Domènec Serra.
El 23 de Septiembre nos comunicaron que Domènec Serra
había muerto. La noticia nos resulta muy dura y nos produce una gran
tristeza. Somos conscientes de que ya no lo tendremos físicamente entre
nosotros, pero sabemos que su espíritu siempre estará vivo aquí y en
todos los lugares donde lo hayan conocido.
Te debemos mucho, Domènec. Te
debemos que un día, y de eso hace mucho tiempo,
te acercases hasta Santa Cruz de Moya junto con
Raquel y Luis y nos escogierais como
depositarios de vuestra memoria y como lugar
donde instalar el monumento a los Guerrilleros
Españoles. La Gavilla Verde y Santa Cruz de Moya
nunca te lo agradecerán bastante.
Tu presencia en Las Jornadas y en El Día del Homenaje
al Guerrillero siempre ha sido gratificante.
La última vez que pudiste asistir, comentaste que
físicamente ya no te encontrabas bien, que ya te sentías mayor… eras muy
consciente de cuál era tu estado. Recordamos tus palabras porque las
sentimos como una despedida. Al momento te dijimos que no, que hay
personas como tú que nunca se podrían despedir, que su fuerza, su
generosidad formarán siempre parte de nosotros y de nuestra historia. Tú
nos miraste sonriente y agradecido.
Y teníamos razón, hay personas que pasan por el mundo
como estrellas fugaces, hay otras que permanecen como estrellas siempre
incandescentes, siempre marcando el camino, siempre como guías,
indicándonos el Norte.
Así permanecerás tú, Domènec, entre nosotros.
Incansable combatiente por la paz y la justicia y valiente defendiendo,
a cualquier precio, la lucha por un mundo mejor.
Estamos a las puertas de las X Jornadas y en vísperas
del XXI Homenaje.
Cuando el Ayuntamiento, las Asociaciones y La Gavilla
Verde depositen las coronas de laurel junto al monumento, sabrás que son
también para ti y nosotros sentiremos tu presencia.
Seguiremos tus huellas. Tú nos
has marcado el camino.
Hasta siempre Domènec.
Florián García Velasco «Grande».
Falleció después de una larga enfermedad, el jefe
del 11º Sector de la Agrupación Guerrillera de Levante y Aragón,
José Manuel Montorio Gonzalvo «Chaval».
Tengo sobre mi mesa miles de sensaciones, tantas, que
no puedo reunirlas en cuatro líneas. Sabemos que la muerte ha de llegar,
pero confiábamos que el tiempo iba a darnos una tregua, que nos
permitiría reponernos y prepararnos, pero nos lo impide este goteo
incesante.
Llamaba Iñaki y le decía que creía que las lágrimas
se habían agotado con la muerte de Eulalio Barroso. Su muerte fue
inesperada, pues aún presentaba signos de salud que nos hacían confiar
en que iba a poder acompañarnos algún año más. Meses antes se habían ido
Manuel Pérez Cubero y Miguel Núñez. En marzo nos abandonaba Adelino
Pérez.
Sabíamos que Florián y José Manuel, andaban en la
última lucha con la vida. Florián nos dejó hace una semana y tu quisiste
seguir al que fuera el corazón de la Agrupación, de tantos corazones que
tuvo.
No ha parado de sonar el teléfono, de llegar
mensajes, desde Francia, desde todos los rincones de España. Conchi me
hablaba entre lágrimas y esta mañana me han llegado los escritos de Lo
que somos y de Salvador Fernández Cava, pero me quedan cosas que decir,
aunque me alargue, aunque entre párrafo y párrafo me ahoguen las
lágrimas pues no se secaron, lo dice la canción, no me acostumbro a
estar sin ti, sin vosotros, después de todo lo que anduvisteis, son más
los años que andamos juntos.
Tu nombre aparecía en los libros. ¿Pero vive? Le
preguntábamos a Florían. En la República Checa, nos decía. Al fin
pudimos contactar contigo, fue Salvador el que lo logró y preparamos un
viaje a Praga, pero no teníamos dinero, así que resolvimos que era mejor
pagártelo a ti y que vinieras a conocernos a Santa Cruz de Moya. Así
empezó la última etapa de tu vida.
