pese a que la voluntad de Josep Gros,
exguerrillero en la URSS, es tomar la dirección de la AGLA,
expresa de esta forma cuál era la misión de aquellos hombres:
Evitaron el encuentro con los
guerrilleros del 23. De Alcanar se dirigen a Ulldecona y
siguen por la carretera de Vinaroz a Morella. Tras varias
jornadas tomarían la carretera de Mosqueruela a Rubielos.
"los pasos obligados estaban bien
vigilados y teníamos que tomar caminos y evitar
desprendimientos de piedras que podrían avisar de nuestra
marcha. Otra cosa que dificultaba nuestro avance era que las
fuentes donde debíamos abastecernos estaban guardadas por
las fuerzas represivas"
Entran en contacto con el Sector 17 al mando
de
Manuel Pérez Cubero “Rubio”. Allí son llamados los
diferentes jefes y miembros del estado mayor.
Los guerrilleros se opusieron a aceptar el mando de Gros y de
aquella reunión se nombró a "José María" nuevo jefe de la AGLA. |
|
“No se trataba de combatir, sino de informar. Debíamos ver,
sobre el terreno, cómo estaba la Agrupación, cómo vivían sus
hombres, cómo pensaban, qué dificultades tenían, por qué se
morían - mejor dicho se mataban - tantos guerrilleros, por qué
duraban tan poco los responsables del Partido, que iban siendo
liquidados.”
|
Quizás fuera esa la causa de la desaparición de
Pepito el Gafas
y de
Bas Aguado, el único superviviente del Cerro Moreno, a
los que Gros envió a Francia en compañía de Doroteo Ibáñez.
V LA EVACUACIÓN.
En 1952 ya está decidida la evacuación de los
guerrilleros. El dispositivo tiene una gran complejidad por el
número de personas a trasladar y las medidas de seguridad que
ese trámite requería. Un grupo de guerrilleros iba a hacer el
trayecto andando. Otro contingente utilizaría el ferrocarril.
Adelino Pérez acude desde Francia a Cofrentes con una
cámara de fotos y realiza los retratos para falsificar la
documentación.
El campamento escogido para la concentración
en Cortes de Pallàs es asaltado por la guardia civil, en el
encuentro muere el enlace que los tenía que conducir a Francia y
es detenido
Basilisio Serrano, el mítico “Manco de la Pesquera”.
Es
Florián García Velasco <a> Grande, jefe del 11 Sector,
quién responde a nuestras preguntas en una entrevista realizada
en Cofrentes (2001). |

Florián García Velasco <a> Grande |
¿Cómo fue la evacuación?
Nosotros recibimos la orden en 1952. Una parte de
nosotros iba a ir en tren con documentación falsa, para no ir andando
todo el tiempo, pero al producirse en Cofrentes el asalto al campamento
y matar al guía que nos tenía que conducir y, también, que cayó herido
el Manco de la Pesquera, y denunció todo el plan, entonces todos
nosotros, no puedo asegurar cuantos éramos, creo que unos veinticinco,
nos pusimos en marcha, que siempre la hicimos de noche, como es natural,
y tardamos a llegar a Francia quince noches.
Al no tener el guía, nosotros íbamos con brújula y
eso nos costó más tiempo hacer el trayecto.
Al llegar a los puertos de Beceite, sin guía, solo
con la brújula, pues era muy difícil girar a derecha o a izquierdas para
salvar aquel obstáculo y nos obligó a dar la vuelta, eso nos hizo perder
tiempo. Pero eso posibilitó que no tuviéramos ningún encuentro con la
guardia civil, porque nos estaban esperando por los lugares que creían
podíamos pasan, que posiblemente hubiéramos pasado por alguno, y ya al
ver que no pasábamos creyeron que ya no entraríamos.
También los camaradas que nos esperaban en Francia,
también estaban preocupados, porque pensaban que nos había ocurrido
algo.
Total que ya hicimos ese trayecto de quince noches
sin tener ningún encuentro, hicimos las quinces noches muy bien y
llegamos a Francia (...) cuando Franco pidió mi extradición, se hizo un
juicio, y el gobierno de Francia consideró que yo no era un bandolero,
que era un hombre político y me pusieron en libertad y después de eso
pasé a vivir en Checoslovaquia.
¿Qué sentiste al cruzar la frontera y verte en
Francia?
Pues esa es una de las emociones que es muy difícil
describir. Tú, suponte, que después de llevar tanto tiempo en España,
sin querer salir de España, en el 52 y tener que marcharse, mira, cuando
atravesamos y dijo el que conocía bien el terreno de los otros que
estaban "Ya estamos en Francia" Me entró una cosa, una emoción. Una cosa
que no os puedo explicar, no tengo palabras, es una de las emociones más
grandes que yo he tenido, porque después de tantos años que tener que
pasar otra vez a Francia.
Fue el fin de la AGLA, pese a que el Sierra quedaron
Francisco Serrano y Teresa Pla.
Documentación utilizada:
-
Información Facilitada por el bandolero detenido
Isaías Jiménez Utrilla (a) Manolo y el maqui el día 8 de abril de
1951. SIGC. Citado por Fernanda Romeu Alfaro. Más Allá de la Utopía:
Agrupación Guerrillera de Levante.
-
Informe del Camarada Ibáñez. Archivo Histórico
del PCE.
-
Entrevista con Florián García Grande. Cofrentes,
Valencia, 2001.
BIBLIOGRAFÍA
-
Maquis El Puño que Golpeó al Franquismo. Josep
Sánchez Cervelló, Carles Llauradó, Antonio Flores, Teresa Roigé,
Marc March i Joan Carles Lleixà. Flor del Viento. 2003.
-
José Hueso “Casto” Informe de Guerrillas. Desde
el Valle de Arán a los Montes de Cuenca. Edición de Salvador F.
Cava. Apartado de correos 211. 1680 Cuenca, 2003.
-
Memoria de un Guerrillero Antifranquista. Emencio
Alcalá. Editado por Salvador F. Cava. Instituto Juan de Valdés.
2002.
-
Guerrilla y resistencia campesina. La resistencia
armada contra el franquismo en Aragón (1939-1952) Mercedes Yusta
Rodrigo. Prensas universitarias de Zaragoza, 2003.
-
La guerra de los vencidos. Mercedes Yusta.
Institución Fernando el Católico. 2000.
-
La Guerrilla Antifranquista. Andrés Sorel.
Txalaparta. 2002.
-
Más Allá de la Utopía: Agrupación Guerrillera de
Levante. Fernanda Romeu Alfaro. Colección Almud. Universidad de
Castilla la Mancha. 2002.
|
|
|
Autobiografía de José Manuel Montorio,
“Chaval”.
DATOS BIOGRÁFICOS.
José Manuel MONTORIO GONZALVO.
Otro texto del autor:
Serranía de Cuenca.
1921
Nacido el 23 de diciembre de 1921, en la Ciudad de Borja /Zaragoza/.
Hijo de Perpetuo Montano y de Francisca Gonzalvo Lajusticia.
Tengo cuatro hermanos y una hermana: Ascensión, Santiago-Eusebio,
Máximo, Miguel y Félix. Este último es el más joven; nació un par de
meses después de enterrado el padre.
|
1927
Frecuento en Borja un colegio de párvulos regentado por las monjas.
Muere mi padre.
|
1928
1930
Emigramos a Barcelona, de donde es natural mi madre y
donde vive mí abuela materna: Anselma Lajusticia.
Frecuento un colegio de pago que tiene lazos con la Iglesia.
Hago la Primera Comunión.
|
1931
Frecuento un colegio Municipal en Barcelona.
Proclamación de la Segunda República Española, el 14
de abril de 1931.
|
1932
|
La Generalidad de Cataluña abre unos pabellones
escolares en la Plaza de España, a los que somos trasladados todos los
alumnos del colegio Municipal.
Ingreso en el Hospital Clínico de Barcelona para
operarme de un tumor maligno que se me ha formado en la cadera derecha.
La operación no se realiza y el foco de infección lo cauterizan a base
de inyecciones de yodo que me dejan cojo para todo el día.
|
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1933
A la edad de 11 años y medio me encuentro trabajando,
como chico 1933 para los recados, en un despacho de aceites y
lubrificantes. En este despacho trabajé hasta el año 1937.
|
1935
Mi hermana contrae matrimonio con un guardia civil /Hijo del Cuerpo/
Su padre era brigada de la Guardia Civil retirado.
|
1936
Mi hermano Santiago es llamado a quintas y le toca hacer el servicio
militar en Jaca/Huesca/.
Toda la guerra la hizo en zona rebelde.
No lo he vuelto a ver más.
El 18 de julio de 1936, un grupo numeroso de generales fascistas,
1936 encabezados por el general Mola y el general Franco, al grito de “/
Viva la República/”, se alzan en armas contra el Gobierno legítimo de la
República, que tanto vitorean.
Al día siguiente, 19 de julio, Barcelona es un campo de batalla.
|
1937
Nace mi sobrino Eloy.
Mí hermano Máximo y mi hermano Miguel, salen para el frente: el
primero, para el frente de Madrid y el segundo, para el Ebro, Dejo de
trabajar en el despacho y ocupo el puesto que ha dejado vacante mi
hermano Miguel, en un taller de vulcanización /“Central del Neumático”/..
Como la inmensa mayoría de las fábricas y talleres de Barcelona, este
también esta incautado por la Confederación Nacional del Trabajo/CNT/.
Siguiendo la corriente del río, ingreso en la CNT, en el ramo de
Industrias químicas.
Permanezco en este taller hasta la caída de Barcelona en poder de los
franquistas.
|
1938
Estando en casa, al marido de mi hermana se le cae la pistola al
suelo... se dispara y la bala le cruza la cabeza quedando muerto en el
acto.
Mi hermana con su hijo, se marcha a trabajar al campo de aviación de
Olot /Gerona/.
|
1939
Me quedo solo en casa: mi madre y mi hermano Félix, se han marchado a
Olot a ver a mi hermana.
El 23 de enero de 1939, el cañoneo del frente se oye desde Barcelona,
pero en la Ciudad Condal no se toma ninguna medida para su defensa.
El Gobierno republicano decreta la movilización de la quinta del 42,
a la que pertenezco.
El día 24, me presento en el centro de reclutas... allí no hay nadie
para recibir a los nuevos quintos.
En la madrugada del 26 de enero de 1939, las tropas franquistas han
rebasado el río Llobregat.
Esta misma madrugada, salgo de Barcelona y me sumo a la riada de
gente que llena la carretera de Badalona, camino de la frontera.
Pocas horas después, las tropas franquistas ocupan el Tibidabo y la
fortaleza de Montjuich.
Antes de llegar a Calella, hacen su aparición los cazas franquistas
y, en vuelo rasante, barren la carretera con sus ametralladoras...
muertos… heridos... y ni una ambulancia que pueda prestarles socorro.
Las manos las llevo llenas de sangre pues he ayudado a cargar dentro
de la caja de una camioneta siete u ocho heridos; entre ellos, una madre
herida con su hijo de tres o cuatro añitos muerto en los brazos, del que
no quiere separarse.
/Odio a muerte al franquismo/... Me juro, en mi fuero interno, que nunca
viviré bajo su régimen.
El día 28 de enero llego a Olot para unirme con mi madre y me entero
que el campo de aviación ha sido evacuado a Francia.
El día 2 o 3 de febrero de 1939, cruzo la raya fronteriza por Prats
de Molló.
La "dulce Francia" me acoge en sus brazos amantes.
En el primer pueblecillo francés, nos esta esperando la Gendarmería y
la Guardia Móvil a caballo.
Somos conducidos a una especie de campo de fútbol, donde pasamos la
noche pisando sobre el agua de nieve helada.
Al día siguiente: apiñados en vagones de carga, desembarcamos en Eme
/Pirineos Orientales/. Custodiados por soldados senegaleses, negros como
el carbón, nos llevan al campo de concentración de Saint Cyprien, no
lejos de Perpíñan.
El Gobierno Francés, amontona en este campo de 12 a 15 mil refugiados
republicanos.
A los tres o cuatro días de estar en el campo, por pura casualidad, me
encuentro con mi hermano Miguel.
Nos trasladan al campo de Barcarès y a los tres o cuatro meses,
vuelta de nuevo al campo de Saint Cyprien.
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1940
|
A comienzos del año 1940, enrolado en una Compañía de Trabajadores
Extranjeros /CTE/, junto con mi hermano, nos llevan al Departamento de
Deux-Sèvres, al pueblecillo de Louin /Saint Loup-s-Thouet/.
Estalla la Segunda Guerra Mundial.
En mayo de 1940, las tropas hitlerianas invaden
Francia.
Nuevamente la huida desesperada… llegamos a pie hasta
Port Vendres /Pirineos Orientales/.
Detenidos por los gendarmes, nos llevan al campo de
concentración de Argelès-sur-Mer /Pirineos Orientales/.
Nos trasladan al campo de Saint Cyprien, que ya
conocemos.
En una nueva Compañía de Trabajadores Extranjeros,
nos llevan a trabajar a Prades y Vernet-les-Bains /Pirineos Orientales/.
|
|
1941
Estando en Prades, el Gobierno de Vichy, del mariscal
Petain /un buen amigo de. Franco/, nos entrega a los hitlerianos: Fuimos
canjeados a razón de tres españoles por un prisionero de guerra francés.
Los hitlerianos, nos llevan al campo de Saint Médard~en~Jalles, cerca de
Burdeos.
Este campo, los ocupantes nazis, lo tienen reservado
para los refugiados españoles y en él nos amontonan a 8 ó 10 mil
españoles. La Organización 'TODT", fundada por el ingeniero nazi, Fritz
Todt, nos emplea en la construcción de una base submarina sobre el río
Gironde, pegada a Burdeos.
De acuerdo con un grupo de ferroviarios franceses,
que conducen los trenes de arena para la base, se organiza la fuga de
una veintena de españoles, entre los que está mi hermano Miguel.
Yo me tengo que quedar en el campo porque soy el
único que tiene contacto con los ferroviarios franceses.
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1944
En los días del desembarco en Normandía de las
Fuerzas Aliadas, en junio de 1944, la 31 Brigada tiene la misión de
interceptar la vía férrea Bayona-Burdeos. Volamos dos pilonas de alta
tensión y prendimos fuego a un tren mercancías en la estación de
Morcenx/Landes/.
Días de la liberación de Francia:
Una columna de alemanes se dirige hacia Burdeos y hay
que cortarles el paso para que no entren en la Ciudad.
Choque con los alemanes cerca de Pissos /Landes/.
Tenemos 9 bajas:
4 muertos y 5 heridos, pero conseguimos que la columna se desvíe y no
pueda entrar en Burdeos.
Nos hacemos con el control de la carretera
Bayona-Burdeos.
La liberación de Burdeos se realiza casi sin pegar un
tiro: las fuerzas nazis se retiran por la carretera del Médoc en
dirección de la Pointe de Grave, en la desembocadura del río Gironde.
La 31 Brigada pasa a formar parte de las Fuerzas
Francesas del Interior /FFI/, Es agregada a la 8 Región Militar que
manda el coronel Carnot.
Nos conducen a un Cuartel que han desalojado los
alemanes /una especie de palacete/. Aquí, se instalan también los jefes
del XIV Cuerpo de Guerrilleros Españoles. En su totalidad, miembros del
PCE. Permanecemos dos días y nos destinan a la Pointe de Grave.
Escaramuzas con los alemanes en las proximidades de Saint Vivien. Según
informes del Cuartel General del coronel Carnot, en la Pointe de Grave
se concentra una bolsa de unos 10 mil alemanes.
Permanecemos en la Pointe de Grave desde el mes de
septiembre hasta el mes de noviembre de 1944.
Nuevamente en el Cuartel de Burdeos.
Agustín Sopena sale con un grupo guerrillero para
España, que lo manda Enrique Corachán, de Buñol /Valencia/.
Se organiza el 9 Batallón de Seguridad, al que es
agregada la 31 Brigada.
Nos destinan a Montesquiou, cerca de Mirande
/Departamento del Gers/.
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1945
En representación de los cenetistas de la Brigada, me
nombran delegado al I Congreso de Guerrilleros Españoles que se celebra
en Toulouse /Tolosa/.
El Congreso resulta una charlotada del peor gusto:
Todos los jefes y jefecillos de última hornada, se preocupan de los
puestos; del reparto del botín.
Solamente los comunistas tratan de llevar las
discusiones del Congreso el terreno de la lucha contra el franquismo...
trabajo perdido. Con Simón Bernardos, me envían a la escuela guerrillera
de Mirande.
De aquí, pasamos a la escuela de Cincla, cerca de
Quillan /Departamento del Aude/.
Se organizan los grupos guerrilleros con destino a España.
La dirección de la escuela de Cincla /comunista/, nos
reúne a cinco aragoneses en un grupo de paso: Doroteo Ibáñez Alconchel
/“Ibáñez”/, jefe del grupo, es nacido en Azuara /Zaragoza/; León Quiles
Quiles /“Perico”, natural de Camarena de la Sierra /Teruel/; Antonio
Ardarnuy /“Julio”/, creo que era de Calasanz /'Huesca/; Luciano Mamilo
Muñoz /“Bernardino”/, natural de Agüero /Huesca/; y yo, José Manuel
Montorio Gonzalvo /“Chaval” y también “Ángel”/, natural de Borja
/Zaragoza/.
Con el tiempo, y ya en España, este pequeño grupo
seria conocido como el grupo de los “Maños”.
Mi amigo Simón Bernardos /“El Pira”/, es agregado a
un grupo de paso de los que se destinan al centro de España.
A primeros de agosto de 1945, nos llevan a Toulouse
/Tolosa, para los españoles/, donde fuimos recibidos por Juan Modesto,
Enrique Lister y Francisco Antón; éste último, Secretario de
Organización del PCE, en estas fechas.
Nos obsequian con una comida de despedida.
Por la tarde, ya sentados en la caja de una camioneta
que nos tiene que llevar hasta cerca de la frontera, suben dos españoles
más; el uno dice llamarse “Antonio”, del otro, no recuerdo que' nombre
dio.
“Antonio” /Ángel Fuertes Vidosa/, natural de Agüero,
maestro de escuela, sería el primer jefe de la Agrupación Guerrillera de
Levante. Bien entrada la noche, cruzamos la frontera franco-española. En
cinco o seis noches más de marcha, llegamos a una base guerrillera en la
Sierra de Santo Domingo /Zaragoza/
El 23 de diciembre de 1945, por la noche, cruzamos el
río Ebro, a unos 5 ó 6 kilómetros por debajo de Zaragoza.
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1946
A primeros de enero de 1946, llegamos a la Sierra de
Javalambre /Teruel/.
Montamos campamento en el Barranco del Regajo, cerca
de Camarena de la Sierra /Teruel/.
Entramos en contacto con un grupo guerrillero de los
Montes Universales. Este grupo tiene contacto con otro grupo que acampa
por la Sierra de Gúdar /Teruel/ y por la provincia de Castellón de la
Plana.
En el asalto al tren pagador en Caudé /Teruel/, el
siete de julio de 1946, nos damos va a conocer como Agrupación
Guerrillera de Levante /AGL/, de la que es jefe “Antonio”, el de Agüero.
En el mes de agosto de 1946, en una reunión de jefes
de grupo que tiene lugar en el Barranco del Regajo, se oficializa la
fundación de la Agrupación Guerrillera de Levante /AGL/. Están presentes
en esta reunión: “Pepito” o “Gafas” /Francisco Corredor Serrano/,
“Grande” o “Peque” /Florián García Velasco/, “Antonio” /Ángel Fuertes
Vidosa/ y “Andrés” Vicente Galarza Santana/.
La AGL se divide en tres sectores: 5 Sector, jefe
“Tomás” /Ati1ano Quintero Morales/; 11 Sector, jefe “Grande”, y 17
Sector, jefe “Antonio”. Jefe de la AGL, “Andrés”.
“Andrés” no es elegido jefe de le AGL, viene señalado
a dedo: se presenta en esta reunión con un mandato de la dirección del
PCE para hacerse cargo de la AGL y se le autoriza pare que resida en
Valencia. Se decide también, en esta reunión, el traslado al 5 Sector de
Julio “El Peca” y el mío para hacerme cargo de un grupo guerrillero.
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1947
El 7 de febrero de 1947, es desmantelada por la
Guardia Civil, la organización del PCE en Valencia y son detenidos
“Andrés” y “Tomás”, los que serán posteriormente ejecutados por el
franquismo.