Estábamos en el bar de Ángel y Julián en Santa Cruz,
preocupados pues os demorabais. Conchi y Toni fueron a esperarte a
Manises. Llegaste con tu maletilla marrón y de ella empezaron a brotar
presentes para todos. Con nosotros estaban María Pastor y Pedro Alcorisa
“Matías”. Os fundisteis en un abrazo tras cincuenta años de separación.
Os habíais conocido nada más os incorporasteis a la Agrupación
Guerrillera de Levante y Aragón. Él vivió su exilio en la República
Democrática Alemana y tú en la checoslovaca. Dos países que ya no
existen y en los que os visteis obligados a vivir, pero vuestro corazón
siempre estuvo en la Serranía. Días más tarde llegó Gonzalo Cuallado,
Angelillo, que ha vivido en Francia, sin las apreturas que sucedían al
otro lado del telón.
Convivimos esa semana con vosotros. Estabas
preocupado por las conversaciones que habías tenido con algunas
personas. Aún no sabías con certeza quién era aquel grupo llamado La
Gavilla Verde que tanto se había molestado en traerte. Siempre fuiste un
poco desconfiado y no te faltaba razón, pero, poco a poco, hiciste
buenas migas con cada uno de nosotros, especialmente con Teo y con
Conchi, con Salvador, con Flor, con Olga, con tantos que me olvido.
Pudiste aprender que significaba gavilla y que el verde era de
esperanza, de la defensa de una tierra a la que te apegaste en la lucha,
en el último suspiro republicano hasta que te ordenaron evacuar el
rescoldo de un país que le impidieron ser, que soñó recuperar la
libertad desde las montañas del levante.
Tu venida era importante para nosotros. Vivías en el
exilio sin merecerlo, con una excelente memoria y eso nos daba la
posibilidad de ahondar en el conocimiento. Lo realmente trascendente fue
tu manera de ser, la que nos sedujo y atrapó hasta ayer, 27 de abril. Me
imagino tus días, tus noches insomnes en Praga, delimitando la
Cordillera Ibérica con el tecleo de tu máquina, preguntándote la suerte
y la desgracia que te tocó. Querido camarada, cuántas veces me reñiste,
cuánta veces nos jaleaste, me entristeciste y alegraste, querido
compañero, nada más llegar me regalaste el reloj que habías llevado en
guerrillas, un reloj que no marca las horas, pero marca nuestro rumbo.
Hubieras querido que te encontráramos antes. Lo
repetías. “No sabía todo esto, no sabía que la gente en España se
acordara de nosotros”. Pero no lo hacía el estado, no lo hacía la
democracia que tanto debe a los sencillos, lo hacían las pequeñas
asociaciones en los pequeños pueblos. Un mundo nuevo se abrió y
recorrimos los lugares del pasado. Las Casas del Marqués, Azuara,
Javalambre, Torrijas, Los Cerezos, el Maestrazgo, los Montes
Universales... Recuerdo cuando fuimos a la estación de Caudé y ante
nuestro desconcierto nos afirmaste: “no es esta la estación de Caudé
donde asaltamos el tren pagador” Ante tu tozudez le preguntamos a un
señor que iba a coger sus lechugas en un huerto cercano, de tu misma
edad. Y nos dijo que la estación vieja, aún más vieja, estaba a medio
kilómetro. La atracaron unos salteadores. Y tú le dijiste. Yo fui uno de
esos salteadores. Y el hombre, que no podía echar a correr hizo migas
contigo y estuvisteis hablando un buen rato. Qué contaría al llegar a su
casa.
Nos conocimos tras largas conversaciones desde
Barcelona y desde Cuenca hasta Praga. Oigo, decías cuando descolgabas el
teléfono. Siempre preocupado por los pasos que íbamos a dar. Oigo, pero
lo que más te gustaba era tener inagotables tertulias bajo la niebla del
tabaco y la humedad de los cafés con leche, hasta altas horas, tan
altas, que nos preocupaba tu salud. Pero a la mañana siguiente te
levantabas temprano y ya te habías echado uno o más cafés cuando de
nuevo nos encontrábamos. Siempre me sentí un hermano pequeño, muy
pequeño, bajo la sombra de un gran hombre que con su experiencia, a
veces amable, a veces irritado, nos aconsejabas, nos dictabas y nos
agasajabas cuando íbamos a verte.
Nos enviaste tus memorias. Cuántas cosas conocimos
con tus recuerdos y olvidos, y las enviamos a todas las editoriales y
¡ay que ver cuanto memo se dedica en España a establecer que lo que se
puede editar y lo que no! Solo una nos dijo que podía publicarla si se
reducía el número de páginas. Antes las quemo. Así que Dimas, ahora, con
las teclas de un ordenador, volvió a reescribir tu borrador, sin tocar
una coma. Al final fue el gobierno de Aragón que tuvo a bien publicarlas
en Amarga Memoria.
Rememoraremos los días pasados, lo que nos diste, lo
que nos enseñaste, sin dejar de ser nunca Chaval. El exilio paró el
reloj en el año 1952 y has sido guerrillero, en todos los sentidos,
hasta el fin de tus días. En Praga te preguntabas, qué había pasado con
la vida de aquella persona que eras tu mismo, que había salido en la
niñez de Borja para ir a Barcelona. Y a veces, se sorprendían cuando nos
oían hablar en catalán. Conservabas un acento mejor que el mío a pesar
que saliste de allí en 1939. La casualidad había querido que vivieras en
el barrio de Hostafranchs, a pocos metros de donde viví en buena parte,
también me contabas que habíamos ido a la misma escuela treinta y
cuarenta años más tarde. Recordabas con memoria fotográfica las calles
de nuestro barrio y preguntabas por las fábricas, por los edificios, por
la iglesia que viste arder bajo el furor revolucionario.
Flor llegó un día a Santa Cruz de Moya. Había
encontrado a Carmen la del Molino del Peinado. La joven con la que
soñaste en tu vida guerrillera. Os fuisteis hasta Catalunya y pudisteis
abrazaros y conocer la triste historia de aquel punto de apoyo en el que
se unía la Revolución y el Deseo, como Miguel bautizó sus memorias,
junto con las tuyas, son las mejores que pueden leerse para comprender
la terrible faz del franquismo.
Así que un día, estarías en Praga renegando de tu
suerte mientras nosotros te buscábamos casa en Santa Cruz de Moya y
llamaste a Conchi para que te preparara un camión de mudanzas. Venga,
así, como el último impulso ¿quién te podía negar el derecho a una vida
nueva, la que las guerras de España, de Francia y de los montes te
negaran? Rompiste el exilio checo y te viniste a España definitivamente.
Asentiste a la llamada de la tierra y volviste a tu
Aragón del que no habías olvidado sus jotas, a veces, parecías un
aragonés imitando a un aragonés, que te voy a contar, si es que además
de escribir, de ser orfebre, mecánico, sabías cantar y nos quedábamos
todos preguntando como seguías siendo aragonés sin acento checoslovaco,
cuando otros amigos que venían de Francia tenían ese deje que delataba
su tierra de acogida.
Te estableciste en Borja. Juan Pablo y Dimas, han
sido los miembros de tu última partida, la que conquistó de nuevo la
tierra que te vio nacer, la tierra donde tú decidiste morir sin olvidar
al grupo de Azuara, siempre a tu servicio, siempre prestos a acompañarte
allí donde nacen las montañas.
El viernes 1 de mayo partirán coches desde el
territorio maquis, seremos muchos los que no podremos soportar la
emoción. Surcarán las lágrimas las mejillas. No será el último homenaje,
no será un carpetazo, seguiremos adelante. Quién fuera río y arramblara
con todas la injusticias.