Por estas mismas fechas, tienen lugar varios asaltos
por la Guardia Civil a campamentos del 5 y 11 Sector.
Como consecuencia de estos asaltos y de la caída de
“Tomás” en Valencia, el 5 Sector deja de existir una temporada y pasamos
al 11 Sector Una serie de ingresos en el 17 Sector, aconseja dividir
este Sector en dos y surge el 23 Sector, al frente del mismo, se nombra
al guerrillero “Carlos” /Jesús Caellas Aymerich/, y- la AGL pasa a
denominarse Agrupación Guerrillera de Levante y Aragón /AGLA/.
Tras las caídas de Valencia, la AGLA pasa a ser
dirigida interinamente por “Antonio”.
Actuando conjuntamente el grupo del “Paisano” /Pedro
Merchan Vergara/ y el mío, se sientan nuevamente las bases para le
reorganización del 5 Sector.
“Medina” /Antonio Gil Medina/, es trasladado del 17
Sector para que se haga cargo de la dirección del 5 Sector.
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1948
Paso nuevamente con el grupo a depender del 11
Sector.
En una incursión por tierras levantinas, llegamos
hasta Alcira y Cullera.
En Cullera me entrevisto con un grupo de cenetistas… Este grupo de
cenetistas hacen pasar los intereses partidistas por encima de los
intereses de le lucha armada contra el franquismo.
Salí de Cullera desilusionado de mis
correligionarios...
De regreso al campamento, me entrevisto con “Grande”
y “Pepito“ y les pido mi ingreso en el Partido Comunista de España. Me
es concedido sin un pero... nadie me pone la condición que tenga que
renunciar al sindicato de le CNT.
Como guerrillero, mi vida no cambia absolutamente en
nada… soy un miembro del PCE que sindicalmente pertenece a la CNT y, así
continuo hasta la fecha.
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1949
Desde las caídas del año 1947, estamos sin contacto
con Valencia. Las viejas zonas guerrilleras están quemadas y
literalmente peinadas por la Guardia Civil. Tenemos necesidad de buscar
nuevas zonas. A mediados de 1949, “Grande” y “Pepito” me envían con el
grupo a la Sierra de Enguera /Valencia/.
Logramos establecer cuatro puntos de apoyo: casa de
la “Madre”, cerca de Cofrentes; casa de “Pastrana”, por las proximidades
de Benali; casa del “Medio Mullao”, entre La Canal de Navarres y la
Sierra de Enguera, y la casa de sus tíos, en la misma zona.
“Grande” viene a visitarnos con “Simón” y “Francisco”
y nos informa de la llegada de un grupo de Francia para dirigir el
Comité Regional de Levante y Aragón desde el monte.
Hacemos un recorrido por toda la zona y de regreso
por casa de la “Madre”, ésta nos dice que por Santa Cruz de Moya
/Cuenca/, la Guardia Civil ha desalojado un campamento guerrillero y han
matado a todos los guerrilleros.
Levantamos el campamento y salimos para informarnos
de lo sucedido. Todo se confirma: El campamento de Cerro Moreno, dando
vista e Santa Cruz de Moya, lo integran 18 guerrilleros; en el momento
del asalto, en la madrugada del 7 de noviembre: de 1949, solamente hay
en él 13 guerrilleros pues, los otros 5 han salido en busca de
suministro.
En el asalto mueren: “Ramiro”, “Andrés”, “Eulogio”,
“Bartolo”, “;Vidal”, “Lorenzo”, “Manolo” y cinco nuevos incorporados /creo
que eran todos de por San Martín de Boniches/; el único que se salva,
herido en una pierna, es “Pedro” /Francisco Bas Aguado/.
Se rumorea que la Guardia Civil ha tenido de 18 a 20
bajas.
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1951
En 1951, “Teo” /Adelino Pérez Salvé/, me comunica que
he sido nombrado miembro del Comité Regional.
Nombramiento simbólico, como simbólico es la
existencia del Comité Regional en el monte, en el año 1951.
Sobre el mes de noviembre de este mismo año, “Teo”
sale para Francia; lo acompañan “Sole” /Esperanza Martínez García,
natural de Atalaya, Cuenca/ y “Celia” /Remedios Montero Martínez,
natural de Mohorte, Cuenca/.
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1952
A comienzos del año 1952, “Teo” regresa de Francia y
trae la orden de evacuación de la AGLA.
Me comunica que la dirección del PCE me ha nombrado
responsable para la realización de este tarea.
Me da cuenta del plan establecido en Francia y desde
el primer momento le digo a Teo que no estoy de acuerdo con el plan,
pues no se tiene en cuenta para nada que pueden surgir imprevistos.
El 25 de abril de 1952, “Teo” sale nuevamente pera
Francia; lo acompañan dos guerrilleros hasta dejarlo fuera del monte.
Cuando estos dos guerrilleros regresen, tenemos pensado levantar el
campamento y salir para el grupo del “Paisano”; una vez reunidos con
éste, ir en busca del grupo de “Moreno”.
Dos días después de la salida de “Teo”, el 27 de
abril de 1952, la Guardia Civil nos asalta el campamento. Nos
encontramos en él: “Zapatero” /Simón Aparicio Modesto/, “Emilio”,
“Grande”, “Francisco”, “Manolo” /es el radista para los contactos con el
PCE/, “Fortuna” y yo.
En el asalto, muere “Emilio”; “Grande” sale herido y
a “Fortuna”, herido, lo coge la Guardia Civil y canta todo lo que sabe y
más. “Manolo”, ha tirado la mochila donde lleva la emisora, y nos hemos
quedado sin contacto con el PCE pare los restos.
A todo esto, nos hemos quedado casi sin munición para
las metralletas.
Pare que “Grande” no me diga que soy un animal, le
doy de convalecencia 10 o 12 días de marcha.
Reunidos con el “Paisano”, salimos todos en busca del
grupo de “Moreno”.
Como consecuencia de las declaraciones de “Fortuna”,
la Guardia Civil tiene montada una emboscada en la estafeta que tiene el
“Paisano” con “Moreno”.
1El 14 de mayo de 1952, el “Paisano” cae en le
emboscada y la Guardia Civil lo mata al ir a retirar la estafeta.
1Todo se complica de manera alarmante: ¿Dónde buscar a
“Moreno” y su grupo?.
Estos son algunos de los imprevistos que el PCE no ha
sabido tener en cuenta.
Para dar con “Moreno”, no nos queda más remedio que
ir recorriendo todas las estafetas que éste conoce para ver por dónde
nos dé señales de vida. De este modo logramos dar con él a las cinco o
seis noches de andar buscándolo.
A partir de la muerte de “Paisano”, para nosotros no
queda ninguna duda de que “Fortuna” ha cantado. Los nervios los tenemos
de punta y la inseguridad en la realización del plan trazado por los
dirigentes del PCE de acuerdo con “Teo”, se apodere de todos, y de mí el
primero. Hay que salir de la zona de la AGLA antes que sea demasiado
tarde. De acuerdo con el sentir de todos los guerrilleros, decido salir
en un solo grupo camino de Francia.
Este grupo lo componemos: “Manolo” /el radista sin
emisora/, “Zapatero”, “Grande”, “Moreno”, “Ventura”, “Angelillo”,
“Víctor” o “Larry”, “Jacinto”, “Salvador”, “Simón”, “Francisco”, “José”,
“Fernando”, “Gregorio”, “Viejo”, “Amador”,“Tomás”, “Rubio” y yo
/“Chaval”/. A buen seguro que en esta lista me olvido de algún nombre
pero no serán más de dos o tres.
De entre la Sierra de Gúdar y la Sierra de los
Monegros /Teruel/, salimos para Francia, en el mes de junio de 1952.
Después de 20 ó 25 días /noches/ de marcha; con despistes de miedo en la
ruta, que motivan serias discusiones con “Manolo” Porque él, como no
hace nada, nunca se equivoca; llegamos a tomar contacto con los guías
que envía el PCE para cruzar la raya fronteriza.
En julio de 1952, cruzamos la frontera por las
proximidades de Arnélie-les Bains, cerca de Ceret /Pirineos Orientales/.
Lo que no ha conseguido la Guardia Civil en seis años
y medio de guerrillas, lo consigue la Gendarmería a las 24 horas de
haber pisado territorio francés: Una “buena organización” de los
servicios de pasos del PCE, hace que sea detenido por los gendarmes en
Ceret; dos o tres días después, me lleven al puesto de Cervera y por la
noche me conducen a la frontera española pero no me entregan a las
autoridades franquistas; me dejan solo en la frontera y los gendarmes
regresan a Cervera. Con las mismas doy media vuelta; dos noches mas
tarde estoy llamando en la puerta del enlace francés.
Nuevamente se organiza mi salida del monte.
Medianamente, esta vez todo parece estar mejor organizado. Digo que
parece porque desde Toulouse haga el viaje a París por tren y sin
documentación.
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1955
Permanezco en Francia /sin documentación/, hasta el
mes de abril de 1955, en que el PCE me envía a Praga / Checoslovaquia/.
En Checoslovaquia, existen dos colectivos de comunistas españoles: uno
en Praga y otro en Ustí-nad-Labem /región de los Sudetes/.
Me destinan al colectivo de Ustí y empiezo a trabajar en una fábrica
metalúrgica.
La política del PCE, en lo fundamental, sigue siendo
la misma: de cara a España... y se mantendrá hasta la muerte del
dictador Franco, el 20 de noviembre de 1975.
La tarea política fundamental de los comunistas
españoles en la República Socialista Checoslovaca es estudiar; hacernos
cuadros del Partido; aprender de las realizaciones de la construcción
del socialismo para, mañana, aplicar estas enseñanzas en nuestra España.
Es decir; nuestra estancia en Checoslovaquia se considera algo
temporal...
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1960
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Conozco a una camarada española que reside en Praga,
Trinidad Sardina Merino, que será mi compañera y amiga sentimental.
Me traslado a vivir en Praga. No hay casamiento con
documentos que así lo atestigüe, pero vivimos juntos 42 años; hasta el
22 de octubre del año 2002 en que, tras larga enfermedad, muere de
cáncer de pulmón.
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1965
Conozco el Embajador de la República de Cuba en Praga
y me convence para que me vaya a trabajar a la Embajada de Cuba.
Estoy trabajando con los cubanos hasta el año 1990;
tengo ya 69 años.
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1968
Primavera de Praga.
Después de 29 años, me veo con mi madre y mis
hermanos en Perpiñán el año 1968. Mi madre esté hecha una viejecita,
pero no ha perdido su carácter...
mantiene todas sus facultades mentales y sigue haciendo frente a todos
los avatares que le vida le depara: han muerto mi hermano Santiago y mi
hermano
Félix.
Estando en Perpiñán, nos enteramos que las Fuerzas
del Pacto de Varsovia han invadido Checoslovaquia.
Me despido de mis hermanos y me abrazo a mi madre
porque, con mi mujer, vamos a regresar a Praga. Ya no he vuelto a ver a
mi madre.
Antes de que el Comité Central del PCE publique su
Comunicado sobre los acontecimientos de Checoslovaquia, el colectivo de
comunistas españoles en Praga y Ustí-nad-Labem, nos reunirnos para que
cada uno exponga su posición de cara a estos hechos. Estén presentes en
la reunión Juan Modesto, Enrique Lister y Sebastián Zapirain. La condena
a la invasión de Checoslovaquia por las Fuerzas del Pacto de Varsovia
/léase soviéticas/, es general: no hay ningún voto en
contra ni ninguna abstención. Esto se hace constar en el Acta que se
levanta de la reunión.
Enrique Lister, que ha votado condenando la invasión,
viaja a Moscú y a su regreso, ya ha cambiado la chaqueta: está de
acuerdo y apoya la invasión de Checoslovaquia por las tropas soviéticas.
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1975
A raíz de los hechos de Checoslovaquia, los
dirigentes del PCE en Praga, hoy uno y mañana otro, van tomando las de
Villadiego, lo que me hace decir en una reunión: “Cuando el barco hace
agua, hasta las ratas lo abandonan”.
Aquí vamos quedando, los que se quedan siempre que
las cosas se ponen feas para las dirigentes: los soldaditos de a pie.
El día 21 de noviembre de 1975, es un día memorable
en mis recuerdos; tenemos fiesta mayor en casa: la Radio Checoslovaca da
la noticia de que el día anterior, 20 de noviembre de 1975, Francisco
Franco, Caudillo de España por la Gracia de Dios, de los piquetes de
ejecución, de las cárceles y de la “Ley de Fugas”, a muerto.
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1977
Se abren dos largos años de incertidumbre a los que
trata de poner fin el gobierno Suárez: el 9 de abril de 1977, el
gobierno Suárez legaliza al PCE. Cinco meses más tarde, en septiembre de
este mismo año, tiene lugar el “Pacto de la Moncloa” que firma el PCE
dirigido por Carrillo.
PACTO DEL COMPLOT DEL SILENCIO, lo llamo yo, y me
parece que está más de acuerdo con sus contenidos: Carrillo no
reivindica en ningún momento la larga lucha antifranquista del PCE;
silencia todo aquello que guarde relación con la lucha armada contra el
franquismo. Las guerrillas, que un día alentara y dirigiera Santiago
Carrillo, son ahora un obstáculo, una piedra colocada en su camino y que
hay que pasar por encima.
Ya no cuentan los camaradas caídos en la lucha; ya no
cuentan los miles de puntos de apoyo y enlaces de las guerrillas
encarcelados, y muchos de ellos asesinados por el régimen franquista. El
“Pacto de la Moncloa” es el PACTO DEL COMPLOT DEL SILENCIO para los que
mas han dado por la democracia en España.
Tengo 56 años y el día 6 de diciembre de 1977,
consigo mi primer pasaporte español.
Desde 1939, es el primer documento Español que me
puedo guardar en el bolsillo.
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1978 a 2003
La Prensa española y los políticos “antifranquistas”
se desgañitan pregonando la democracia y la reconciliación de los
españoles y me pregunto: ¿Con quién me puedo reconciliar?.
La Monarquía parlamentaria y todos los gobiernos que
se han venido sucediendo, me condenan al exilio, lo mismo que me condenó
el régimen franquista. No me pueda reconciliar con una España que me
condena al exilio, llámese como se llame.
El problema de los exiliados políticos, es un
problema a solucionar a por el Estado español. España, como en los
mejores años del régimen franquista, sigue siendo “diferente”.
En todos los países, después de la Segunda Guerra
Mundial, a los combatientes antifascistas y por la democracia, los
gobiernos les han reconocido unos derechos y los que estaban en el
exilio, han sido repatriados a cargo del Estado. Esto ha sucedido en
todos los países de la Comunidad Europea. ¿Cuándo se colocará España a
esa altura?.
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2004
Desde que salí de España en 1939, vivo con la
esperanza de regresar un día; me resisto cuanto puedo a toda clase de
asimilaciones y no me integro en ninguna sociedad... nací español, me
siento orgulloso de ello... y español moriré cuando suene mi hora.
Se equivocó Antonio Machado cuando dijo: “Españolito,
una de las das españas te haré llorar”.
Las dos españas me hacen llorar.
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En Praga, a 3 de febrero de 2004.
Serranía de Cuenca.
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Entrevista a Remedios Montero y Florián
García.
ENTREVISTA A FLORIÁN GARCÍA “GRANDE” Y REMEDIOS MONTERO “CELIA”. PEDRO PEINADO Y DOMINGO RUIZ
IV JORNADAS EL MAQUIS EN SANTA CRUZ DE MOYA. CRÓNICA RURAL DE LA GUERRILLA ESPAÑOLA. MEMORIA HISTÓRICA VIVA.
Santa Cruz de Moya, 2, 3 y 4 de octubre de 2003.
Dentro de nuestro proyecto Territorio
Maquis, mantuvimos esta entrevista en Cofrentes con Florián
García, Remedios Montero y Francisco Molina, hijo de La Madre.
Primavera de 2002.
Pedro Peinado Domingo Ruiz

¿Cuándo entras en contacto con la Madre?
Florián:
El primer contacto lo tuvimos a mediados 1946. Fruto
de una ampliación del territorio dónde operábamos. Si no me falla la
memoria, sería en ese año cuando conocimos al dueño de la casa que era
ganadero. Nos presentamos, le dijimos quiénes éramos y desde ese momento
tuvimos en esa familia uno de nuestros mejores puntos de apoyo. Todo lo
que ellos podían hacer en apoyo nuestro.
Francisco Molina:
Sabías que mi padre llevaba ovejas y un día le
salisteis por la montaña y les pedisteis comida y le dijisteis quiénes
erais. Entonces mi padre os propuso solucionar ese problema, el de la
comida. En mi casa había unas trescientas cabezas de cabras que estaban
en la montaña y mis hermanos llevaban el atajo. A mi no me gustaba el
ganado, yo era de los que me gustaba llevar el par de los machos.
Recuerda que cuando se nos murió un macho, vosotros apoyasteis a mi
padre para comprar el macho. Estando "El Chaval", a mi prima, la de mi
tía Julia, le ayudasteis a que se operara del pie. Y eso lo hicisteis
quizás al ver la buena intención y la bondad de mis padres. Esa
confianza no se puede olvidar.
¿Es cierto que vosotros les ayudasteis
económicamente?
Florián:
Siempre que fue necesario y estuvo en nuestra mano, ayudábamos
a los puntos de apoyo que sufrían necesidades. No olvides que nosotros, hubo un
momento que no andábamos bien de dinero, pero dimos un golpe al tren cerca de
Teruel y recogimos una cantidad respetable de dinero que utilizamos para ayudar
los campesinos que lo necesitaban y a nuestros camaradas de Valencia y otros sitios
donde desarrollaban tareas políticas.
¿Cuál era el destino de los golpes económicos o como también
solías llamar "recuperaciones"? ¿Cómo repartisteis el dinero después del asalto al
tren en la estación de Caudé?
Florián:
Parte del dinero se dio a las organizaciones que nos apoyaban. El
que más lo hacía era el Partido Comunista, entonces parte de ese dinero lo dimos para
la organización del partido y para todos los que trabajaban en la clandestinidad contra
Franco. El resto, nos lo quedamos para comprar las cosas, o como decía antes, si había
un punto de apoyo que tuviera una gran necesidad, nosotros les ayudábamos.
¿Remedios, cómo era la vida de una mujer en los campamentos guerrilleros?
Remedios:
En los campamentos guerrilleros era muy difícil, lo mismo en los
campamentos que en todas las marchas de guerrillas, claro, no podías hacer nada. No
podías cambiarte, lavarte, no podías, nada más que de uvas a peras, cuando había un
río cerca ir y lavar la ropa y lavarte. Pero dentro de lo difícil que era, nosotras
nos manteníamos muy bien y estábamos contentas pues era menos difícil que estar en
la guerrilla del pueblo. En el pueblo estabas siempre pendiente de la guardia civil
y no podías defenderte con nada. En cambio aquí, estabas con ellos y tenías un arma,
y siempre tenías una ayuda para poder sobrevivir. Por otra parte, la vida en el
campamento era estudio. Te levantabas y después de desayunar lo que teníamos, lo que
podíamos, te ponías a estudiar. La mayoría de nosotros sabíamos muy poco, cuanto leer
o escribir, entonces había gente muy capacitada que nos daban clases. Lo empleábamos
en capacitarnos, en adquirir cultura y políticamente. Había reuniones, participábamos
en todas las reuniones, si había que tomar decisiones, las tomábamos todos en
conjunto. En fin no había ninguna, ninguna discriminación. Es una cosa que lo mismo
éramos nosotras que eran ellos, nada de decir las chicas, éramos camaradas todos y así
se hacía en el campamento. No podíamos hacer muchas actividades porqué claro en un
campamento teníamos que estar quietas y no hacer muchos ruidos y tener siempre mucho
cuidado. Siempre había guardia alrededor. Lo que no hacíamos era ir a suministrar. Era
llevar mucho peso e ir muy lejos y cosas de esas. Decir que lo recuerdo con mucho
cariño a pesar del sufrimiento, recuerdo con mucho cariño esa época porqué es donde
aprendí a saber que una mujer era igual que un hombre, que nos trataban igual y que
podíamos desempeñar el mismo papel. Es donde me conciencié que éramos iguales.
¿Cuándo te incorporaste a las Guerrillas?