Sierra y Libertad
Texto: Pedro Peinado Gil. Presidente de La Gavilla Verde.
Fotografía y Vídeo: Juanbe Moreno.
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José Manuel Montorio Gonzalvo «Chaval»
José Manuel
Montorio Gonzalvo
«Chaval», jefe de grupo
en la Agrupación
Guerrillera de Levante y
Aragón (AGLA) en el 5º y
11º Sector. Lucha
durante siete años en el
monte, y pasa a ser
responsable de la
evacuación de la
Agrupación en 1952, con
Florian García Velasco
«Grande», como dirigente
de la misma. En el vídeo
aparece en Azuara,
durante los actos que
este pueblo dio el 11 de
noviembre de 2006 en
homenaje al grupo de los
Maños, del que era
integrante el propio
«Chaval», junto a
“Ibáñez”; (de Azuara),
Julio, Bernardino y
Perico. «Chaval»
falleció el 27 de Abril
de 2009.
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Adelino Pérez «Teo».
SER POLÍTICO
(En recuerdo de Adelino Pérez Salvá, “Teo”)
Salvador F. Cava
La distancia con la República y su defensa durante la Guerra Civil y en la dictadura, y
hasta en la transición y años democráticos, se nos va agrandando. No por el esfuerzo decidido, constante y
esclarecedor de numerosas personas y colectivos sociales, sino por el propio imperativo del tiempo que nos
deja huérfanos de testimonios directos, y nos obliga a trasladar la emotividad, la solidaridad y hasta la
reivindicación de la justicia hacia parámetros de ejercicio intelectual, que nunca son desdeñables, pero
que suelen enfriar cualquier acción y, desde luego, aportan otros e imprescindibles saberes. Pero por
ahora, a muchos, la fuerza se les va en la teoría, arropándose en su propio convencimiento. Para ellos dos
por dos serán siempre cuatro, sin embargo, para quien no tiene más que un euro para pasar el día, en estos
momentos, insisto, el estudio de las multiplicaciones no le sirve para mucho, pues antes tendrán que hacer
muchas sumas y restas, o incluso patearse las calles para solucionar sus problemas vitales, si no quieren
quedarse sin comer y a la intemperie, como viene sucediendo con mucha gente, demasiada, en la trepidante
actualidad. Es por ello, que la teoría puede ser acertada, pero su praxis, en ocasiones, es un verdadero
desastre.
Y de aquellos comunistas y libertarios y republicanos que tras las dos guerras, Española
y Mundial, continuaron en la lucha del monte, y de la política, podríamos aprender que ambos cosas, teoría
y práctica, pueden ir de la mano. No es de recibo negar la mayor, por ejemplo cuando se trata de
exhumaciones de guerrilleros –en Benagéber últimamente–, argumentando con ello se “rompe la cadena de
pruebas” y “hasta se secuestran” estas últimas, porque además de no ser cierto, dado que la práctica forense
legal y escrupulosamente científica recién aplicada, –por ejemplo Villarejo de la Peñuela–, se puede trasladar
a los juzgados si los familiares lo desean o los teóricos a los que me refiero también dan el paso adelante de
su praxis. Doy por hecho que no desconocen la seriedad de las formas de exhumación practicadas, y por ello sus
objeciones, además, –en este caso–, de reduccionismo curioso al obviar interesadamente otras muchas exhumaciones
llevadas a cabo en todo el territorio nacional, y su planteamiento, parecen hacer recaer en la “testificación” de
las pruebas de la muerte de tres guerrilleros y cinco enlaces, el núcleo básico de la condena judicial de lo que
fue la dictadura franquista: como si la historia, la documentación gráfica, sonora y audiovisual, las autobiografías,
los miles y miles de testimonios de republicanos y sus familias que sufrieron la represión, los innumerables juicios
sumarísimos, etc. sirvieran para poco. Ese cargo de conciencia histórica y judicial que se quiere hacer recaer
“especialmente” sobre la exhumación de Benagéber, es sencillamente pacato. Y además, aunque sea en plan torero, si mi
tío o mi padre, como mi abuelo lo está en otra parte, estuviese allí enterrado: ¿quién es nadie para impedirme que lo
desentierre y le dé sepultura dignamente? ¿Me lo va a impedir alguien con el argumento que si lo desentierro, aunque
fuese por mi cuenta con pico y pala, no se podría condenar al franquismo pues “secuestro pruebas”?, ¿nos esperamos
otros setenta años para que mis bisnietos desentierren a su abuelo, a su bisabuelo y a su tatarabuelo? La razón, por
muy lúcida y acertada que sea, ya lo trazó Goya, engendra monstruos.
Decía que podíamos aprender de aquellos guerrilleros que unían teoría y práctica. Y lo digo ahora
pensando en uno de los que mejor ejemplificaron con su vida el valor de la palabra, el carácter de convicción que los
planteamientos ideológicos pueden tener, pero sin olvidar que el camino también se hace ofreciendo soluciones
concretas a problemas diarios. Esa fue la guerrilla, supervivencia y lucha, vida y discurso. Y esa fue el constante
hacer de una persona maravillosa, de un ciudadano ejemplar: Adelino Pérez Salvá, en las guerrillas de Levante y Aragón
“Teo”, desde el año 1948 que se incorporase enviado desde Francia por el PCE.
Con 19 años, y desde su militancia en la JSU se incorporaría al frente en la Sierra de Guadarrama,
para al año siguiente pasar por la Escuela de Guerrilleros de Benimámet e ingresar en el XIV Cuerpo Guerrillero. Uno
de sus mejores jefes y amigos sería Peregrín Pérez “Ricardo”, comandante de este Cuerpo y futuro jefe de la AGLA en
1948. En la Resistencia francesa también participaría Adelino Pérez, y desde 1948 a 1952 en labores de actividad y
apoyo político en los diversos sectores en los que se articulaba la estructura guerrillera de Levante. Precisamente
fue el encargado de trasladar las órdenes de evacuación en las Navidades de 1951-1952. Actividad que se realizaría,
con la dirección interna de José Manuel Montorio “Chaval”, desde Cofrentes.
Los años siguientes siguieron siendo de militancia activa. Siempre en la clandestinidad y casi
siempre en el interior de España, bien en Extremadura bien en la minería asturiana. Sólo con la muerte de Franco, en
1976, podría regresar de forma abierta a España con su familia, y también entonces siguió participando y militando
en el PCE y en IU de La Safor, en Gandía. Hasta que nos ha dejado, el día 29 de marzo.
Su vida de guerrillero fue la que me unió a él y a su mujer Piedad. Lo visité varias veces en su
casa del Puerto de Gandía y coincidí con él en unas de las jornadas y homenajes a los Guerrilleros del mes de octubre,
en Santa Cruz de Moya. La visión que él me dio y dejó entre los allí presentes siempre fue de ánimo político. De
discurso encendido y convincente, claro y aleccionador. No había reproches en sus palabras, aunque en su biografía
final, como tantos otros camaradas comunistas sintieran el desafecto de los últimos planteamientos oficiales del
Partido Comunista, y hasta se sintieran defraudados por las posturas de la persona a la que más habían admirado y
seguido, la de Santiago Carrillo. Yo interpreto esta decisión como una más del siempre deseable debate histórico, de
las vivencias permanentemente activas de las personas, que atienden a la volatilidad de la ideología, y de alguna
manera, no cuestionan su uso, sino su permeabilidad.
Pero “Teo”, hasta que las fuerzas y el cansancio, pues falleció con 92 años, le pudieron, siempre
estuvo en el frente de la recuperación de la memoria de los guerrilleros, con el sano y decidido propósito de
devolverlos a la Historia, con mayúsculas. Fue uno de las más decididos emprendedores de su memoria. Sin ningún
interés personal, tan sólo el colectivo: dejar constancia de que el olvido democrático de todas aquellas personas no
tenía sentido. Como tampoco la falta de reconocimiento de sus derechos. Ahí están las hemerotecas.