Reme:
En guerrillas en 1949. Me incorporé porqué me descubrió la guardia
civil después de haber estado durante dos o tres años haciendo de punto de apoyo. Se
trataba de ir a la cárcel o subirme al monte, con lo que me subí al monte. Estuve dos
años con ellos en el monte.
¿Háblanos de la Madre?
Reme:
En los primeros meses, después de mi incorporación, oí hablar mucho
de la Madre y la Madre, y tenía unas ganas enormes de conocerla. Con el tiempo, vinimos
por estos parajes, cerca de Cofrentes, y la primera oportunidad que tuvimos de bajar a
su casa, fue cuando conocí a la Madre. Me causó una impresión inmejorable, porque era
una mujer pequeñita, pero todo lo que tenía de pequeña, lo tenía de buena, de buena
voluntad, de maravillosa, no sabía qué hacer con nosotros, incluso cuando yo salí de allí
para Francia, estuve en su casa, me tintaron el pelo, para ir disfrazada y que no me
conocieran, en fin, hemos tenido con ella unas relaciones muy buenas. No la volví a ver
hasta que me metieron en la cárcel. Ella estaba en la cárcel porqué la habían descubierto
ya que en su casa teníamos a una hermana de Esperanza, una chica joven que la sacaron del
monte para que estuviera allí. Y la tuvieron un año o medio año. Cuando ya se descubrió
todo, los metieron a la cárcel y en ella nos encontramos. En la Cárcel, era igual de
animosa, igual de cariñosa, en fin, yo, igual que todos, la queríamos muchísimo.
¿Cómo se puede concebir que personas sin apenas conciencia política,
cuando aparecen los guerrilleros cerca de donde viven y trabajan, sean solidarios con ellos?
Reme:
Se comprende porqué es gente de izquierdas también, porqué a pesar de
todos lo que dicen de nosotros, nos conoce, y al conocernos nosotros les decimos quienes
somos, lo que queremos, por lo que estamos luchando y claro, ellos, no cabe dudad que están
de acuerdo, bien porque es gente de izquierdas, no es gente franquista y se da cuenta de
que necesitamos ayuda. Gente de esta buena, pues hemos tenido muchísima.
Florián:
Añadiendo a lo que ha dicho Remedios, los campesinos, aunque políticamente
no estaban preparados, no olvidaban lo que había sido la República. La República les había
dado la tierra y cuando llegó Franco, les quitaron todas las tierras, así que la mayor parte
de los campesinos, aunque no entendieran mucho de política, se acordaban de la República y
eran partidarios nuestros, porqué sabían que nuestra lucha era continuación de la lucha que
habíamos tenido defendiendo la República contra los traidores militares. Y eso era
fundamental, y quería señalarlo para que eso se tenga en cuenta porqué algunas veces no se comprende.
¿Cuáles eran las labores principales que desarrollaba un enlace?
Florián:
Había varios tipos de enlace. El enlace de los pueblos, que venía a
suministrarnos, que era el trabajo que realizaban Reme y Soledad en su pueblo y muchas mujeres
ya que tenían más facilidades ya que el enemigo sospechara menos de ellas. Y luego teníamos
los que enlazaban de grupo a grupo y esos tenían la misión de conducirnos, eran los que nos
orientaban y en general eran nombradas entre las personas que conocían bien el terreno y nos
guiaban y tal. Una cosa que ya conocéis, es que nosotros utilizábamos siempre las estafetas que
se llamaban. Se ponía un papel debajo de una piedra, en un pino, ya de acuerdo, y allí se ponía
si había novedad. Igual si íbamos a una casa de un punto de apoyo, como si íbamos a un campamento
de otro grupo. Antes de entrar o antes de llamar a la puerta de un punto de apoyo, teníamos que
mirar que había, si había novedad o no, comprendes, y eso era lo que hacían este tipo de
enlaces. Luego teníamos un enlace con Francia y todos los meses hacía un viaje a Francia con la
que manteníamos un contacto regular.
¿Las notas que dejabais en las estafetas estaban en clave?
Florián:
No en general poníamos: no hay novedad, hay novedad. Algunas veces podía
ocurrir, pero lo que interesaba era saber si había guardia civil, si había peligro o no había
peligro. Luego, ya casi al final, como ellos aprendieron mucho, les decíamos al punto de
apoyo, que dejara, además, una ventana abierta o cerrada, si venían o se iban, es decir
dependiendo de cómo tuviera la ventana conocíamos si había peligro o no. Había que ir afinando
porque ellos aprendieron mucho, sobre todo al final, cuando se constituyeron las contrapartidas,
que hacían vida en el monte, eran grupos de ocho o más hombres y dormían en el monte y se
presentaban como si fuéramos nosotros. Hubo un momento en el que hubo de decir a los puntos de
apoyo que denunciaran a los que se les presentaran como guerrilleros si no había entre ellos
algún conocido, para evitar que los llevaran a la cárcel.
¿Qué ventajas tenía ser mujer para realizar el trabajo de enlace?
Reme:
Tenía bastante ventaja, tú sabes que las mujeres hemos estado discriminadas,
siempre. La mujer no ha hecho nada, la mujer para casa. El hombre era el que tenía que hacer el
trabajo de todo, y claro, nosotras, en aquella época, lo mismo Esperanza que yo, éramos dos
crías que teníamos de dieciséis a dieciocho años y nadie se iba a pensar que nosotras íbamos a
meternos a esa faena. Y nos vino muy bien. Entonces, Esperanza venía desde, Atalaya, una aldea que
estaba a una hora del pueblo, Morte. Unas veces, venía con una borrica que tenía, otras veces, nos
íbamos con un caballito blanco que yo tenía, y nos íbamos a Cuenca porque en los pueblos no se
podía comprar, eran pueblos pequeños, nos conocía todo el mundo, todo el mundo nos señalaba como
que éramos rojos, rojos, rojos, así todo el mundo nos tenía vigilados al completo. No había mucho
dinero, así que si tu ibas y comprabas más de la cuenta era muy visto y era muy peligroso. Entonces
nos íbamos a Cuenca por la mañana, comprábamos en diferentes sitios y nos volvíamos. Había veces que
hasta eso era muy difícil porqué en el camino había parejas de guardias civiles, y había veces que
no te miraban, pero si miraban y nos veían que llevo esto o llevo lo otro, se iban a mosquear y que
les íbamos a decir. Recuerdo que una de las veces nos encontramos a una pareja de la Guardia Civil y
nos paró. ¿De donde venís? De Cuenca ¿Y qué lleváis? Y yo así en un plan de chunga le digo: Qué
llevamos, pues bombas, qué se cree usted que llevo, bombas. Y aquel se echó a reír. Mírelas, mírelas,
a ver si le estalla alguna, pero todo en guasa y como era una cría, a aquel le dio por reír:
Va, Va, iros, iros.
Cuando volvíamos de Cuenca, cerca de mi casa, a las afueras, tenía un pajar y allí
descargábamos la comida y lo que les llevábamos. Que no había peligro, nosotras les dejábamos en la
estafeta el aviso y bajaban ellos al pajar a recogerlo. Si por casualidad había guardia civil o algún
peligro, éramos nosotras, cuando ya había pasado, que a la madrugada nos acercábamos a lo más próximo
de los pinos y les llevábamos la comida. Era muy difícil la vida del punto de apoyo y con la
contrapartida, más aún. Iban disfrazados, te tocaban en las ventanas, se hacían pasar por guerrilleros
y no sabías que hacer. Nosotros como estábamos avisados no les hacíamos ni caso, pero llegó un momento
que nos descubrieron. Al día siguiente de venirnos al monte, la guardia civil se presentó en nuestra
casa para detenernos.
¿Cuándo te vas al monte, tu padre ya se había incorporado a la guerrilla?
Reme:
No. Nos incorporamos mi padre, mi hermano de 16 años y yo. Mi madre ya había
muerto. A mi padre lo mataron a los cuatro o cinco meses, a mi hermano, al poco tiempo y solo quedé
yo. Estuve con Esperanza, porque a sus dos hermanas las sacaron fuera. A una, a la casa de la Madre y
a la otra a casa de otros camaradas. Pero a mí me mandaron a Villalonga, un pueblo cerca de Valencia,
porque querían reorganizar el partido. Estuve cuatro o cinco meses allí, pero también me descubrió la
guardia civil. Tuve la mala sombra de que coincidió que un guardia civil era natural del lugar de
nacimiento del que yo llevaba en la documentación. Volví al monte a través de los puntos de apoyo que
tenía. En Utiel me escondieron y dieron aviso de que vinieran a por mí. Estuvimos cinco meses, pero
cuando se iba a deshacer la guerrilla nos enviaron a Francia a Esperanza y a mí, con el fin de que
hiciéramos de enlaces para llevarnos a gente del monte. Tuve tan mala sombra que en el primer viaje que
hice, al salir, venían camaradas conmigo para pasarme y al salir de Francia, en la frontera hubo un
revuelo de gendarmes muy grande y cogieron a uno. El partido mandó a Esperanza, como era la única que me
conocía, para que me dijera que cambiáramos de frontera, pero el que venía con ella era un traidor, y al
pasar a España la entregó a ella y delató nuestro camino. En Salamanca había recogido a tres camaradas e
iniciamos el camino de vuelta, pero al llegar a Burgos estaba todo rodeado y la Guardia Civil nos detuvo
y a la cárcel.
¿Cómo recibiste la noticia de la muerte de tu padre y de tu hermano?
Reme:
Muy mal. La recibí muy mal, porque mira, si hubiera sido en una batalla, que dices
bueno tienes un tiroteo y en una batalla mueres y eso, pues me hubiera conformado más. Pero, al ser de
una manera tan tonta, que fue porque no tuvieron cuidado, que fue porque el que al frente de él, que era
el Manco de la Pesquera, en vez de hacer frente los abandonó y se fue y cada uno tuvo que ir por su
sitio, pues me dolió más, porque dije, claro, podían haberse salvado. Y con mi hermano pasó igual. Fue
por no hacer caso de los que les dijeron y fue por un imprudencia. Cuando tu sabes que caes luchando, te
das más ánimos, pero cuando caes por una imprudencia, es normal que te rebeles y digas, pero bueno y esto
por qué. Tengo que deciros también que mataron al primer hermano que se fue a guerrillas en Cuenca. Fue
allí a hacer un servicio y tenían que ir a la plaza Mayor, cuando llegaron, había habido un chivatazo, los
habían rodeado y allí los mataron.
¿Cuáles eran las dificultades con las que se encontraba un jefe guerrillero?
Florián:
Las dificultades con las que se encontraba un jefe guerrillero eran muchas. En
principio, los primeros grupos guerrilleros, parte de ellos, políticamente no estaban muy bien preparados.
Y había que convencerlos, por ejemplo, os voy a contar un caso curioso, cuando nosotros nos incorporamos, que
a mí me recomendaron eso, que políticamente había que ayudarlos, planteamos que si nos encontrábamos con la
guardia civil, había que darla el alto. Y el grupo aquel de guerrilleros se me echaron a reír a carcajada
limpia. ¿Tú que sabes de esto? ¿Cómo le vamos a dar el alto a la Guardia Civil? Pues naturalmente. Tu apuntas
con tus fusiles a la guardia civil y le das el alto, y si la guardia civil intenta utilizar las armas, disparas
tu. ¿Pero cómo vamos a hacer como ellos, dispararnos sin dar el alto a nadie? Y eso nos costó un trabajo enorme,
pero, poco a poco, fuimos convenciendo de lo que había que hacer. Hacíamos muchas reuniones, siempre que íbamos
de marcha, al otro día, hacíamos la reunión con los defectos que se habían producido. Cuando había operaciones
igual. Se repasaban las faltas que habíamos cometido y cómo se podía hacer mejor. Y eso era una cosa diaria, no
se hacía ninguna marcha ni operación que no hubiera reunión. A parte, había las reuniones políticas. Nosotros
recibíamos materiales de Francia, no nos faltaba material y entonces teníamos en cuenta eso. Luego también
comunicábamos con Radio España Independiente que nos informaba de los movimientos de la guardia civil, de la
existencia de chivatos, etc. Nosotros teníamos una emisora para enviar mensajes. Luego hubo chicos, pastores, y
gentes que se habían visto en peligro y se incorporaban a la guerrilla, pero no tenían ni idea. Había que
prepararlos, enseñarles a leer y a escribir. En la Escuela de la Agrupación no tan solo se hablaba de explosivos
y de armas, además se enseñaba cultura general. Había que tener mucha paciencia y saber tratar a cada
persona. Teníamos un chico que era de Valencia, que era músico y tenía mucha gracia y cuando hacíamos una
reunión, el siempre veía que había dos o tres guerrilleros que nunca hablaban y les preguntaba ¿tienes novia? A
ver, ¿cuéntanos como te va con la novieta y entonces el otro hablaba y hablaba y así se soltaban. Empezaban a
hablar de la novia y luego ya intervenían en todo, cuando hablábamos de un artículo de un periódico. Por
ejemplo, cuando Tito, vosotros sabéis que hubo una campaña de que era un traidor, pues bueno, cuando nosotros
recibimos el informe aquel, en el que decía que era un traidor y estaba con el enemigo, uno de los hombres de mi
sector, que yo le llamaba "mi jefe de estado mayor" porque era de Titaguas (Valencia) que luego he tenido, cuando
murió, la oportunidad de participar en su homenaje, era un hombre de un gran sentido común y con conocimiento del
terreno tremendo. Cuando estábamos hablando de esto, el hombre, que me tenía una confianza enorme si no quizás no
se hubiera atrevido a decir: "Mirar camaradas, creo que Tito pueda haber cometido errores, pero no me creo que
Tito sea un traidor, no me lo creo". Y yo apoyé su opinión. Vamos que los guerrilleros no hicimos caso del informe
que nos mandaban y punto.
¿Cómo funcionaba la distribución de "El Guerrillero", el órgano de prensa de la Agrupación Guerrillera de Levante y Aragón?
Florián:
Nosotros hacíamos un número al mes. Se tiraba en el monte, aún debemos tener material del que
se necesitaba para editarlo, a saber dónde. Era muy difícil, lo distribuíamos a través de nuestros puntos de
apoyo. Si mal no recuerdo se organizaron las rutas democráticas, en diferentes lugares, que no conseguimos muchos
triunfos en eso, pero por ese medio hacíamos la distribución de El Guerrillero, que editábamos.
¿La infraestructura para editar la teníais en el Monte o contabais con apoyo en Valencia o cualquier otro lugar?
Florián:
Teníamos contactos con Valencia, pero lo fundamental lo hacíamos nosotros en el monte, porque
precisamente uno de los jefes de la agrupación, que era de Buñol, que lo fusilaron, cayó, en parte, porque se iba
con frecuencia a Valencia y cogió tal confianza que un día lo detuvieron y lo fusilaron, su nombre era "Andrés". En
nuestra lucha era muy difícil, se tenían que tomar una serie de medidas que eran necesarias, imprescindibles, por
ejemplo, no dormir nunca en una casa, no meterte en una cueva, comprendes, no tener amistades, por ejemplo tener
novia o visitar a la novia, no enviar nunca una carta, porque eso comprometía, era una cosa muy dura y alguno de
los guerrilleros que cayeron, hay que decir, que alguno de los camaradas cayeron por no observar, por salirse de
las normas que había que seguir, o sea que era muy difícil.
¿Cómo sancionabais las indisciplinas o el no respeto de las normas?
Florián:
Había que convencerlos que era por su propia seguridad, porque otro medio no teníamos. No
teníamos una cárcel y le condenamos a ..., comprendes. Así que nada, sino era un traidor, porque claro, si era un
traidor, pues claro, se le colgaba de un pino, pero si no era un traidor, los medios con los que contábamos
era el convencimiento.
¿Qué sensaciones tuvisteis cuando os visteis obligados a ejecutar a alguno de vuestros compañeros porque se consideraba que era un traidor?
Florián:
Pues fatal, fatal, recuerdo que solamente vi una vez, que Pepito el Gafas y los que se
reunieron, porque se organizó como un tribunal y lo condenaron y para mi fatal. Desde luego, sobre ese aspecto
siempre estaba en desacuerdo cuando había que votar, pero no había otra solución en ese aspecto.
Reme:
Una cosa que se castigaba, que a mí me hacia mucha gracia, es que si era una falta
leve, había que ir a por agua al río y cada vez iba uno, pues al que se le castigaba tenía que ir toda la semana
a suministrar y siempre acompañado por otro.
¿De todas formas era una tarea que entrañaba peligro ir a por agua?
Florián ríe.
Remedios:
Ya lo creo, a más de uno nos han matado por ir a por agua.
¿Cuál es el papel que aldeas, como Las Casas del Marqués, Higueruelas o los rentos de Orchova, tuvieron en vuestra vida en el monte?
Florián:
Fundamentales. Los puntos de apoyo fueron para nosotros fundamentales, sin los puntos de apoyo
no hubiéramos podido existir, eran los que nos suministraban, comprendes, y sin ellos no hubiera habido forma de
sobrevivir. Siempre los movimientos estos, siempre pueden resistir si tienen la ayuda de los puntos de apoyo, sino
no podrían resistir. Por eso cuando cambio el panorama, a partir del 48, cuando todas las democracias han reconocido
a Franco, creció la moral de la guardia civil y de los fascistas y la cosa se hizo mucho más difícil. Pero para los
puntos de apoyo se puso mucho peor. Tenían el peligro de que les venía la guardia civil, que venían los
guerrilleros, que se presentaba guardia civil que no era guardia civil que eran guerrilleros y se presentaban guardias
civiles que no iban vestidos de guardias civiles y que decían que eran guerrilleros.
Recuerdo que un día venían los camaradas indignados porque un campesino les había dicho que qué
hacíamos allí, porqué no nos marchábamos ya, y venían todos indignados. Era en el 48. y los camaradas se quedaron
sorprendidos cuando les dije: "Y ese campesino lleva razón" La situación se había puesto de tal manera... en los
movimientos guerrilleros es fundamental contar con puntos de apoyo.
¿Es cierto que en poblaciones como Higueruelas, Las Casas del Marqués habíais llegado a celebrar
el día de la República y bajabais a bailar y a confraternizar con los pobladores?
Florián:
No solamente el día de la república, el día de navidad, poníamos las guardias y los enviábamos
a bailar. Y anda que la aldea del Marqués y eso, había de cada chavala por allí que bailaban como dios y a mi que
siempre me ha gustado el baile y que he tenido poco tiempo, pues aprovechábamos la noches. Poníamos la guardia y ya
está. Por ejemplo, hay en la Aldea del Marqués y en eso, en Tormón, ha habido varios y en otros pueblos que no
recuerdo habíamos bajado al baile.
En casa de la Madre no había para eso, pero también pasábamos por las casas. Yo conocía muchos
chistes, cuando los campesinos, a lo mejor, si los veía algo nerviosos cuando nos encontraban les contaba los
chistes. Y al despedirnos, nos decían, no tengan prisa, no tengan prisa. Cuando le contábamos los chistes, ya no
tenía prisa en que nos marcháramos. La Guardia Civil decía: "Este hijo de Satanás de Grande, que encima nos
entretiene a los campesinos con chistes y están encantados con él".
¿A pesar de esos contactos con la población, nunca pernoctabais en las aldeas?
Florián:
La orden era que no se podía dormir, nunca, nunca, en una casa. Había que estar una hora o había
que estar dos, pero luego había que marcharse. Siempre había que dormir bajo una tienda de campaña, tampoco en una
casa aislada, siempre en una tienda de campaña, y sabes por qué, la razón es muy sencilla. La tienda de campaña en
un momento de precipitación o asalto de la guardia civil, de una patada la tirabas y salías, y se te metías, que
hubo algunos amigos que cometieron ese error, meterse en una cueva, pues claro, cercaban eso y quién salía de
allí. La mayoría de las veces, si se salvaba alguno era por cabra. Sin embargo, la tienda de campaña, como esas de
las que van de campo y tal, eran la que utilizábamos nosotros.
¿Los componentes de la Agrupación Guerrillera de Levante y Aragón, eran todos comunistas?
Florián:
No, había de todos. Lo que pasa es una cosa, el Partido Comunista fue el que organizó, en
general, las agrupaciones, después de los que se habían incorporado ya cuando estaban en peligro sus vidas, pero
a pesar de que el Partido Socialista no estaba de acuerdo con las guerrillas, había socialistas. Los de la CNT si
que había más y algunos iban por su cuenta o eran grupos diferentes, pero en nuestro sector también ocurría. Recuerdo
de dos de la CNT que eran jefes de grupo y que los mataron a los dos, que eran unos combatientes buenísimos y
disciplinados, pese a que siempre se ha achacado a los anarquistas su falta de disciplina como un defecto. Y yo les
recordaba, pues claro vosotros sois muy jóvenes, durante la Guerra Civil, en la lucha, Durruti que era uno de los
dirigentes más prestigiosos de la CNT, cuando la defensa de Madrid le hicieron unas preguntas y él dijo: "Nosotros
renunciamos a todo menos a la victoria" y ya sabéis a Durruti lo mataron, no lo sabemos quién lo mató, comprendes, y
claro muchos de ellos, es eso, para luchar contra unas fuerzas hay que tener disciplina y utilizar todos los medios
y no puede cada uno irse por su cuenta y decir "a mi no me manda nadie", comprendes. Así que había de todos, pero
quién lo había organizado era el Partido Comunista y, oficialmente fue eso, porqué el partido Socialista no fue partidario.
¿Es cierto que se recibían órdenes de pasar a Francia a algunos miembros de la Agrupación por desavenencias políticas?
Florián:
Que yo conozca no. Por diferencia políticas no. Podía haber, por ejemplo, incluso yo he llegado
a facilitar a un hombre que tenía mucho miedo y pasó a Francia y era un hombre que había sido en la capital un
hombre decidido, llevando cosas, pero sin embargo cuando oía un tiro se descomponía.
¿De que compañeros me podrías hablar?
Florián:
"El Cojonudo" que era mi enlace, que era un tío fantástico, que era un hombre que luego mira, no
se incorporó. Acompañó a una chica a Valencia y era un chico del que se enamoraban todas las mujeres de él. Estuvo
unos quinces días sin subir, y luego le dio miedo subir y le mataron, pero se defendió como lo que era, él era un
hombre. Si os cuento algunas cosas de él. Sabéis que nosotros no podíamos pasar por los puentes, había que atravesar
el río. Y sabes tú en el invierno. Cuando íbamos solos me decía: "Grande ¿morimos en caliente? "Lo que tú digas" Y
entonces él se ponía delante, metralleta así, en mano y yo detrás y pasábamos el puente, pero era cuando íbamos
solos, cuanto que íbamos con el grupo había que mojarse. Con la estatura que tengo yo, me llegaba a veces el agua
hasta el ombligo. El Turia lo tengo yo atravesado.
¿Qué nos puedes decir de Pepito el Gafas?
Florián:
Ese era uno de los hombres mejor capacitados que teníamos, en todos los terrenos. En lo
cultural, os diré, que cuando estuvimos en el campo de Albatera, él daba clases de matemáticas a todos los
profesores e intelectuales que había allí. Él estaba estudiando la carrera de Ingeniero en puertos y canales,
que se dice. El tío en matemáticas era fenomenal y luego tenía una serenidad tremenda y una puntería, en
Valencia le tenían miedo, os contaré que estando en Valencia él, que primero dirigió los grupos de la capital,
ya le buscaban. Y un día que iba hacía donde vivía, vio a una pareja y se dio cuenta que eran policías, y en
vez de salir corriendo y tal, sacó la pistola y haciendo así (girando la pistola sobre el índice) pasó por
la cera del frente de ellos y la policía, ni moverse, porque sabían de su habilidad con las armas. Estábamos
en Madrid en una misma casa y había un armario de luna y él hacía como en las películas del oeste, (y lo imita)
Era un tío fenomenal.
¿Y "El Chaval"?
Florián:
Era un chico muy valiente. Que Chaval era de la CNT, aunque luego creo que al final se
apuntó al partido. Vive, que no he podido tener contacto con él, pero estaba en Checoslovaquia con nosotros
y ahora parece ser que vive en Alemania. Por eso, ahora, cuando lo llamo por teléfono, pero ese vive, era
uno de lo más jóvenes. Era un hombre que cuando íbamos de marcha y alguno de los guerrilleros se cansaba o
le dolía eso y no podían con el macuto. Él les decía: "Dame ese macuto" Y se cargaba un saco de cincuenta
kilos de patatas, "pues me tenía que traer esto".
¿Tu "jefe del estado mayor"?
Florián:
Francisco que le llamábamos, él en realidad se llamaba Emilio, hacía de todo, hacía de
cocinero, era un hombre magnífico. Cuando se murió, fui a Titaguas para hablar de él y todo el pueblo
acudió al entierro, todo el pueblo.
¿Pedro Alcorisa "Matías"?
Florián:
Era un enlace y un guía estupendo, como es del terreno y Matías siempre ha estado con
nosotros. Mira conoce un hecho que yo me salvé por tablas, no sé por qué. En un pueblo de estos, no sé si
Sinarcas o Taluyuelas, había un alcalde que queríamos hablar con él y venía conmigo Matías y dos o tres
más. Era julio o agosto y yo íba con el mono y la pistola la llevaba guardada, cuando vimos al alcalde con
los prismáticos, me dice Matías, "pero va otro detrás". "¿Y no lo conoces?" "No lo conozco". "Pues vamos a
ver". Con que nada, cuando el alcalde ya llega a la altura donde nosotros estábamos, en un barranco, salí,
cogí el ramal de la mula del alcalde y le doy los buenos días, y cojo y veo que el de atrás se pone blanco
como la cera, yo un poquito mosca me retiré y oigo "bang, bang, bang, bang " me disparó todo el cargador. El
primer tiro, se conoce que al saber quién era yo, pues no me tocó, el segundo, ya verás, pegaba unos saltos
de gamo. Una vez que disparó el primer tiro salí arreando, luego ellos salieron corriendo mulo y todo, saqué
la pistola y empecé a disparar, pero ya iban a galope, así que nada, fíjate cómo había sido que cuando
regresábamos, Matías me decía: "pero si te tienen que haber dado". Ni me tocaron. Y sabes que decían los
compañeros, "no te ha querido dar". Sabes lo que pasó, él sabía quién era yo, comprendes, y cuando te dan fama
de una cosa, "El Grande", y el tío no sé si cerraría los ojos cuando me disparó el primer tiro, y no me tocó, y
ahí si que no había duda de la distancia, yo agarrado al ramal del mulo y él encima del mulo. Esa es una de las
cosas que recuerdo con Matías y bueno él fue mi enlace todo el tiempo y él hacia el contacto entre grupos y ha
hecho un trabajo en guerrillas de lo mejor.
¿Cómo vive Matías la muerte de su padre?
Florián:
Pues no lo recuerdo, han pasado tantos años, que ya no recordaba que su padre había muerto
estando él en guerrillas. Ahora cuando me lo dices lo recuerdo.
¿Julián Ramos "El Parra", "Frasquito"?
Florián:
Era un hombre muy disciplinado, fuerte, hacía muy bien su trabajo, era un buen guerrillero. No
sé cómo ocurrió lo de su muerte, porqué no estaba. Yo no estaba siempre con el mismo grupo. Cuando regresé de un
viaje que había hecho, nosotros teníamos seis o siete grupos en el sector y yo tenía que hacer el recorrido para
verlos a unos y a otros, y en un viaje de estos me dijeron que había muerto y era , muy correcto y se portaba muy bien.
¿Llegaste a conocer a un delator de la guardia civil que llamaban el Diablo de Corcolilla?
Florián:
No lo recuerdo. Recuerdo que hubo un traidor que venía de Valencia, pues a "ese" se cometió
la imprudencia de que cuando vino a hablar con nosotros, era ya en el 48, hubo quien dijo "este es un traidor" y
los que estábamos allí reunidos, particularmente el secretario de la Agrupación, dijo, "vamos a dejar eso" y
luego ya no se le volvió a ver. Había denunciado a varios campamentos.
¿Qué opinas del cambio de táctica que quería convertir a La Agrupación Guerrillera en Comité de Resistencia?
Florián:
El cambio de táctica era comprensible. Dejamos de ser la Agrupación Guerrillera y dejamos de
efectuar golpes, para pasar a los Comités de resistencia. La mayoría de los que acudieron desde Francia al Cerro
Moreno, se constituyeron en el Comité Regional y a mí me nombraron responsable de agitación y propaganda. Ese
cambio, a mi juicio, y luego se ha reconocido, lo que se tenía que haber hecho no es cambiar de táctica si no
habernos retirado, pues en el 48 la cosa estaba imposible.
¿Qué sucedió en El Cerro Moreno?
Florián:
En el asalto al campamento de Santa Cruz de Moya, fue una cosa imperdonable, porqué ellos, los
que estaban allí, particularmente el secretario y los que tenían más responsabilidad, fueron los responsables de
que sucediera el asalto, porque nosotros cuando salimos hacia Cofrentes, aquí, donde estamos ahora, les dijimos el
"Chaval" y yo: "Hay que marcharse de aquí mañana mismo, hay muchos rastros y tenemos noticias que ya andan por ahí
y se rumorea que se conoce nuestro sitio, así que debéis retiraros". El Secretario General que venía me dijo:
"Con esta potencia de fuego que tenemos aquí". Y le dije: "No olvides que igual no te da tiempo a coger la metralleta,
así que hacernos el favor de iros". Y cuando llegamos a Cofrentes, y estuvimos por aquí unos días, pues a los tres o
cuatro días, nos dijeron que habían asaltado el campamento de cerro Moreno. Y fue por eso, no pudieron ni defenderse,
y de los trece murieron doce, que es algo tremendo porqué todo el tiempo que hemos estado en guerrillas lo máximo que
hemos tenido, y mira que hemos tenido muchos asaltos a campamentos, es un muerto. Y fíjate en la catástrofe, eso fue
una cosa tremenda, yo me quedé, cuando ocurrió eso, fue una cosa de miedo, vamos, fue un golpe tremendo, porqué ahí
quedamos un tal José María, que le llamábamos, que había sido nombrado para la nueva dirección y yo que era de
propaganda. Dos o tres quedamos de dirección la agrupación.
Francisco Molina:
El manco de la Pesquera y nueve o diez guerrilleros y ahí fue donde le pegaron un tiro en la
pierna. Hay se rodeo al menos de quince guardias y esos quince guardias le estaban apuntando y él les dijo:
"pensar lo que queráis, pero por muy rápidos que seáis tengo una granada en la mano, así que si la tiro morís y yo
también muero, esas fueron frases escritas por uno de los jefes de los guardias. Que vinieron aquí y yo les sentí
que lo contaban. Y de allí se lo llevaron a San Miguel de los Reyes y mi padre, desde la Modelo lo enviaron a San
Miguel de los Reyes y estuvo con el Manco de la Pesquera, estuvo muy poco tiempo, pero una noche se movió algo
entre los encarcelados y sacaron al Manco de la Pesquera al patio y a un pelotón, y lo fusilaron y todos los que
estaban en la cárcel por causa de las guerrillas Levante, mi padre y Jaime, que también estaban...
¿Tú no sé si sabes - Florián pregunta a Francisco Molina- que el Manco de la Pesquera nos
traicionó y contó todo lo que había?
Os traicionó, hizo lo que hizo, pero estas cosas yo no las sabía, pero que hay, en eso, murieron
dos guerrilleros y los enterraron en Castiblanque.
Reme:
Lo único que tenía que haber hecho y no dicho, era haberla soltado y haberlos matado, ya que él
sabía que lo iban a matar. Si él sabe que lo van a matar ¿por qué se deja detener?
Porqué fue un cobarde en ese sentido. Si traicionó a sus mismos compañeros, ese momento no tuvo
el valor de haber cogido y haber volado.
Él sabía que lo iban a matar.
¿Cómo fue la evacuación?
Florián:
Nosotros recibimos la orden en 1952. Teníamos preparado que parte de nosotros íbamos a ir en tren
con documentación falsa, para no ir andando todo el tiempo, pero al producirse en Cofrentes el asalto al campamento
y matar al guía que nos tenía que conducir y también que cayó herido el Manco de la Pesquera, y denunció todo el
plan. Entonces todos nosotros, no puedo asegurar cuantos éramos, creo que unos veinticinco, nos pusimos en marcha que
siempre la hicímos de noche, como es natural, y tardamos a llegar a Francia quince noches. Al no tener el guía, nosotros
íbamos con brújula y eso nos costó más tiempo hacer el trayecto. Al llegar a los puertos de Beceite, sin guía, solo con
la brújula, pues era muy difícil girar a derecha o a izquierdas para salvar aquel obstáculo y nos obligó a dar la vuelta,
eso nos hizo perder tiempo. Pero eso posibilitó que no tuviéramos ningún encuentro con la guardia civil, porque nos
estaban esperando por los lugares que creían podíamos pasan, que posiblemente hubiéramos pasado por alguno, y ya al ver
que no pasábamos creyeron que ya no entraríamos. También los camaradas que nos esperaban en Francia, también estaban
preocupados, porque pensaban que nos había ocurrido algo. Total que ya hicimos ese trayecto de quince noches sin tener
ningún encuentro, hicimos las quinces noches muy bien y llegamos a Francia y al llegar a Francia el partido nos repartió
en diferentes lugares que ya tenían preparados y empezó la organización de dar a cada uno el trabajo que le correspondía
con documentación falsa, a cada uno le daban documentación y a mí me dieron la documentación y trabajé en una cantera y
cuando Franco pidió mi extradición, se hizo un juicio, y el gobierno de Francia consideró que yo no era un bandolero, que
era un hombre político y me pusieron en libertad y después de eso pasé a vivir en Checoslovaquia.
¿Qué sentiste al cruzar la frontera y verte en Francia?
Florián:
Pues esa es una de las emociones que es muy difícil describir. Tú, suponte, que después de llevar tanto
tiempo en España, sin querer salir e España, en el 52 y tener que marcharse, mira, cuando atravesamos y dijo el que conocía
bien el terreno de los otros que estaban "Ya estamos en Francia" Me entró una cosa, una emoción y un.., una cosa que no os
puedo explicar, no tengo palabras, es una de las emociones más grandes que yo he tenido, porque después de tantos años que
tener que pasar otra vez a Francia.
¿Sentiste tristeza?
Florián:
Mucha tristeza, claro, no pensaba nunca que tendría que marcharme de España.
¿Creíais en la victoria?
Florián:
Hombre, naturalmente que sí, lo que pasa es que hay la victoria podría haber llegado antes, pero debido
a la actitud de las democracias, de las llamadas democracias, que en vez de ayudarnos reconocieron al franquismo, eso, eso,
eso, se retrasó muchísimo. Pero después no podía ocurrir otra cosa. Desgraciadamente, por la falta de organización por la
cantidad de hombres, de dirigentes muertos, que estaban en la carcel o los había fusilado, pues esto se prolongó mucho. Y
por eso después de hacer ruptura, como éramos partidarios muchos, se tuvo que hacer ese pacto de la Moncloa admitiendo
alguna de las cosas con las cuales no estoy muy de acuerdo, en el fondo sí, el de llegar a un acuerdo en que hubiera
amnistía, lo que no estoy de acuerdo es que los torturadores y los responsables de muchos atropellos siguieran en los
puestos que tenían antes.
¿Qué responsabilidad crees que tiene Santiago Carrillo en el desenlace de la guerrilla?
Florián:
Santiago Carrillo lo que hizo fue ayudar, o sea, mandar a los camaradas que había allí en Francia a
que nos recibieran y enviarnos después a diferentes puestos. Algunos de los que pasaron, se quedaron a vivir en
Francia. Yo me acuerdo del Angelillo, he tenido noticias de que está en Francia, casado y con hijos. Este Moreno también
pasó a Francia y se casó con una italiana. Otro chico que enviamos a Francia ya que una bomba le había arrancado la
nariz, este hombre se enteró de que yo vivía todavía y vino a vernos y estaba emocionadísimo, incluso ahora su hijo es del
ejército francés. Le colocaron en un lugar que era un dirigente del partido comunista y tenía una buena posición y cuando
fueron los gendarmes a por él, les dijo: "Señores este es mi trabajador y aquí está todo arreglado".
¿Crees que la dirección en Francia del partido tenía que haber sido más receptiva con vuestras informaciones?
Florián:
Lo que pienso, es que la equivocación de la dirección fue que en vez de cambiarnos de táctica, los que
hubiera sido algo más justo, es retirarnos en el 48. Lo que pasa es que ellos, por los informes que enviaban, tu sabes que
a veces somos demasiado triunfalistas, y no se pintaban las cosas que no estaban así, no eran verdaderas, las hacían a
pinchadas, como si hubiera más, por eso algunos, cuando lo del Valle de Aran, una conclusión fue esa, entraron en el Valle
de Aran pensando que en España estaba todo movilizado para ayudarles.
¿Una vez en Francia pasas a Checoslovaquia, cómo es tu vida en Checoslovaquia?
Florián:
Allí me estaban esperando. Primero estuve trabajando de tornero. Yo no había visto más que un torno en
fotografía y me dan un torno y gracias unos cuantos camaradas que había allí me enseñaron. Yo pensaba, no me ha matado la
guardia civil, no me va a matar el torno este. Luego después me pase a trabajar en la Federación Internacional, hacíamos
un boletín de noticias para todos los españoles que estaban en los países socialistas y en el extranjero con noticias, las
grababa y leía Le Monde, que era el diario que más publicaba más las acciones del pueblo español, de huelgas y tal, y así
publicábamos el boletín.
¿Qué sensaciones tenías en Checoslovaquia cuando recibíais noticias de España?
Florián:
Tu me explicarás, como cuando oía el cante flamenco ese (Florián empieza a cantar) "Y adiós mi España
querida, dentro de mi alma, te llevo metida" Lo que decía yo cuando oía al cantor ese, emocionadísimo, así que teníamos
discos y teníamos de todo. Mi ambición era volver cuanto antes, no pude volver antes, no me dieron el pasaporte, sino
hubiera vuelto enseguida.
¿Estabas enamorado de Remedios durante el tiempo que pasasteis juntos en el monte?
Florián:
Yo había conocido a Reme, y le tenía estima, pero como la línea que teníamos allí era muy estricta,
teníamos que guardar las normas, tenía gran simpatía con ella, por su templanza, pero decir que estaba enamorado de ella,
puedo decir que no. Luego, posteriormente me enamoré, pero en ese momento no, la tenía gran simpatía y luego, después,
nuestro encuentro te lo puede contar mi mujer que lo sabe contar mejor que yo.
¿Reme como se desenvuelve tu vida desde tu detención en Burgos hasta tu encuentro con Florián en
Checoslovaquia? ¿Cómo se produce tu detención?
Reme:
Cuando se iban a disolver las guerrillas, estaba en Villalonga y me descubrieron y tuve que volver a
las guerrillas. Allí encontré a Esperanza y estuve unos meses allí y como se trataba de sacar a las guerrillas, me enviaron
a Francia para hacer contacto de ir y venir y traer camaradas. Entonces tuve muy mala sombra porque la primera vez que yo
vine, me acompañaban unos cuantos camaradas para pasar la frontera, ya que no podía venir sola, y cuando llegamos, la
gendarmería cogió a uno de los nuestros y se armó un revuelo brutal por allí, de buscar gente y un revuelo de vigilancia. El
partido se enteró de eso y enviaron a una persona para que nos dijeran que cambiáramos de frontera, que no fuéramos por esa
y enviaron a Esperanza porque me conocía con otro, con tan mala sombra que cuando llegó a España Esperanza, aquel tipo, la
delató a ella y dijo por dónde teníamos que pasar nosotros. Yo ya había recogido a tres camaradas en Salamanca e íbamos
camino de Burgos, lugar donde nos íbamos a desplazar a la frontera, y cuando llegamos teníamos toda la estación rodeada y
cuando llegamos nos detuvieron a los tres camaradas y a mí y nos llevaron a la cárcel. Nos tuvieron en Burgos, una semana
o dos, y después nos llevaron a Madrid a los calabozos de la Dirección General. Allí estuvimos por lo menos quince o veinte
días, en aquellos calabozos, que no es ni para describirlos. Allí te apalean, te desprecian, te hacen chinas, es algo que
nadie sabe las barbaridades que se les ocurren. Una de las cosas que te dicen es "túmbate en el suelo", y yo decía "cómo me
voy a tumbar en el suelo, túmbate tú si quieres" Y como no te tumbabas, te pegaban con las vergas hasta que caías y entonces
te pisoteaban, te pegaban, en fin, calamidades no se pueden ni describir las que hacía esta gente porque eso es algo
inhumano. De allí nos trajeron a Valencia y aquí estuvimos cuatro años. En Valencia la cárcel era muy mala, pues no había
talleres ni nada. Todo el día en el patio, formaciones por aquí, formaciones por allí, y bueno, pues, pocas cosas podías
hacer, las funcionarias hacían la vida imposible, lo peor que podían. Te castigaban de vez en cuando a no comunicar, en
fin, las cosas que más mal podían hacerte.