Por eso siempre nos quedará su valor. Y con él todo un ejercicio de vida militante y coherente, de
política en pie alentada desde la base que supuso ser joven y adquirir conciencia política a base de coraje, solidaridad
y compromiso, desde un pequeño pueblo, de Villalonga, en este caso, porque nada se nos regaló, y si queremos conseguir
igualdades y libertad siempre hemos de estar dispuestos a la acción y al discurso. Gracias a él, podemos seguir creyendo
en los valores sociales más nobles, resumidos en el debate abierto, generoso, razonado. Vida política, en definitiva,
también en las calles, en las minas, en el monte. Allí por donde la vida y el ejemplo de “Teo” transitó. Con todo mi afecto.
Eulalio Barroso Escudero «Carrete».
Querido Eulalio,
Hace unos días que nos has abandonado.
Estaba en la sede con Vicente. Sonó el teléfono y tras oír a Conchi, se nos
contrajo el pecho. No era esperada tu muerte y nos queda el consuelo que
los últimos años vividos han sido una verdadera aventura y hemos podido
conocer muchas cosas juntos. Tu vida, a pesar de la dureza de sus
principios, se ha despedido de manera dulce. ¡Pero han quedado tantas
cosas en el tintero!.
Quería decirte que representabas muchas cosas, tras
el mito, está la persona y ésta ha sido de talla mayor. Conocido en el
Barrio de San Marcelino, por eso acudieron tantos vecinos y de Santa
Cruz de Moya donde tenías casa y familia, nadie puede decir en tu contra
una sola palabra. También vinieron Juanbe y la familia de «Ino», desde
Madrid.
Siempre he intentado explicar la especial relación
que estableciste con La Gavilla Verde y con todos los que te conocimos.
Fina, tu hija, que ha sido un sol en tu vida, es una amiga desde la
adolescencia, pero no tenía recuerdo de tu persona hasta que decidimos
iniciar nuestro trabajo por la memoria. Fue durante las primeras y las
segundas jornadas, pues no te perdiste ninguna de las charlas y eso me
llamó la atención. No levantaste la mano para intervenir, no asumiste
ningún protagonismo. A los meses nos fuimos al Jerte y fue allí donde
conocimos tu pasado. Fueron ellos los que nos desvelaron, que el padre
de Fina, Eulalio Barroso Escudero, había sido en su temprana juventud un
guerrillero extremeño en la Sierra de Gredos, bajo el alías de Carrete.
Barroso no es un apellido de Santa Cruz de Moya. Fue
Teo el que dijo: el padre de Fina. Y nadie sabíamos nada. Habías estado
con nosotros en las dos primeras ediciones de nuestras jornadas, pero
habías callado tu pasado. Buenas razones tenías para ello, pero la
principal, era tu modestia. Cuando pude verte, me dijiste, mi vida no ha
sido importante, lo importante es lo que estáis haciendo y nos
solicitaste el ingreso y no te has perdido una sola asamblea ni reunión
y, en todas, has intervenido para dar tu parecer y desde que estamos en
el ayuntamiento te has interesado por nuestra labor.
Quien ha querido ver en ti a un viejecito indefenso,
preso de los calores del reconocimiento, se equivoca. No hemos dejado de
atender tus observaciones, has sido parte integrante de nuestro hacer y
se han tomado decisiones al abrigo de tus consejos, fuiste determinante
en los peores momentos y junto con otros exguerrilleros, nos animaste a
combatir el sectarismo y el autoritarismo, así presentamos batalla a
todos los que quisieron que el acto de homenaje de Santa Cruz de Moya
perdiera su espíritu originario.
Cuánto hablamos en aquellos años en los que llegaron
a expulsarte de alguna reunión y a mal llamarte por tu férrea defensa de
La Gavilla Verde , pues tú eras nosotros y nuestro mejor argumento.