Explican la anécdota del niño Jesús.
Los domingos hacían misa y el reglamento te obligaba a estar en misa, pero no te obligaba a rezar. Nosotros
íbamos a misa por disciplina, pero nunca rezábamos. En noche buena hacían una misa especial y había un pasillo largo, largo, muy
largo y ancho, allí estaba el altar donde hacían la misa y en un sitio se ponía toda la jerarquía, el director, el subdirector,
los funcionarios, la gente que traían para que vieran la misa aquella y la presenciaran y por medio nos pasaban a las reclusas
y el cura se ponía con el niño Jesús así en la mano y cada reclusa lo iba besando y pasaba a otro patrio. Veníamos las tres y
una me decía ¿qué vas a hacer? "Hacer lo que queráis, no hagáis lo que yo haga sino queréis" Cuando llego a pasar por el niño,
yo pasaba formada con todo el respeto que nos exigían, pero no le besé, porque no tenía obligación y no quería besarle. Y una
funcionaria muy, muy mala, se llamaba Purificación, me cogió así del cuello y me dijo "bésalo" y en ese momento me puse tan
nerviosa, que en vez de besarlo, le mordí, le di un mordisco que casi le dejo el dedito en la boca. Se quedaron espantados, como
estaba la jerarquía allí y todo el mundo me vio, pues estaban asustadísimos. Me cogieron y me metieron en una celda. Me tuvieron
un mes en la celda a pan y agua, y sin salir ni ver a nadie y al mes, cuando se cansaron, me soltaron. Las compañeras se reían,
me decían "bruta, ahora si que van a decir que los comunistas se comen a los niños crudos" Eso fue una anécdota que lo pasé mal,
pero me alegré porque tuve la ocasión de demostrarles que no tenía que hacer lo que el reglamento no me mandaba. Otra de las
veces que estuve castigada también por el mismo cura, es que no rezaba, y como no rezaba un día me llamó a su despacho y me
preguntó "usted por qué no reza" "pues por qué no tengo porque rezar porque no soy católica" "¿Cómo que no eres católica, tu no
estas bautizada?" "Estoy bautizada pero no profeso la religión católica, entonces no soy católica" "¿Tú por qué estás aquí?"
"Quiere usted saber por qué, por cumplir los mandamientos de la ley de dios" Y aquel me hecha una mirada y me dice "¿Cómo que
por cumplir los mandamientos?" "Sí. Ustedes dicen hay que dar de comer al hambriento, de beber al sediento y posada al peregrino
¿verdad que en los mandamientos dicen eso?" "Si" "Eso es lo que yo hice, dar de comer, de beber y albergar al que lo necesitaba
que todos son hijos de dios ¿no?" "Ya sé, usted está aquí por bandolerismo" Llamó a una funcionaria, me metió en la celda otra
vez y me chupé otro mes de celdas solo por decir eso. Por algo digo yo que no hay ni un cura bueno.
¿Cuánto tiempo estás en la cárcel?
Reme:
En la cárcel, estuve ocho años y medio. Me pusieron veinte años y un día, pero como teníamos talleres de
costura redimíamos por cada dos días, te quitaban medio. Luego hubo un indulto, no sé por qué, y también me cogió. Total salí
con condicional eran dos años, lo que me correspondía. Había uno que respondía por ti y podías estar en la calle con el aval de
esa persona hasta que cumplías dos años. Mi cuñado tenía una hermana en Valencia y mi cuñado fue el responsable. Me fui a
Valencia y estuve presentándome todos los meses en la comisaría y cuando terminé la condicional, me hice un pasaporte con muchas
dificultades y por mediación de amistades me hicieron uno y me marché a Francia. Allí hice contacto con el partido, como es
natural y seguí trabajando con el partido. A los seis o siete meses el partido, me mandó a Praga. Necesitaban una persona de
confianza, si yo quería ir a llevar unas cosas. Les dije que sí. Me dieron un número y me dijeron que cuando llegara allí llamara
a la delegación, que había una delegación de camaradas y que salgan a por ti que vienes de París. Llamé al número y me contestaron
que venían a por mí, "cómo vas vestida, para que te conozca. Yo soy un hombre pequeño con un sombrero" Y entonces conocí enseguida
que era Florián porqué su voz es inconfundible. La alegría que me llevé fue menuda, porque creía que lo habían matado. Nos habían
dicho en Valencia que había muerto en el paso de la frontera. Él no me conoció. Cuando llegó allí en la estación y nos vimos, podéis
imaginaros el abrazo que nos dimos llorando los dos como dos críos al vernos y ya llegué allí. Hice el trabajo que el partido me
mandaba, entregué lo que llevaba, pero se me pasó el pasaporte y no me lo daban. Entonces ya coincidimos todo el tiempo y ya decidimos
casarnos. Se vivía bien, de todos los países, era uno de los que mejor se vivía. La cosa del idioma a mi me amargaba, sobre todo los
primeros meses, porque empecé trabajando en un taller de costura y allí no había ningún español solo checos y checas y es el idioma
más enrevesado que te puedes imaginar. Por señas, cuando me faltaba algo de costura, cualquier cosa y llegaba a casa amargada, gracias
a que el carácter de Florián que cuando me veía así empezaba a reírse y a decirme bobadas y se me pasaba. Pasé a los dos años pasé a
trabajar en la Federación Sindical Mundial y allí era otra cosa. Había gente española, era otro trabajo, hacíamos un periódico y
revistas para todos los países.
Nuestra estancia allí fue muy maja, lo único es que teníamos muchas ganas de venir, tanto él como yo, estábamos
locos por venirnos a España, nos acordábamos de España y decíamos "¿Y cuándo iremos?". Había que comprar algo y decíamos "No, no, porque
nos vamos a ir pronto" día si y día no, así nuestra vida, esperando, esperando para llegar a España, hasta que ya llegó el momento que
por fin le dieron el pasaporte a Florián y a mi también y pudimos volver a España.
¿Qué sentisteis cuando murió Franco?
Reme:
Una alegría muy grande y una pena. Una alegría porque se había muerto y una pena porque si se ha tenido que morir
en la cama. Este tío cabrón se ha tenido que morir en su cama, si se merecía, haber muerto hecho chichinas. Pero bueno, lo celebramos
con champan, teníamos la botella en la nevera esperando a que dieran la orden y dijimos por lo menos ahora algo cambiará. Y
efectivamente algo cambió y cambió, pero no todo lo que hubiéramos querido, porque desde luego esta gente que ganó se hubiera
comportado de otra manera no tendríamos a esta gente de nuevo en el poder.
¿Cómo consideras el trato que ha tenido el estado español con los guerrilleros?
Reme:
Muy malo, porque no se ha acordado de nosotros para nada. Como si no hubiéramos existido, pero ellos saben que
nosotros fuimos los primeros, fueron los camaradas, yo luego me incorporé, a defender la república y no éramos ningunos bandoleros,
éramos gente republicana armada que luchábamos como se podía en el monte. Qué es lo que queremos ahora reivindicar. Y en cambio el
estado democrático no se preocupó para nada de nosotros. Te tengo que decir que estoy amargada con ellos por eso. No solamente por
lo poco que se han preocupado de nosotros, también por las cosas tan feas que han hecho. Hubo un decreto que todos los republicanos
que habían estado en la cárcel les iban a dar una indemnización. Efectivamente, pero esa indemnización les alcanzaba solamente a los
que habían cumplido los sesenta y cinco años y los que no habíamos cumplido los sesenta y cinco años, quedábamos bastantes, yo era
una de ella. A mí que más me da que tuviera sesenta y cinco años cuando salió la ley o no los tuviera, si me pasé mi juventud en la
cárcel. Cuando me pegaron no me dijeron "como no tienes los sesenta y cinco años, a ti no te vamos a tocar. Una cosa horrorosa que
hicieron, que lo veo muy, muy, mal, porque tendría que haber sido para todos y no solamente para los que tuvieran los sesenta y cinco años.
¿Qué responsabilidad tiene la izquierda al no haberse realizado vuestro reconocimiento?
Reme:
La izquierda tiene mucha, porque es la primera que tendría que haber empezado a luchar para que se reconociera. Porque
esa gente de la que hablábamos, de Carrillo de todos los dirigentes que estaban con la guerrilla y que nos hicieron formar la guerrilla,
ellos tienen su responsabilidad. En el momento de entrar en la democracia ellos son los que debieran haber hecho un decreto para que se
reconociera a la guerrilla, sobre todo para que la gente lo supiera, porque ahora mismo en las escuelas no se tiene ni idea, ni los
estudiantes saben qué fue la guerrilla y quién han sido los guerrilleros. He hablado con muchos jóvenes y me dicen: "Reme, en cuanto
llega la guerra ya no te dice ningún libro, nada de nada" Entonces creo que la izquierda con tantos años que ha estado, sí que podría
haber hecho algo. Por eso y por nosotros, por haber reconocido algo.
Florián nos canta,
"La baña el sol cuando sale, la cama donde yo duermo, la baña el sol cuando sale y entretanto me entretengo en
contándole los lunares de una serrana que tengo".
Cuando llegué a Checoslovaquia me hubiera gustado tocar la guitarra, porqué en cuanto estabas en un sitio enseguida
decían, traer una guitarra que aquí hay un español, pero que te crees que todo el mundo en España sabe tocar la guitarra, no jodas, yo
canto pero de guitarra nada. Yo pensaba, por qué no habré aprendido a tocar la guitarra y me hacía el amo aquí.
Reme:
Unos jóvenes de un instituto que vinieron a hacernos una entrevista, me preguntaron: Nunca se han sido infieles ya
que han estado por ahí tan lejos el uno del otro. Me entró una risa, les dije por mi parte no, por la de él no sé. Que chavales más ricos.
Dices de la juventud, pero da gusto verla. El otro día vino la hermana del Che Guevara a Valencia, a la universidad,
si hubieras visto la cantidad de jóvenes que había y me dio una alegría ver tanta juventud, en los pasillos, en la tribuna, en las
ventanas por el suelo, todo gente joven y yo digo no es la juventud tan pasota como dicen, hay juventud maja.
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En Memoria de Adolfo Pastor Jarque.
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Central del Maestrazgo. José Giménez Corbatón.
CENTRAL DEL MAESTRAZGO
Texto y fotografías: José Giménez Corbatón
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Mi agradecimiento a María Corbatón Carod, que estuvo
allí y me lo contó.
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Uno
Dos
Tres
Cuatro
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Relato publicado en
Historia del Maquis en el Pirineo
Aragonés. Editorial Pirineum.
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Los materiales gráficos de carácter histórico
pertenecen al Archivo del Partido Comunista de
España y a los Archivos Históricos de la Guardia
Civl y el Ejército y han sido publicados en los
siguientes libros:
Maquis: el puño que golpeó al franquismo. Agrupación
Guerrillera de Levante y Aragón Josep Sánchez
Cervelló, Carles Llauradó, Antonio Flores, Teresa
Roigé, March March y Joan Carles Lleixà. Editorial
Flor del Viento.
La Guerra de los Vencidos. El Maquis en el
Maestrazgo Turolense. Mercedes Yusta. Institución
Fernando El Católico.
Montaje: Olmeda
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Antonio Delgado Viadera y Antonio Delgado Mir.
Represaliados del Molino del
Peinado. Manzanera. Torrijas. - Teruel -
La familia Delgado Mir regentaba el Molino de los
Peinado. Se componía de cinco miembros: el matrimonio formado por
Antonio Delgado Viadera y Marialina Mir Izquierdo y los hijos Carmen,
Antonio, Candida, y Francisco; en la época que acontecen los hechos,
Marialina Mir, estaba embarazada de otra hija.
Antonio Delgado procedía de Cartagena, según nos
cuenta su hijo Francisco. El dueño del Molino del Peinado era natural de
Torrijas, apodado el Royo del Mas de Moreno y también era propietario
del Molino llamado de la Peña.
LA TRAGEDIA.
En la primavera, principios del verano del 1947 sobre
las cuatro de la madrugada, cuando un grupo de guardias civiles al mando
de un sargento, asaltaron el molino, deteniendo al molinero y, a su hijo
mayor, también llamado Antonio. Los detenidos por colaborar con los
guerrilleros fueron conducidos a Manzanera donde perdemos su rastro.
El molino fue precintado y la familia custodiada por
una pareja de la guardia civil. Sufrieron constantes acosos y palizas
sin respeto por el embarazo de Marialina. Más tarde fueron trasladados
al pueblo de la madre de la molinera, Belmonte de San José, por la zona
de Alcañiz, donde la molinera dio a luz a una niña. Marialina fue
detenida junto con su bebe e ingresó en la prisión de Teruel durante dos
meses.
Este año, durante las jornadas en Santa Cruz, un hijo
de Felisa Montoliu, esposa del guerrillero llamado el Viejo, de Gúdar
coincidió con Francisco Delgado Mir, hijo del molinero del Peinado, pues
durante su traslado a Valencia por la guerrilla (Felisa muere en Mora
torturada) pernoctaron en el molino dos noches junto con su hermano
menor.
LUGAR DEL FUSILAMIENTO.
Según Romeu el molinero y su hijo junto con Jose
Marco Escart, Jose Bertolín, un médico, del que desconocemos su nombre,
José Martinez Rivera, alías Pepe el Mecánico, fueron fusilados en la
cuneta de la carretera entre Torres Torres y Estivella; según Francisco
que se a interesado en este asunto, cuenta que fueron nueve los
fusilados y se efectuó en las proximidades de Albalat del Tarongers
junto a las tapias del cementerio (parte posterior), José Ramón Sanchis,
investigador, afirma que este fusilamiento le llamaron DE LA ROSA ya que
el hijo del molinero llevaba una camisa blanca y los que de cierta
distancia se acercaron confundieron al niño con una joven.
También se sabe que hubo un testigo presencial desde
un promontorio cercano. Según Francisco era de un pueblo cercano. En la
foto parece Antonio Delgado, el molinero, con una criatura al brazo,
hijo de un guardia civil del que fue el padrino.
Agradecemos cualquier información sobre estos hechos.
José María Flor. La Gavilla Verde.
Otoño del 2005
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Victorino Pereda Ortega “Ino”.

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Victorino Pereda Ortega
“Ino”, natural de Tormes, pueblecito burgalés, a escasos
kilómetros de Briviescas.
Delegado político del Comandante
"Carlos" en la Agrupación Guerrillera de Cáceres.
Muerto en una emboscada de la
Guardia Civil gracias a una delación de José Ballesteros González “El
Carretero”, desertor o infiltrado, cuando se dirigía con “El Mexicano”
(Alejandro Barroso Escudero) a la majada de la “Artijuela” a
pertrecharse de víveres.
Exhumación de "Ino", 21 de Julio de 2007.
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INFORME DE LA DESAPARICIÓN DE
“EL INO”.
IDENTIDAD. QUIÉN.
Nombre y lugar de nacimiento: Victorino Pereda
Ortega, natural de Tormes, pueblecito burgalés, a escasos kilómetros de
Briviescas. Nació probablemente en 1912 o en noviembre o diciembre de
1911. Cuando murió en combate en noviembre de 1945 tenía la “edad de
Cristo” como decía mi abuela; 33 años, con lo cual las únicas fechas
posibles son las anteriormente reseñadas. Hacia 1930 marchó a la capital
donde residió hasta el comienzo de la Guerra Civil.
Sexo: Hombre.
Nacionalidad: Española.
Estado civil: Casó con Encarnación Menéndez y
tuvo dos hijos: José Luis Pereda Menéndez y Beatriz Pereda Menéndez. El
primero tuvo a su vez tres hijos (José Luis, Begoña y Silvia) y la
segunda dos hijos (Beatriz y Ángel, su nieto que escribe este breve
informe). Encarnación, 15 años después, contrajo matrimonio con Domingo
con el que tuvo una nueva hija, Tina. Enviudó poco tiempo después.
Doblaba jornada en su trabajo de limpiadora en las pastelerías Mallorca
y continuaba siendo una fiel militante antifranquista. En los últimos
años de dictadura sufrió un derrame cerebral que le paralizó la mitad
del cuerpo, que no la cabeza, que siempre le funcionó perfectamente.
Murió hace más de tres lustros tras una larga enfermedad con un
repentino desenlace. Siempre la recuerdo con el puño levantado.
Profesión: Guardia de Asalto republicano.
Sirvió a la República entre 1936-1939 combatiendo en el frente de Madrid
como Comisario delegado de Compañía del Ejército de Tierra (ver Diario
Oficial del Ministerio de Defensa Nacional, Número 324, páginas 1065 y
1066, Barcelona 10 de diciembre de 1938). Después de la Guerra Civil
tenía un puesto de venta de ropa en el Rastro.
Domicilio: Tras la Guerra vivía junto con su
mujer y el primero de sus hijos en un chalet alquilado por el PCE en la
zona de Arturo Soria-Ciudad Lineal. Este chalet servía como lugar de
encuentro para los guerrilleros, escondite y “hospital” improvisado.
Entre los episodios que contaba mi abuela del chalet en Madrid, recuerdo
uno en el que estuvo atendiendo a un guerrillero con problemas en los
ojos, corrió gran peligro de perder la vista, mi abuela, Encarnación,
estuvo haciéndole curas y llevándole al médico haciéndose pasar por su
hermana. Este hombre, más tarde, fue un delator.
Actividad política: era miembro del PCE. Con
el final de la Guerra se alistó en la guerrilla antifranquista y sirvió
en ella como enlace y delegado político del Comandante Carlos en el
Ejército Nacional Guerrillero (Agrupación Guerrillera de
Extremadura-Centro) operativo en Cáceres (véase página 230 del libro “La
guerrilla antifranquista en Toledo” del profesor Benito Díaz Díaz,
editado en 2001 por Colectivo de Investigación Histórica Arrabal; página
380 del libro del profesor Francisco Moreno Gómez “La resistencia armada
contra Franco” editado también en 2001 por Crítica; página 130 del libro
del profesor Julián Chaves Palacios “Huidos y maquis: la actividad
guerrillera en la provincia de Cáceres 1936-1950” editado por la
Diputación General de Cáceres en 1996). En estos tres libros se detalla
la operación / emboscada donde cayó muerto por disparos de la Guardia
Civil y somatenistas un guerrillero de la Agrupación de Extremadura
Centro; aunque solo en el texto de Moreno se completa la información con
los nombres y apellidos del guerrillero y su cargo en el Ejército
Guerrillero. Más información sobre estos hechos también la podemos
encontrar en la página 9 del VI Tercio Rural de la Guardia Civil. 106
Comandancia, en “Trabajos preparatorios para la elaboración de la
Historia de la Guardia Civil en lo que afecta a la 106 Comandancia,
Archivo Histórico de la Guardia Civil donde se alude a la muerte del
delegado político de los bandoleros de la Agrupación Extremadura Centro,
Ino, y donde se le define como un destacado elemento por sus fechorías y
desmanes; páginas 83 y 274 (Ejército Nacional Guerrillero. Ejército de
Extremadura y Centro. 1ª Agrupación Estado Mayor) del libro del Coronel
de la Guardia Civil Francisco Aguado Sánchez “El Maquis en sus
documentos”, editorial San Martín, 1976 donde se cita a un guerrillero
apodado Hino como un heroico compañero y un buen guerrillero en palabras
de “Carlos”). “El Ino” como le conocían en la Sierra, hacía numerosos
viajes de Madrid a Cáceres y viceversa para prestar servicios de
comunicación y logística; también pasaba temporadas en el monte cacereño
en la división comandada por Joaquín Ventas Cintas “Chaqueta Larga”, la
división 13.
TEMPORALIZACIÓN. CUANDO.
Fecha de desaparición: Entre el 11 de
noviembre y el 12 de noviembre de 1945. Su hijo José Luis tenía cuatro
años y su hija Beatriz, a la que no conoció, contaba con tres meses de
edad. A Encarnación, su mujer, no le comunicaron nunca “oficialmente” la
muerte de su marido. Hay un documento de la Comandancia de la Guardia
Civil, fechado el 16 de mayo de 1963 (18 años después) dirigido al
alcalde de Ugena (Toledo) residencia posterior de Encarnación, donde se
reseña su muerte en combate. Encarnación nunca recibió los enseres
personales de su marido y fue encarcelada tras la muerte del mismo por
sospechas de colaboración con el maquis.
ESPACIO. DONDE.
Lugar de desaparición: En la majada de “La Artijuela”, si
consultas los carteles indicativos del pueblo al que pertenece; o “La
Hortiguela” si consultas la documentación de la Guardia Civil. Su muerte
aparece reseñada en el “Libro de Muertos” de la Iglesia de Roturas de
Cabañas, pueblo al que pertenece dicha majada; a su vez, Roturas de
Cabañas, pueblo situado en un hermoso paraje entre dos montañas, aparece
incluido en el término de Cabañas del Rey que pertenece a la provincia
de Cáceres. También se atestigua la muerte en un documento de la
Comandancia de la Guardia Civil, fechado y firmado el 16 de mayo de 1963
por el Teniente Coronel Primer Jefe de Cáceres en el que alude a la
muerte del “bandolero” en enfrentamiento armado con fuerzas del propio
cuerpo.
“El Ino” fue velado el 13 de noviembre en el edificio conocido por
“las escuelas” por dos vecinos de la localidad; uno de ellos era Juan
Suárez, abuelo de la actual administrativa del actual Ayuntamiento
instalado en el mismo edificio, Cristina. Fue enterrado el 14 de
noviembre mediante un “entierro de pobre” como aparece citado en el
“Libro de muertos” parroquial justo a la entrada del cementerio viejo de
Roturas, para que todo el mundo pudiese “pisar la tumba del rojo” al
pasar al cementerio como han confirmado los hospitalarios vecinos del
pueblecito.
A día de hoy, el fallecimiento de Victorino Pereda Ortega no está
anotado en el registro civil de Cáceres.
A Encarnación nunca le dijeron donde se produjo la muerte de su
marido y donde estaba enterrado. Encarnación murió sin saber donde yacía
el padre de sus dos primeros hijos. Su hija, Beatriz, y su nieto, el que
escribe el presente texto, no lo han sabido hasta el año 2007 y debido a
nuestras propias investigaciones y sucesivos viajes a Extremadura
financiados por nosotros mismos.
NOTA: añadir comentarios sobre los castigos
post-mortem de la Guerra Civil , la Dictadura y sus efectos en familias
y comunidades.
RESPONSABLES. POR QUIÉN.
Responsables de la desaparición: Miembros del
cuerpo represivo franquista de la Guardia Civil. “El Ino” murió en
combate contra la Guardia Civil y somatenistas reclutados para tal fin
posiblemente la noche del 12 de noviembre de 1945. El episodio está
reseñado en los tres libros citados anteriormente: páginas 379-381
(Moreno Gómez: 2001), 129-130 (Chaves Palacios: 1996), página 230 (Díaz
Díaz: 2001).
Vicenta Martín, que vive actualmente en
Aldeacentenera, por aquel entonces solo una niña huérfana vecina del
pueblo (su padre Zoilo Martín Robledo, militante socialista, fue
“paseado” por falangistas en 1936 y enterrado en el monte), conocía a
“El Ino” de alguna de las incursiones de los guerrilleros en el pueblo
en busca de pertrechos pudo ver el cadáver sobre unos palos cuando lo
bajaron de la majada por medio de un burro. En otra ocasión vio su foto
en un cuaderno de la Guardia Civil de Cáceres, cogida la cabeza barbuda
por los pelos para que se le viese la cara.
SUCESO. CÓMO.
Hechos de la desaparición: Gracias a una
delación de José Ballesteros González “El Carretero”, desertor o
infiltrado, sorprendieron en una emboscada a dos guerrilleros que se
dirigieron a la majada de la “Artijuela” a pertrecharse de víveres. Los
dos guerrilleros eran “El Ino” y “El Mexicano” (Alejandro Barroso
Escudero). Era una noche oscura, lluviosa, tormentosa y una espesa
neblina cubría la majada. En los informes de la Guardia Civil se habla
de intento de secuestro, la gente del pueblo habla de recogida de
alimentos; así como el superviviente de la emboscada, “Mexicano”, con el
cual hablé por conferencia telefónica con Francia; ya que conocían a
“los del monte” de haber bajado en más ocasiones a por alimentos. De
todos modos que dos guerrilleros intenten secuestrar a un matrimonio de
edad avanzada en plena tormenta no es muy creíble. Y en el cuerpo de “El
Ino” se hallaron más de 2.500 pesetas, con lo que el móvil del secuestro
se desvanece. Julio García, actual alcalde de Roturas, por el PSOE,
cuyos abuelos eran el matrimonio anteriormente reseñado sostiene también
la versión de la recogida de los alimentos. Regresando a la luctuosa
noche, cuando llegaron los guerrilleros los emboscados ya los esperaban
y se produjo un tiroteo que se saldó con “El Ino” muerto, un guardia
civil, Román García Sánchez, gravemente herido que moriría esa misma
noche en Deleitosa, “Mexicano” huido de manera casi sobrenatural y
varias cabras y cerdos fallecidos por los disparos de la Benemérita.
He investigado sobre los hechos de esa noche: a
través de los libros anteriormente reseñados, de la documentación
encontrada (documentos de la Guardia Civil sobre la muerte de “El Ino”,
registro del “Libro de muertos” parroquial del pueblo, expediente
personal del Guardia Civil Román García Sánchez, donde aparece reseñada
la acción que llevó a su muerte) y los testimonios orales de testigos
directos (“Mexicano”) e indirectos (Satur o Saturio, Eulalio Barroso
Escudero “Carrete”); además de otras aportaciones documentales orales de
vecinos y familiares de Roturas (Julio García, Cristina Suárez, Vicenta
Martín, etc.
Existen dos versiones de los hechos, las
cuales no difieren en lo fundamental, que voy a pasar a relatar. La
primera versión es secundada por la totalidad de los vecinos de Roturas
y dice así:
Hacia las 10 de la noche, bajo una copiosa lluvia
y envueltos en una niebla baja y espesa los dos guerrilleros se
aproximaron a la casa de la majada, la cual se encuentra en la cara
oculta de la montaña. “El Mexicano” entró en la casa, “El Ino”
permaneció en la puerta como centinela y un pequeño grupo
guerrilleros se quedaron esperando en un molino cercano. La Guardia
Civil junto con los somatenistas tenía la casa rodeada y andaban
escondidos en la casa, en el cortijo, el establo y rodeaban el
lugar. Un Guardia Civil abrió fuego con una ráfaga contra “El Ino”
sin previo aviso y todos los guardias civiles y somatenistas
empezaron a disparar entre ellos. “El Ino” cayó muerto sin enterarse
de nada, “Mexicano”, salió de la casa de un salto, sobre el cuerpo
de “El Ino” y huyó mientras los guardias se mataban entre ellos. Uno
cayó mortalmente herido por fuego de un compañero. La versión de los
vecinos de Roturas del tiroteo emana de lo que les contó el tío
Matías, que estuvo presente esa noche como apoyo a los guardias
civiles. Dicha versión es coincidente en muchos puntos entre las
distintas voces. Aún vivía el guardia cuando Saturio, un vecino,
subió a la majada, como del médico, que olvidó el maletín del miedo
que tenía. Allí vio el cadáver de “El Ino” y al guardia quejarse y
maldecir a un compañero suyo al que acusaba de los disparos que
había recibido. A “El Ino” lo bajaron de la finca, en la montaña, al
pueblo entre dos bestias y dos haces de leña: Mientras que al
moribundo guardia en una escalera. Fue velado en Retamosa. “El Ino”
fue llevado a las “Escuelas” en Roturas, donde el ama del cura pidió
prenderle fuego, el capitán de la Guardia Civil se negó a ello
aduciendo que si algo debía ya lo había pagado y el cura decidió
darle sepultura porque quizás era creyente. Le estuvieron velando
toda la noche, de su espalda, cosido en la chaqueta, encontraron
2.500 pts por indicación del otro confidente “Lobo” que alertó a los
guardias que Ino guardaba la documentación en la espalda.
La segunda versión, de “Mexicano” aporta nuevos
datos:
Fueron cinco guerrilleros a la finca, tres se
quedaron en las inmediaciones y “El Ino” y el propio “Mexicano” se
acercaron a la casa; “Mexicano” entró en ella mientras que “El Ino”
permaneció como centinela. La casa estaba a oscuras y “Mexicano”
habló con el matrimonio; les preguntó por qué estaban todas las
luces apagadas y le respondieron que se iban a acostar. Entonces
encendió un fósforo, vio a un guardia civil en la habitación y
comenzaron los disparos. “Ino”, apostado en la puerta disparó contra
el guardia civil que iba abrir fuego sobre “Mexicano”; ambos se
dispararon a quemarropa. “Mexicano” logró saltar sobre “Ino”, ya
caído, y a pesar de las ráfagas logró escapar. “Mexicano” sostiene
que la acción de “El Ino” le salvó la vida.
Conclusiones: De esto se deduce que o bien,
hubo un guardia civil muerto por fuego amigo aquella noche y otro herido
por los disparos de “El Ino”. O bien que solo hubo un herido entre los
guardias civiles que posteriormente murió a consecuencia de las heridas
y que fue “El Ino” el que le disparó; y por la confusión reinante se
pensó que fueron los propios guardias civiles. En el expediente personal
del guardia civil muerto, Román García Sánchez se cita al menos dos
heridas de bala. “El Ino” que llevaba un fusil solo pudo disparar una
vez, según versión de “Mexicano”; su cadáver presentaba una hilera de
disparos, como una diadema, alrededor del pecho, con lo que se puede
concluir que murió en el acto victima de una ráfaga de metralleta. Aún
se conserva la puerta de entrada a la casa de la majada en la que se
pueden apreciar una hilera de orificios provocados por disparos de bala.
Esto concuerda con la ráfaga que causó la muerte a “El Ino”. Por tanto,
a la espera, de nuevas aportaciones, mi hipótesis es la siguiente: el
guardia civil muerto, fue herido primeramente por “El Ino” y
posteriormente por sus compañeros, no sabiendo qué disparó fue el
mortal.
El guerrillero "Veneno", Francisco Blancas Pino, que
durante una temporada colaboró en la Agrupación Guerrillera de
Extremadura-Centro aporta su propia idea de los hechos basándose en su
experiencia guerrillera: una vez comprobada la desaparición de a la
postre el fugado y delator Carretero el grupo discute sobre si acometer
la acción prevista para la noche siguiente en la majada. Como no está
claro el motivo de la desaparición de Carretero (visita a la familia o
alguna novia, abandono de la guerrilla, delación…) unos sostienen el
acometer la acción (Mexicano e Ino) y otros no se fían. Finalmente van
Mexicano e Ino a recoger víveres a la majada mientras el confidente
Carretero avisa a la Guardia Civil que junto con los somatenistas
preparan la emboscada. Por la noche es Ino y no Mexicano quién toca la
puerta y es recibido con una ráfaga de metralleta que a duras penas
logra responder. Mexicano huye mientras se forma un tiroteo caótico.
Esta versión explicaría mejor las heridas de ráfaga en el pecho de Ino y
que consiguiera escapar de la celada sin ser herido Mexicano.
Un camarada de partido de “El Ino”, meses después del
enfrentamiento visitó a Encarnación y le dijo que su marido murió
combatiendo y que abatió a dos guardias civiles antes de caer muerto.
Esta versión de momento no está contrastada.
El partido ayudó durante dos años a Encarnación,
enviándole botes de leche para su hija pequeña, los cuales servían para
alimentar a toda la familia.
Adjunto:
-
Copia del
documento de la Comandancia de la Guardia Civil
de Cáceres, fechado en 1963, donde se da fe de la muerte del
“bandolero” Victorino Pereda Ortega, apodado “El Ino”.
-
Copia del libro de muertos [anverso
-
reverso] de la Iglesia de Roturas de Cabañas de noviembre de
1945 donde se habla de un “entierro de pobre” impartido a un
“bandolero” sin documentación por parte del párroco de la localidad
G. Rodríguez López.
-
Copia de las dos últimas páginas [anverso
-
reverso], fechadas a 30 de noviembre de 1945, del expediente
personal del guardia civil Román García Sánchez donde se relata su
muerte por heridas de fuego en enfrentamiento con unos “bandoleros”.
-
Fotos
de “El Ino” y su familia.
-
Fotos
de la finca de la “Artijuela” donde aún se pueden apreciar las
señales de las balas en una de las puertas de la propiedad. La cual
pertenece al actual alcalde del pueblo, Julio García, nieto del
matrimonio al que supuestamente iban a secuestrar.
AYUDAS PERSONALES.
Sin la colaboración desinteresada de Encarnación
Menéndez, Beatriz Pereda, Gonzalo Vivas, su madre Vicenta Martín y el
resto de su familia, Saturio, Julio García, Cristina Suárez, los
habitantes de Roturas en general, los profesores Julián Chaves, Benito
Díaz, Francisco Moreno, Eulalio Barroso Escudero “Carrete”, Fina
Barroso, Alejandro Barroso Escudero “Mexicano”, el amable funcionario
del Registro Civil de Cáceres, Manuel Cerezo funcionario del Archivo
Histórico de la Guardia Civil en Madrid, Emilio Sales, José María
Pedreño y demás compañeros del Foro por la Memoria y otras personas que
a buen seguro merecen ser también citadas, el presente informe no
hubiera podido llevarse a cabo en estos términos. Gracias a todos/as.
AYUDAS INSTITUCIONALES.
Julio García, actual alcalde de Roturas, nos ha
reiterado su ayuda desinteresada para con la exhumación del guerrillero
Ino. Demás ayudas de otros organismos e instituciones oficiales: nada,
ninguna; cero.
MEMORIA HISTÓRICA.
Desde 1939 hasta la actualidad se han honrado y se
siguen honrando la memoria de los vencedores de la Guerra Civil Española
que conllevó una dictadura de 36 años oficiosos. Los miles de muertos,
fusilados, paseados, represaliados, encarcelados, exiliados, torturados,
arruinados, esclavizados, etc. y sus familiares se han tenido que
contentar con las migajas de las migajas ofrecidas a modo de caridad por
parte de un Estado, que se dice y se cree democrático, que no termina
por asumir el ominoso legado del cual ha emergido desde una Transición
con más sombras que luces. Todas las víctimas españolas y sus
familiares, producto de catástrofes naturales, guerras extranjeras o de
terrorismo tienen un buen número de ayudas oficiales así como diversos
homenajes. El Estado, como es su deber, se responsabiliza de las mismas,
aunque no haya tenido que ver nada con sus perpetradores. Las víctimas
del Franquismo y sus familiares son víctimas directas del Estado
(franquista en este caso), del terrorismo de Estado, mucho más
pernicioso que cualquier tipo de terrorismo porque viene precisamente
del quién te de debe proteger y es mucho más difícil de evitar. Han
pasado más de 60 años y los desaparecidos aún no descansan en paz,
siguen siendo fantasmas, historias que se susurran y se hablan en voz
queda; los muertos, fusilados y encarcelados siguen apareciendo en los
documentos judiciales y policiales como bandoleros, asesinos,
delincuentes, rebeldes, golpistas. Los que son héroes en Francia son
proscritos en España y por el mismo motivo: por luchar contra el
fascismo, el nazismo y por la libertad. Lo que en Alemania son museos
del horror (los diversos campos de concentración en territorio germano),
en España son lugares de visita, ocio, esparcimiento y peregrinaje
(Valle de los Caídos). Si en Italia, la Iglesia católica pidió perdón
por su anuencia con los fascismos; en España se vanagloria de ello
mientras disfruta de un Concordato especial con el Estado. Si en
Argentina o Chile se ha llevado a los tribunales a los responsables de
crímenes contra la humanidad, en España se siguen desoyendo los informes
de Amnistía Internacional sobre las víctimas del Franquismo y los
responsables de tanto dolor y humillación así como sus herederos no solo
se pasean por las calles y parques sin ninguna limitación sino que se
encuentran instalados en cargos relevantes tanto en el poder político,
administrativo, judicial, policial y económico. Se habla mucho
últimamente del terrorismo en todos los ámbitos de nuestro país: el
Estado español equiparará algún día a las víctimas de terrorismo a las
víctimas del Franquismo, teniendo en cuenta que el terrorismo de estado,
como hemos observado anteriormente, es siempre peor que cualquier otro
tipo de terrorismo perpetrado por cualquier grupo por que la
responsabilidad del mismo es achacable en un cien por cien al mismo
estado que se supone garante de los derechos y libertades de todos sus
ciudadanos.
Te dirán que se está trabajando en una nueva “Ley de
reparación a víctimas de la Guerra Civil y del Franquismo” que va a
reparar esta deplorable y condenable situación. Amnistía Internacional,
Human Rights Watch y la Comisión Internacional de Juristas consideran
que el actual proyecto de ley no busca la verdad y se encuentra al
margen del derecho internacional; no solo no garantizan los derechos
fundamentales de las víctimas sino que los obstaculiza. Para estas tres
organizaciones con sólida experiencia en la lucha por los derechos
humanos en general con experiencia den más de 25 procesos
internacionales de transición democrática, en particular: “en el actual
texto, el Estado español no asume responsabilidad alguna por los
crímenes atroces que se cometieron en este periodo, ni se mencionan los
principios de verdad, justicia y reparación para las víctimas” (Wilder
Tyler, director de HRW).
Te dirán que hay que pasar página (cosa que no se
aplica a Chile, Argentina, Uruguay, Rusia, Serbia…); te dirán que ya se
cerraron las heridas y no hay motivo para volver a abrirlas (mi abuelo,
el padre de mi madre, el hermano de mi tía, el esposo de mi abuela -y
otros miles- yacen en oscuras tumbas sin nombre; muchos de ellos no
tienen ni certificado de defunción; son casos abiertos, sin cerrar); te
dirán que la verdad ya salió a la luz con numerosos libros que tratan
del tema (hay tantos a favor como en contra convirtiendo el tema en un
debate estéril de falsas equidistancias. El proyecto de ley pretende
omitir la identidad de los presuntos perpetradores de graves violaciones
de los derechos humanos. La verdad sin reparación, además, sirve de bien
poco. Más bien te envenena al favorecer la impunidad.); te dirán muchas
cosas mientras esperan que acaben por morir todos los testigos de aquel
periodo y el olvido se pasee por los camposantos. Mientras tanto
seguiremos investigando, recordando y cavando.
REDACTORES:
Ángel Serrano Pereda.
Beatriz Pereda Menéndez.
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Federico Gallega García “Eugenio”.

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FEDERICO GALLEGA GARCÍA
“Eugenio”.
-Guerrillero antifranquista-
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BREVE RESEÑA BIOGRÁFICA.
Datos suministrados por Teófilo Gallega Ortega.
Federico vino al mundo el 3 de marzo de 1901, en
Jaraguas (Valencia).
En el momento del golpe de estado del 18 de julio de
1936 Federico tenía 35 años. Por edad no le correspondía ser llamado a
filas ni luchar en el frente, pero por ideales decidió alistarse como
voluntario en el Socorro Rojo Internacional (SRI). Fue secretario
general de un grupo dependiente del comité provincial del SRI de Madrid
llamado Leones Rojos. Este grupo era afecto a la 150 Brigada.
El 29 de abril de 1939 fue encarcelado y el 9 de
agosto de ese año fue condenado en Consejo de Guerra celebrado en la
plaza de Utiel a veinte años de reclusión menor, “como autor ¿reza la
sentencia? de un delito de auxilio a la Rebelión”. En dicho simulacro de
juicio también fueron condenados otros 13 paisanos de Jaraguas.
Pasó por las prisiones de Formentera y luego
Aranjuez. Desde allí fue adscrito a la 4ª Agrupación de Colonias
Penitenciarias Militarizadas, asentada en Añover de Tajo y encargada de
la construcción del canal de Rosarito.
El 8 de enero de 1943 es puesto Federico en libertad
condicional sin destierro y regresa a Jaraguas. Habían pasado 3 años 8
meses y 10 días desde que entró en prisión.
Cuando la Agrupación Guerrillera de Levante se
establece por la comarca de Requena en octubre de 1945, formando el
núcleo de lo que poco después constituiría el 5º Sector de dicha
Asociación, Federico sería uno de sus puntos de apoyo y enlaces.
El 6 de septiembre de 1946 la Agrupación Guerrillera
de Levante asalta el cuartel de la Guardia Civil de los Isidros. A
resultas de este hecho la Guardia Civil realiza varias redadas en la
comarca para detener e interrogar bajo tortura a todos los republicanos
que con anterioridad habían sido encausados y encarcelados. Federico
pudo escapar de una de estas redadas, incorporándose al 5º Sector de la
Agrupación Guerrillera de Levante. A partir de entonces su nombre de
guerrillero será “Eugenio” y combatirá junto a famosos guerrilleros como
Emilio Cardona López, conocido por “Jalisco” y por “Moreno” (de Campo
Arcís); Atilano Quintero Morales, conocido por “Tomás” y por “Cubano”;
Manuel Montorio Gonzalvo, conocido por “Chaval” y Basiliso Serrano
Valero, apodado “Fortuna” y también “Manco de La Pesquera”.
El 3 de junio de 1949 Federico moriría en combate en
la Sierra de Valdeminguete, cerca de Huélamo (Cuenca).
El 3 de junio de 2007 se cumplieron 58 años de la
muerte de Federico Gallega García, guerrillero antifranquista, miembro
de la Agrupación Guerrillera de Levante y Aragón. Murió en combate en la
Sierra de Valdeminguete, cerca de Huélamo (Cuenca), un 3 de junio de
1949. Fue enterrado en un terreno aledaño al cementerio de Huélamo que
hoy en día forma ya parte del mismo. Ya habían sido enterrados cuatro
años antes otros dos guerrilleros en ese mismo lugar: Antonio Millán
Cabrera, natural de Puebla de Alcocer (Badajoz) y Joaquín Pérez
Rodríguez, de Granada.
El año pasado, Manuel Martínez Muñoz, entusiasta
investigador del movimiento guerrillero en la zona de Cuenca, logra
localizar a la familia de Antonio Millán, uno de los tres guerrilleros
(maquis) allí enterrados. Les pone en contacto con la Asociación para la
recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) de Cuenca e inician los
trámites para su exhumación, que se llevará a cabo entre el 27 y el 29
de octubre. Las labores de exhumación fueron realizadas por el profesor
de Arqueología Forense de la Universidad Autónoma de Madrid Ángel
Fuentes Domínguez y todo su equipo. También colaboraron Máximo Molina y
Pedro Bru, presidente y secretario, respectivamente, de ARMH Cuenca,
Manuel Martínez y los familiares de Antonio Millán.
Pudieron exhumarse e identificarse con éxito los
restos de Antonio Millán Cabrera y de Federico Gallega García. Los
restos del guerrillero de Granada Joaquín Pérez Rodríguez, muerto en
1945, no aparecieron. Probablemente (según supone el equipo técnico que
llevó a cabo la exhumación) debido a que fueron afectados al producirse
dos enterramientos posteriores en los años sesenta.
Al no haber podido ser localizados los familiares de
Federico Gallega se procedió a volver a enterrar sus restos en un lugar
del cementerio de Huélamo cedido por el Ayuntamiento.
Manuel Martínez pudo finalmente localizar a sus
familiares, quienes en contacto con ARMH Cuenca iniciaron los trámites
para el traslado de sus restos a su aldea natal, Jaraguas, donde serán
definitivamente enterrados el próximo domingo 3 de junio, aprovechando
que ese día se cumplen 58 años de muerte.
Federico Gallega García dio su vida combatiendo por
la libertad y la democracia. Es sabido que la historia la escriben los
vencedores, pero es hora ya de dar paso a la voz de tantas víctimas
hasta ahora anónimas, de ponerles nombre y reivindicar su legitimidad al
lado del Gobierno republicano y, como no, de señalar la responsabilidad
histórica que han tenido quienes desencadenaron la barbarie de la Guerra
Civil y contribuyeron a prolongar dicha crueldad más allá de la
victoria.
El entierro tuvo lugar el domingo 3 de junio a las 11
de la mañana en el cementerio de Jaraguas. Aunque la ceremonia fue
familiar estuvo invitado todo aquel que con su presencia quiso rendir
homenaje a la memoria de Federico.
Diario Levante 1 de Junio
Diario Levante 4 de Junio [entierro]

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Bernabé López Calle “Comandante Abril”.
Comandante Abril
En nuestro olvido vive un hombre que después de ser
guardia civil, lideró la guerrilla del sur de Andalucía, desde las
Sierras de Ronda y Grazalema hasta el Campo de Gibraltar.
Bernabé López Calle, conocido como Comandante Abril,
fue una persona significativa, no sólo por su lucha, sino también por
las paradojas de su vida, un hombre que siempre deseó vivir tranquilo
con su familia, pero que consiguió liderar la guerrilla de los años
cuarenta y hacer gala de su ideología libertaria.
Son pocos los autores que se han acercado a él, pero
sus investigaciones han servido de base para el siguiente trabajo, así
como el testimonio de familiares y testigos de la época.
Nació el año 1899 en Montejaque, Málaga, pueblo
pequeño de la serranía de Ronda que en esa época manifestaba, como
tantos otros, desigualdades sociales y falta de oportunidades para
jóvenes y mayores.
En los primeros años del siglo XX el servicio militar
obligatorio es para muchos jóvenes una oportunidad de cambiar de vida,
aunque también de perderla. Bernabé se marcha a la mili en febrero de
1921 y es enviado a la guerra de Marruecos poco antes del Desastre de
Annual.
En África aprende a manejar las armas y desarrolla su
instinto militar, lo que le supone el ascenso a cabo primero y luego a
Sargento en la Reserva cuando se licencia en 1924, así como distintas
condecoraciones en reconocimiento de su valor y entrega, pero no se
reengancha en el Ejército, algo previsible entre los soldados de
reemplazo que demuestran actitudes para la guerra y que no tienen otra
forma de subsistencia.
Bernabé vuelve a su pueblo y se casa, a pesar de que
sólo lleva consigo la promesa de una paga de 12,50 pesetas al mes
durante cinco años, obtenida por haber recibido la Medalla de
Sufrimientos por la Patria, pero que aún tardará un año en empezar a
cobrar. Si tenemos en cuenta que el sueldo de un jornalero está en torno
a las 2,25 pesetas al día, podemos hacernos idea de lo que realmente
representa esa promesa de paga y la situación de desprotección en que
quedan los que han arriesgado su vida en la guerra.
En esos momentos el país vive en plena Dictadura de
Primo de Rivera, que entre otras medidas, reforma y moderniza la Guardia
Civil, dotándola de más medios y personal humano, que suele buscar en el
medio rural y con experiencia militar previa. Bernabé cumple todos los
requisitos y no duda en solicitar el ingreso en ese Cuerpo. En febrero
de 1926 es reconocido oficialmente como Guardia 2º de Caballería. Los
distintos destinos le llevan primero a Barcelona y más tarde a la
provincia de Sevilla, donde decide fijar su residencia definitiva, pero
eso no llega a producirse. Se le abre expediente disciplinario por
participar en una cacería y pierde su lugar de privilegio, tiene que
solicitar con urgencia el traslado a la provincia de Málaga, lo que años
después supondrá permanecer en zona republicana. Desde principios de
1931 está destinado al Cuartel de Antequera.
Al comenzar la Guerra Civil su Compañía se mantiene
fiel al gobierno de la República y el 20 de julio de 1936 es designado
por su Teniente en Jefe como enlace entre las Fuerzas de la República y
el Alcalde de Antequera. En esa elección, quizá se tuvieron en cuenta
las dotes estratégicas y conciliadoras de Bernabé, pero también la
relevancia adquirida por su hermano Pedro López, Alcalde de Montejaque y
militante de CNT, que en los primeros días de guerra monta una columna
que desde su pueblo controla toda la Sierra de Ronda.
Es en estos primeros días cuando pudo por fin
afiliarse a la CNT, algo impensable hasta entonces para un guardia
civil.
A la caída de Málaga, a principios de 1937, y una vez
disuelto en zona republicana el Cuerpo al que pertenecía, Bernabé se
integra en el Ejercito y parte, junto a sus hermanos, mujeres e hijos
hacia el Frente de Teruel. Posiblemente fue entonces cuando la mujer e
hijos de Bernabé se establecen en Honrubia, en la provincia de Cuenca, a
medio camino entre Teruel, Guadalajara, Valencia y Madrid, lugares por
donde se desarrolla su trayectoria militar durante el resto de la Guerra
Civil.
En junio de 1938, ya con el grado de Comandante, está
en el Frente de Madrid, en la zona de Guadalajara, y ejerce el mando del
Batallón de Ametralladoras Nº 17, perteneciente a la 70 Brigada, de
tradición anarquista y encuadrada en la 14 División de Cipriano Mera.
En el último año de guerra, los combates en Madrid
son continuos y también las convulsiones en zona Republicana. Bernabé es
uno de los hombres de confianza de Mera, por eso le encarga
personalmente la defensa de los puntos claves de Madrid para apoyar el
golpe de estado de Casado en marzo de 1939, lo que llevará a Bernabé
López al mando de toda la 70 Brigada.
Los militares Miaja y Casado se ponen al frente de
este golpe de estado que anula el poder de Negrín y de los comunistas.
Cipriano Mera con todo su ejército y la CNT consiguen controlar la
situación, para conseguirlo fue fundamental la acción de Bernabé que
mantuvo el triangulo de Cibeles-Sol-Gran Vía, o lo que es lo mismo, los
Ministerios de Guerra, Gobernación y Banco de España.
A pesar del éxito no consiguen negociar la paz y
deciden rendirse como único medio de terminar con la guerra. El 28 de
marzo de 1939 Bernabé recibe la orden de disolver la 70 Brigada y dejar
la zona de Madrid. En busca de nuevas órdenes viajó a Valencia, pero
allí todo el mundo estaba pendiente de preparar la huída. Pedro López
aconseja a su hermano que se marchen juntos al exilio, pero éste decide
marchar a Honrubia, Cuenca, donde está su familia,. Allí se presenta a
los vencedores y da su nombre y graduación, así como sus señas en el
pueblo. Durante días vive tranquilo con su mujer e hijos, hasta que el
10 de abril le notifican su ingreso en prisión.
La cárcel fue el destino de la mayoría de los
republicanos que se quedaron en España, Bernabé es trasladado a
Antequera donde fue juzgado y expulsado oficialmente de la Guardia Civil
el 23 de diciembre de 1941. Con este procedimiento interno de
‘depuración’ parece que terminan sus años de cárcel, pero han dejado en
él una huella que no olvidará.
Curiosamente en el expediente de expulsión están
anotados sus años de servicio en el Cuerpo y la paga a que tiene derecho
por estos, sin embargo, nadie le comunicó ese reconocimiento al que sólo
podía acceder si lo solicitaba, evidentemente nunca lo hizo.
Al recuperar la libertad, volvió a Montejaque donde
ya estaban su mujer y sus hijos. Las posibilidades de trabajo no eran
muchas, pero encontró ocupación como peón en la construcción de una
carretera. De esta forma intenta recuperar una vida cerca de los suyos,
pero en un pueblo conquistado por sus enemigos.
La situación internacional producida por la II Guerra
Mundial afecta en estos años a la falsa paz que se vive en España y crea
un clima propicio para el futuro desarrollo de Bernabé como guerrillero.
En 1942 los Aliados comienzan a dar cierto apoyo a los grupos opositores
al régimen que llevan a cabo una resistencia armada. El desarrollo de la
guerra es aún incierto y Gibraltar resulta un punto estratégico para el
desarrollo de esta en el Mediterráneo.
Los Aliados lanzan la Operación Torch que se inicia
el 8 de noviembre de 1942, con una de sus bases de operaciones instalada
en Gibraltar. El plan de los Aliados es el de invadir el norte de
África, sobre todo la parte controlada por la Francia de Vichy que está
al servicio de Alemania. En este contexto los Aliados quieren evitar que
el ejército de Franco sea un espectador molesto, por eso deciden
distraer su atención con un recrudecimiento de la guerrilla interna, y
al mismo tiempo evitar que las presiones alemanas obliguen a España a
intervenir en la zona del Estrecho.
Precisamente la presión que Alemania lleva años
ejerciendo sobre España se traduce en el diseño de distintas operaciones
que, con la excusa de defender la península de una hipotética invasión
Aliada, sólo busca la conquista del Peñón.
Como consecuencia de esto, el Campo de Gibraltar está
lleno de espías de uno y otro bando, mientras que en las sierras
cercanas aumenta el movimiento guerrillero tanto en número y armamento,
como en la ilusión de una rápida victoria Aliada que termine con la
dictadura.
Los grupos anarquistas y comunistas se reorganizan
aprovechando esta situación y se nutren de un creciente apoyo popular
causado por el hambre y las malas condiciones de vida imperantes en la
zona.
Bernabé vive de forma estable en Montejaque, intenta
olvidar el pasado y reconstruir una vida que le permita estar cerca de
su familia, pero la paz no es el camino que le ofrecen sus enemigos y el
5 de abril de 1943 se emite una orden de búsqueda contra él, acusado sin
pruebas por un falangista de la zona.
Se supone que un amigo, o antiguo compañero de la
guardia civil, le avisó del inminente arresto y, según recuerdan sus
familiares, Bernabé le dijo a su mujer que no estaba dispuesto a volver
a la cárcel por otro delito que no había cometido. Cuando el día 6 de
abril llegaron a su casa para detenerle, él ya no estaba allí.
Algunos testigos de la época hacen referencia a ese
momento, la viuda de un vecino recordaba hace años que su marido, al
saber que Bernabé tenía que huir, se marchó con él al monte. Según este
testimonio, el hijo de este vecino vigilaba la entrada del pueblo y
avisó de la llegada de un coche de la guardia civil procedente de Ronda,
el joven avisó para que se marcharan, cosa que hicieron esa misma noche.
Muchas personas del pueblo conocían el lugar donde
estaban escondidos en esos primeros días, por eso no es de extrañar que
los localizaran. Se produjo un enfrentamiento y Bernabé resultó herido,
pero consiguió huir y refugiarse en casa de unos vecinos. Tras curarse,
se alejó del pueblo en compañía de su hijo mayor, Miguel, que estaba
pendiente de incorporarse al servicio militar obligatorio y prefirió
huir al monte con su padre antes que ponerse a las órdenes de los
enemigos de su familia.
Una vez que Bernabé se interna en la sierra entra en
contacto con los grupos guerrilleros que actúan en la serranía de Ronda.
Rápidamente destaca entre ellos, tanto por sus conocimientos militares,
como por su carácter conciliador, aunque en un principio su pasado como
guardia planteó algunos recelos.
Precisamente es la guardia civil la que se encarga de
enfrentarse a la guerrilla en la sierra, los motivos son claros, es un
cuerpo más acostumbrado a operar en ese terreno y sus movimientos son
menos costosos que los del ejército para enfrentarse a grupos reducidos
que tienen mucha movilidad. En julio de 1944 el encargado de dirigir la
lucha contra la Resistencia en la zona de Cádiz es el Teniente Coronel
Roger Oliete, un hombre dedicado por entero a su carrera militar dentro
de la Guardia Civil.
Medina Sidonia, Arcos de la Frontera y Alcalá de los
Gazules son los lugares por donde se sitúan los movimientos de Bernabé
en esta época. Las acciones más características de la guerrilla en la
sierra van en distintas direcciones, por una parte realizan secuestros
rápidos a terratenientes y propietarios que pagan un rescate elevado en
poco tiempo. Con este dinero financian la compra de armas, sobre todo a
través de La Línea y Gibraltar, donde Bernabé tenía inmejorables
contactos. Los guerrilleros también dedican parte de su tiempo a dar
charlas a los campesinos, para concienciarlos del por qué continuaban en
guerra. Los sabotajes a instituciones y organismos oficiales se hacían
para entorpecer a los dirigentes franquistas y mantener a la guardia
civil en continuo estado de alarma, aunque normalmente estas acciones
eran silenciadas por el régimen.
Los grupos guerrilleros, entre los que ya destaca
Bernabé, podían actuar en lugares tan alejados de sus bases en la
sierra, como Jerez de la Frontera o Utrera. Por esos años la CNT había
conseguido reorganizar distintos comités clandestinos, desde los que se
intenta dar cobertura a los que mantienen la Resistencia y conectarlos
con el exilio, donde está activo Pedro López.
A pesar de la intensa represión que siguió a la
guerra, muchos autores mantienen que hasta 1945 hubo un acuerdo de no
agresión entre la guardia civil y la guerrilla. Evidentemente no es
cierto, lo que ocurre es que a partir de ese año la persecución y el
acoso fue aún mayor. El Gobierno intenta borrar las huellas denuestra
guerra y que se olvide la implicación con Alemanes e Italianos, con el
objetivo de conseguir el reconocimiento internacional, pero la presencia
de una guerrilla interna no hace más que recordar la realidad política
del régimen. A pesar de eso, el gobierno nunca temió una intervención
militar de los Aliados, de los que habían sido unos fieles y discretos
colaboradores durante la contienda.
Sin embargo, los que estaban a la vanguardia de la
lucha contra la dictadura vivían al margen de la realidad política
nacional e internacional, por eso esperaban una intervención Aliada que
les llevara a la victoria, como había ocurrido en Francia. En esa
ilusión, el 17 de agosto de 1945 se constituyó la Junta Nacional de
Guerrilleros Antifascistas, Sector Sur que integraba a miembros de todas
las ideologías.
Continuando con la tarea organizativa en 1946, en la
Sierra Cardilla, se constituye la Alianza de Fuerzas Democráticas, ya
bajo el mando de Bernabé, donde se le denomina como comandante de
infantería del gobierno republicano, ‘Comandante Abril’.
Por encima de las diferencias ideológicas que había
entre los guerrilleros, desde que el Comandante se hizo cargo de la
organización hubo un gran entendimiento, dejaron de lado las diferencias
políticas y buscaron más lo que les unían que lo que les separaba. En
los grupos cercanos a Bernabé existía un acuerdo interno que les impedía
discutir sobre temas políticos, así evitaban los conflictos internos y
no se reabrían debates y enfrentamientos del pasado, pero cada uno podía
mantener sus preferencias ideológicas, consiguiendo que predominara el
respeto mutuo en la mayoría de los casos.
A pesar de los esfuerzos de Bernabé para unificar
criterios, tuvo un rival que no aceptaba su liderazgo, quizá por
envidia, quizá por diferencias políticas. Pablo Pérez Hidalgo, del
Partido Comunista, se convirtió en su competidor. Para evitar una lucha
interna, se dividió el territorio de la sierra y él permaneció en la
zona de Cádiz, mientras Pablo se marchó a la parte malagueña de la
sierra. El Comandante Abril siempre fue un rival para él, un obstáculo
en su camino hacia el control de la guerrilla y ni los años pudieron
borrar su resentimiento. Pablo Pérez Hidalgo sobrevivió a la dictadura
en unas curiosas condiciones y hace años hablaba así sobre cómo entendía
el papel de la guerrilla: “...el maquis, el papel que tenía era, cuando
ya empieza la guerra mundial el de reorganizar las fuerzas que hubiera
aquí para... empezar a dar leña, ¿no? Entre los pocos que había, al
organizarse, pues se dieron ciertos golpecillos para llamarle la
atención al enemigo e irles distrayendo fuerzas a la guardia civil para
que llenaran todos los montes (...) porque nosotros éramos cuatro gatos
pero teníamos todo esto lleno de ejercito, en cualquier pueblo de estos
había una sección, una compañía, un batallón del ejercito y cuarteles
por todos los sitios...”
De sus palabras se desprende sinceridad, pero no un
claro ideario, ni objetivos políticos y militares concretos. Tal vez por
estos y otros motivos, la mayoría eligió siempre a Bernabé como Jefe de
la Guerrilla, en detrimento de Pablo. Este nunca se lo perdonó y lo
recordaba con las siguientes palabras: “Aunque uno tenga poca
diplomacia, en ocasiones hay que demostrarla, ese hombre (Bernabé) era
débil, pero muy egoísta, si no se le nombraba jefe, lo único que iba a
poner serían chinitas en el camino. Pues bueno –dije- vamos a hacerle
jefe”
Esta imagen del Comandante como persona débil y
egoísta contrasta con el testimonio de otros que lo conocieron, entre
ellos es importante destacar el de ‘Vladimiro’, hombre enigmático que
consiguió en los cuarenta recorrer toda la península conociendo a grupos
de resistencia. Estuvo en el grupo de Bernabé y fue testigo de su
organización y de su ideario. Según él, Bernabé gozaba de un gran
carisma entre sus hombres, era muy avispado y con grandes dotes de
mando, además de tener una gran capacidad de comprensión que le era muy
útil para unificar criterios y lograr una buena convivencia entre los
guerrilleros. Según nos llega a través de este y otros testimonios, la
máxima favorita de Bernabé era “el derrocamiento del régimen franquista
ha de ser obra de todos los españoles honrados". Según estas mismas
fuentes, para el Comandante Abril, la honradez estaba por encima de las
diferencias políticas.
Esta opinión sobre Bernabé es compartida por la
mayoría de las personas que lo conocieron, pero como suele ocurrir con
quien vive en situaciones extremas, su presencia podía transmitir
tranquilidad o miedo. Cuentan que una noche que fue a visitar a su
familia, llegó al pueblo por la entrada principal y al pasar por la
fuente, vigilada por un guarda municipal que cobraba el agua a los
vecinos, dicen que le preguntó si a él también se la iba a cobrar.
Parece ser que el guarda, en vez de dar la señal de alarma, salió
huyendo de allí.
Por encima de la posible leyenda, lo cierto es que
según recuerdan sus familiares, para Bernabé el día del Pilar,
festividad de la guardia civil, siguió siendo una fecha a celebrar, pues
aprovechaba que sus antiguos compañeros estaban de fiesta, para pasar el
día tranquilamente en su casa, con su familia.
En 1947 la situación iba a volver a empeorar para los
que resisten en la sierra, el Decreto Ley de Bandidaje recrudece aún más
la represión que ejerce la guardia civil tanto a los guerrilleros, como
a sus familiares y enlaces. A partir de ahora los representantes de la
autoridad tienen la consigna de dar muerte a los guerrilleros cuando
sean descubiertos. Algo ya asumido por estos, que saben que es
preferible morir antes que ser detenido, para así evitar torturas y
posibles delaciones a compañeros.
En esa época la guardia civil introdujo efectivos de
paisano por la sierra como si fueran maquis, se infiltraban en los
grupos, desenmascaraban a los enlaces y creaban desconfianza y
desconcierto entre la población que les apoyaba, fueron conocidas como
las “contra-partidas”.
A este nuevo acoso hay que sumar que a partir de
octubre de 1948 el partido comunista decide cambiar de táctica y deja de
enviar ayuda a la Resistencia, por lo que comenzaron a desmoralizarse y
disolverse muchos grupos. Es frecuente también de esta época que la
guardia civil ofreciera inmunidad a todos aquellos que desertan y
delataran a su grupo, sin lugar a dudas, otro elemento más que
desequilibraba la balanza.
En ese clima tan adverso Pedro López llegó al puerto
de Algeciras con la intención de recoger a su hermano y a su sobrino
para llevarlos al exilio en Casablanca, pero, según recordaba un
familiar, Bernabé se arrepintió en el último momento y se bajó del barco
con el convencimiento de que su sitio estaba en la Sierra para seguir
luchando y con la seguridad de que no podía alejarse más de su mujer y
sus dos hijas que estaban sufriendo represalias para obligarlas a
delatarle. Pedro se marchó sin su hermano aquel día y posiblemente ya
nunca más se volvieron a ver.
A principios de 1949 se convoca una reunión de
guerrilleros en la Sierra de las Cabras. Entre otras decisiones, se tomó
la de crear la Agrupación Fermín Galán, formada por una cifra cercana a
los treinta miembros, para así unificar aún más la lucha, establecer un
control de las acciones y designar las bases de cada partida y su zona
de actuación. En esa reunión también hicieron un llamamiento a los que
habían abandonado la lucha y se encontraban refugiados en el norte de
África para que volvieran a confiar en el triunfo.
Aquí fue elegido nuevamente Bernabé como máximo jefe
de la guerrilla de la zona y Pablo Pérez Hidalgo como jefe del Estado
Mayor, o sea, su segundo en el mando. A partir de la fundación de esta
agrupación se determina que la propiedad de las armas pasa a ser del
Estado Mayor de la Agrupación, y no de cada guerrillero como ocurría
antes, el objeto de esta medida era el de poder hacer un reparto
equitativo del armamento y que algunos miembros no se encontraran en una
situación de indefensión.
El principal enemigo de la Agrupación Fermín Galán
seguía siendo la guardia civil de la zona, al mando de la cual se
mantenía Roger Oliete, un hombre que allí había encontrado un destino
acorde a sus aspiraciones y también, a los 44 años, el matrimonio con
una joven de familia acomodada.
El 3 de mayo de 1949, un grupo de cuatro hombres,
pertenecientes a la Agrupación Fermín Galán interceptaron el coche de un
rico terrateniente de la zona de Algodonales. En él viajaban varias
personas, entre las que se encontraba la mujer de Oliete y su hijo
recién nacido. Los guerrilleros dejaron a los acompañantes y se llevaron
sólo al propietario con la intención de obtener por él un rescate de un
millón de pesetas. Esa misma tarde se conformaron con 250 mil y lo
dejaron libre. Se supone que los de la Agrupación Fermín Galán no
llegaron a saber que una de las acompañantes de aquel hombre era la
mujer de Oliete, lo que es seguro es que este tardó en enterarse el
tiempo suficiente para que los guerrilleros pudieran huir. Curiosamente
el rico secuestrado fue el que hizo lo posible para que Oliete no se
enterara, quizá por el miedo a que de saberlo, sus vidas no hubieran
significado nada comparado con la gloria de terminar con los
guerrilleros.
La Agrupación Fermín Galán tenía un campamento
estable en la zona de Medina Sidonia, desde allí les resultaba
relativamente fácil desplazarse hasta las sierras de Grazalema y Ronda
ante una necesidad. El encargado de hacer llegar los suministros a esa
zona era “Largo Mayo”, un hombre sin ideales claros, que se había visto
obligado a echarse al monte unos cuatro años antes.
El 30 de diciembre de 1949, Bernabé y los suyos están
en un refugio de la zona, han pasado allí las navidades y están
esperando el final de ese año. Es de imaginar que las condiciones son
muy difíciles, tanto por lo que significan de añoranza familiar, como
por lo insoportable de la climatología sin un refugio adecuado.
Francisco Fernández Cornejo ‘Largo Mayo’, natural de
Benalup de Sidonia, antigua Casas Viejas, salió del campamento con la
excusa de buscar suministros, pero fue directamente al Cuartelillo de
Medina Sidonia. Su esposa le había hablado de la visita de éstos y del
ofrecimiento de indulto si delataba a sus compañeros.
Esa misma madrugada “Largo Mayo”, vestido de guardia
civil -algo normal entre los delatores que participaban en la captura de
sus compañeros-, los guió hasta el lugar donde dormían los guerrilleros.
Más de veinte guardias rodearon el campamento donde había unos seis
hombres y esperaron el amanecer, pero no pudieron acercarse demasiado,
Bernabé y los suyos solían colocar latas vacías unidas entre sí rodeando
todo el campamento, precisamente para evitar ser sorprendidos en la
noche.
La guardia civil se quedó a unos 8 metros de distancia de los chozos, pero la inclinación del terreno era favorable a
los hombres del Comandante que en ese momento aún dormían ajenos a lo
que se preparaba.
Al amanecer iniciaron el ataque lanzando bombas de
mano contra el campamento. En este primer asalto parece que murió Juan
Ruiz Huercano, ‘Capitán’ y puede que Bernabé resultara herido. A pesar
de eso, comenzó a disparar y a cubrir la retirada de los suyos, entre
los que estaba su hijo, defendió la posición hasta que la vida se le
escapó por alguno de los 23 impactos de bala que recibió.
Los cuerpos de Bernabé López y de Juan Ruiz fueron
cargados en un mulo y trasportados hasta el cementerio de Medina
Sidonia, escena que fue contemplada por todo el pueblo. Una vez en el
cementerio fueron arrojados en una zona cercana a la entrada principal,
donde hoy se levanta un edificio de nichos.
Bernabé había muerto defendiendo sus ideales y
protegiendo la retirada de los suyos que tuvieron que huir descalzos y
sin ropa de abrigo, pero que pudieron salvar su vida y continuar la
lucha al menos unos meses más. Entre ellos, además de Miguel, el hijo de
Bernabé, se supone que estaban en el grupo Juan Toledo Martínez
‘Caracoles’, Francisco Domínguez Gómez ‘Pedro de Alcalá’ y Alfonso
Sánchez Gómez ‘Potaje’ este último fue uno de los hombres más
escurridizos de cuantos estuvieron en la sierra, salió vivo de ésta y
otras situaciones similares y las autoridades nunca pudieron encontrarlo
ni vivo, ni muerto.
La suerte del resto de protagonistas de esta historia
fue desigual, Miguel López García, el hijo de Bernabé, murió asesinado
por un compañero mientras dormía cerca de Zahara de la Sierra, el 17 de
Noviembre de 1950.
Juan Toledo Martínez ‘Caracoles’ y Francisco
Domínguez Gómez ‘Pedro de Alcalá’ formaban parte de los siete últimos
integrantes de la Agrupación Fermín Galán en diciembre de 1950, cuando
su jefe, Pablo Pérez Hidalgo decidió dejar la lucha y esconderse en las
cercanías del pueblo de Genalguacil. Los seis guerrilleros restantes
continuaron su camino y 18 días más tarde estaban en los montes de
Benarrabá, cerca de Cortes de la Frontera. La guardia civil, alertada
por alguien de la finca, los rodeo y masacró. Sus cuerpos quedaron
desfigurados y tuvieron que llamar a familiares de conocidos
guerrilleros para identificarlos, entre ellos llamaron al padre de Pablo
Pérez Hidalgo que, para salvar a su hijo, dijo reconocer su cuerpo en
uno de los masacrados. Por ese motivo Pablo permaneció escondido en una
cueva hasta el 9 de diciembre de 1976, 26 años de su vida con el miedo a
ser descubierto como única lucha.
Francisco Fernández Cornejo ‘Largo Mayo’ pudo volver
a vivir en su pueblo y con su familia, pero según testigos de la época
la mala conciencia, el miedo y un arma que le cedió la guardia civil le
acompañaron hasta su muerte.
Roger Oliete llegó a ser General de División y
Subdirector General de la Guardia Civil. Murió con 74 años, en febrero
de 1977 en su casa de Algodonales.
Pedro López volvió a España en 1976, pero se negó a
ir en vida a su pueblo, Montejaque, el lugar del que había sido alcalde
democrático durante la República. La noche del 17 al 18 de julio de 1977
falleció en Algeciras y fue enterrado en Montejaque con la bandera
republicana.

Al final de los cuarenta murió Bernabé López Calle,
el Comandante Abril, y con él la última esperanza para la guerrilla en
el sur de Andalucía, de su recuerdo sólo han quedado pequeños retazos
que aquí he pretendido unir gracias al esfuerzo de muchas personas que
siguen pensando que “la honradez está por encima de las diferencias
políticas”.
Carlos Torres Montañés
Periodista e investigador de la figura del "Comandante Abril"
Bibliografía y Fuentes:
Artículos e Investigaciones de Luis García Bravo sobre Bernabé López
Calle y la Guerrilla en el Campo de Gibraltar; Artículos y Estudios de
Jesús Núñez sobre Bernabé López Calle y Roger Oliete; Eduardo Pons
Prades “Guerrilleros Españoles”; Cipriano Mera “Guerra, exilio y cárcel
de un anarcosindicalista”; Manuel Pérez Regordán “El maquis en la
provincia de Cádiz”; Melchor Guzmán “Memorias de un rebelde andaluz,
biografía de José Hiraldo Aguilar”; S.E.H.G.C. Expediente personal de
Bernabé López Calle; Entrevistas personales y de Archivo.
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Joaquín Boj y la muerte de Peregrín Pérez, “Ricardo”.
(Actualizado en 2008 a partir de nuevos datos)
Eran los primeros días de Julio de 1948.
«Grande» y «Pedro», designaron a «Serrano», «Mateo» y
«Joaquín» para acompañar a Peregrín Pérez «Ricardo», en su visita al
sector 17º y 23º.
Estuvieron en el 17º y después se marcharon hacia el
23º. Este campamento estaba en el término de La Cerollera, muy cerca de
Aguaviva y La Ginebrosa, entre estos tres pueblos. Al llegar se
encontraron que había sido asaltado, no había nadie y no encontraron
nada de comida.
Llevaban tres días sin comer, «Joaquín» conocía el
terreno y los llevó al paraje denominado “La Cazma”, en el término de La
Ginebrosa. Se decidieron a comprar dos corderos a un pastor que Joaquín
conocía, «El Esmorrellat» que al ser de La Ginebrosa sabía que no los
iba a delatar. (Esto ocurre por la mañana, la noche anterior un
campesino, «Samperino», vio de lejos a tres hombres que cruzaban la
carretera y se metían en el monte en dirección a “La Cazma” y al llegar
al pueblo se lo comunicó a la Guardia Civil).
Una vez con los corderos, estos se alejaron 1 Km.
monte arriba en la misma zona. En el centro del pinar, «Joaquín», que
conocía el oficio de carnicero ya que en su casa habían tenido
carnicería, se quitó el chaquetón de pana que le había hecho su madre,
se quedó en mangas de camisa, dejó sobre una piedra el chaquetón y la
ametralladora y empezó a despellejar y a descuartizar los corderos que
habían colgado de un árbol, para preparar la comida.
La Guardia Civil, al tener el aviso de la noche
anterior, a media mañana se dio una vuelta por donde les habían dicho
que habían entrado y una vez arriba del monte sorprendieron a tres
guerrilleros que estaban abajo, en un claro del pinar. El cuarto, que
era «Ricardo», estaba arriba de vigilante en el otro lado por donde
subió la G.C. y no los vio. La G.C. al verlos correr efectuó un par de
disparos, que alertan al centinela «Ricardo», que también efectuó dos
disparos. Al disparar se descubre la posición donde estaba un G.C. que
al subir se había abierto más. Se encontró a unos 30 o 50 metros de él y
fue éste el que disparó a «Ricardo».
Éste, herido, corre en la misma dirección de «Mateo»,
luego rectifica y baja por el barranco hacia el molino y unas masadas de
La Ginebrosa (bajaba a trompicones según me comentaron dos labradores
que estaban al otro lado del río).
Cuando llega a la carretera general, Ginebrosa-Aguaviva, a unos 500
metros del molino y a 1 Km. del puente, la cruza y se esconde en la
acequia que pasa próxima. Allí se curó con el agua y se agachó
escondiéndose, para que la G.C. no lo encontrara.
Una vez visto que ya no había peligro, salió y se
dirigió malherido a los Llanos (Una explanada de bancales planos de 3 a
5 Km. en el límite de Aguaviva-La Ginebrosa), dirección al campamento
17. Caminó durante 3 Km., donde le fallaron las fuerzas, por lo que se
arrimó a una olivera, la más cercana al pinar. Allí con el fusil en las
manos en posición de disparo, sentado en el suelo y apoyado en un olivo,
murió desangrado.
«Joaquín», «Serrano» y «Mateo», llegaron al punto de
reunión, La Tarayola (término de La Ginebrosa), pero no así Peregrín
«Ricardo».
Lo estuvieron buscando durante cinco días sin lograr
encontrarlo. Ernesto, cuñado de «Joaquín», los hermanos Bermud y el
«Bayarri», los cuales estaban labrando los campos que tenían cerca de La
Tarayola, les llevaron comida durante los días que duró la búsqueda.
El pastor que les vendió los corderos, «El
Esmorrellat» nunca los delató. Era joven y dormía con el ganado. También
estaba como pastor por la zona José, que vio y vivió lo ocurrido:
"Cuando aquel hombre (Peregrín) me pagó los corderos,
sacó del bolso un fajo de billetes, era mucho dinero. Me llamó mucho la
atención y esto me hizo dar muchas, muchas vueltas. Le dijo «El
Esmorrellat» el pastor que les vendió los corderos".
Allí murió -nos comentó José-. El pastor vio la
trayectoria porque le dijo: “En aquella olivera se muere un Maqui con
mucho dinero”. Se acercaron a verlo, escondidos pero ya estaba muerto.
Fue visto por varios pastores pero ninguno dio parte.
El parte a la G.C. de que había un Maqui muerto en
los Llanos lo efectúa José, el joven pastor.
Lo recogieron cuando hacía 14 días que había muerto.
Fue José quien acompañó a tres guardias civiles y al practicante del
pueblo, Don Camilo, para certificar la muerte y por si había alguna
bomba trampa.
El practicante era de izquierdas por lo que recibió
malos tratos y cárcel tiempo después, y el cual comentó con José, que el
muerto llevaba un fajo de billetes encima.
En el parte que G.C. efectúa a su central, nunca se
menciona el dinero ni los papeles como jefe de la A.G.L.A.
Se le enterró en el cementerio de La Ginebrosa,
entrando por la puerta principal a la derecha, al fondo, sin ninguna
señal.
Preguntamos a José y nos comentó que él no creía que
«El Esmorrellat» se hubiera atrevido a tocar a Peregrín y menos coger el
dinero. Este pastor, al año y medio, marchó para Barcelona, nunca mas
volvió al pueblo. La última vez que se le vio fue en Cornellà (San
Ildefonso) con unos Jubilados.
«Joaquín» nunca pudo disparar (como algunos comentan)
sobre Peregrín, no llevaba su arma. La chaqueta y la metralleta de
«Joaquín» fueron compañeras de viaje de mi padre desde el Mas de las
Matas hasta la cárcel de Teruel y de ahí a Zaragoza, viaje que duró
cinco días (por lo que fue detenido y pasó dos años en la cárcel).
Datos obtenidos por la conversación con mi padre,
Ernesto Ibáñez, (cuñado de Joaquín Boj Bayod «Joaquín») con José Bosque
(el joven pastor que lo vivió todo), con los labradores del otro lado
del río de Aguaviva y «El Esmorrellat».
Álvaro Ibáñez Boj
Nota adicional de la Gavilla Verde.
El fin de semana del 15-17 de Agosto, un grupo de “La Gavilla
Verde” fuimos al Maestrazgo Turolense, para asistir al acto de
homenaje a los desaparecidos de la cárcel de Alcañiz y posteriormente
asesinados en el Mas de la Serra el 11 de Noviembre de 1947.
Monroyo, Aguaviva, La Ginebrosa …. entre otras,
fueron las localidades en las que tuvimos la oportunidad de entrevistar
a protagonistas que vivieron durante la posguerra, hechos relacionados
con el fenómeno de la «Agrupación Guerrillera de Levante y Aragón»
(A.G.L.A.).
Precisamente José Bosque, el joven pastor que Álvaro
Ibáñez menciona en el relato anterior, tuvo la gentileza de acompañarnos
buena parte de la mañana y enseñarnos, primero el corral en el monte
donde compraron los corderos a su amigo «El Esmorrellat», luego el lugar
donde «Ricardo» se hizo la primera cura con agua.
Con el coche nos movimos otra vez hasta la zona del
olivar. Nos enseñó el olivo exacto donde «Ricardo» se apoyó cuando le
fallaron las fuerzas y murió desangrado. Justo debajo del olivo hay un
desnivel. Por ahí es por donde pasó junto al «El Esmorrellat» montados
en un mulo y vieron el cuerpo. José nos comentó que «El Esmorrellat»
seguramente había pasado varias veces por allí anteriormente, pero no se
atrevió a dar parte a la G.C., por lo que -piensa él- le llevó ese día
con él para que José se fijara y lo descubriera, como así fue.
José vivía junto a su familia, en una masada en el
monte, llamada "de la tía Rafelina", justo debajo del monasterio
abandonado de los “Carmelitas Descalzos” o también llamado del “Desierto
de Calanda”, y nos contó cuando llegamos a su antiguo hogar -ya en
ruinas- que en la época del maquis, lo mismo venían por la noche, a las
dos o las tres de la madrugada, tanto los guerrilleros como la Guardia
Civil. Su casa fue un punto de apoyo obligado para la guerrilla que
tenía su campamento en un cerro próximo, desde donde vigilaban la zona
de posibles movimientos de la fuerza pública. Sus padres nunca fueron
colaboradores voluntarios del maquis, aun cuando estos les pagaban -lo
que costaba, sin compensaciones- por lo que se llevaban. Era mucho lo
que se jugaban en el caso de ser descubiertos. Cuenta José, que aun
cuando ya eran frecuentes las visitas de los maquis, su madre siempre se
sobresaltaba al oír los golpes en la puerta de madrugada.
Gracias José por tu compañía y testimonios.
Juanbe
Sierra y Libertad
La Gavilla Verde
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