A partir de tu descubrimiento empezaron a llamarnos
los amigos de otros puntos para invitarte a que participaras en
encuentros y jornadas: Los amigos del Jerte, de Talavera, de Puçol, de
La Pesquera, de Roturas, de Madrid, de Barcelona, de Cuenca, de
Valencia… todos están entristecidos con tu nada esperada muerte, los que
no pudieron asistir llamaron o nos escribieron. Matías y Galileo
hicieron las notas de prensa y El Levante, la prensa de Extremadura y
hasta "El Mundo" han recogido la mala noticia. En Internet se han
publicado reconocimientos y el compromiso de mantener tu nombre en la
memoria. El Presidente de la Diputación de Cuenca hizo llegar un
telegrama y estuvo en el sepelio José Camarasa y un buen número de
socialistas valencianos.
No faltaron tampoco los amigos de Esquerra Unida y
una representación libertaria pues aun siendo afiliado del partido
socialista nunca olvidaste tus raíces y, en todos los actos, cuando te
despedías, unías tus manos y hacías el saludo libertario.
Cuando pensamos que no te veremos subir la cuesta de
la calle Real , se nos humedecen los ojos, nadie luchó con tanto ahínco
por lo que significa nuestra asociación y por el tiempo y el trabajo
invertido en devolveros lo que la historia oficial os ha querido negar:
que fuisteis los hombres y mujeres más valientes que dio España y que
por unos años con pobres medios y pobres armas no dejasteis que la
dictadura se sintiera tranquila.
Pero al Eulalio que más echaremos en falta siempre
será el padre de Fina, al vecino de Santa Cruz de Moya, al amigo que se
sentaba con nosotros y se inquietaba por las cosas que pasaban a nuestro
alrededor, el más inmediato y el más lejano, siempre volcado en
denunciar a los que llevaron a varias generaciones a la pobreza
cultural.
Saliste de San Miguel de los Reyes y te quedaste a
vivir en Valencia obligado a firmar cada pocos días en comisaría.
Encontraste trabajo y te casaste con una santacrucera, quién iba a saber
que sería en Santa Cruz de Moya donde se levantaría el monumento al
guerrillero y donde se desarrollaría el trabajo de mayor envergadura
realizado en nuestro pais para recuperar la memoria de las personas que,
como tú, perseveraron en todos sus actos en la búsqueda de la justicia y
de la igualdad social. Solo podemos decirte que seguiremos adelante con
el mismo desparpajo, con la misma ilusión que nos convence cada día de
seguir el camino natural, el camino que nos hace más libres, gracias,
muchas gracias, por los años que nos has brindado, por habernos servido
de guía y esperamos que tu ausencia no embargue el feliz recuerdo de los
días vividos en gavilla de amigos.
Siempre a vuestro lado,
Sierra y Libertad.
Texto: Pedro Peinado Gil. Presidente de La Gavilla Verde.
Fotografía: José María Azkarraga.
Entrevista de “Olvida tu equipaje” a Eulalio
Barroso
Enviar condolencias a:
webmaster(arroba)lagavillaverde.org
|
Eulalio Barroso Escudero «Carrete»
El testimonio de “CARRETE” un guerrillero que luchó por la república en contra del regimen franquista.
|
Más información:
Hasta siempre «Carrete». Rebelion – Opiniones y Noticias rebeldes sobre el Mundo.
Ha fallecido nuestro gran amigo y compañero Eulalio Barroso Escudero «Carrete».
Foro por la Memoria – Federación Estatal de Foros por la Memoria | Memoria Histórica.
Uno de los últimos supervivientes del maquis | Opinión.
EL MUNDO – Diario online líder de información en español.
Justo Jiménez «El Cojo».
Justo Jiménez “El Cojo”, caballero de la libertad (1902-2008)
http://franciscomoriche.blogspot.com/. Justo Jiménez «El Cojo» en el Blog de Francisco Moriche.
En memoria de Justo Jiménez González “El Cojo”,
comunista y guerrillero, que falleció en Béjar el 10/11/2008, a los 106
años de edad. El pasado lunes 10 de noviembre, a la edad de 106 años,
nos dejó Justo Jiménez González, apodado “El Cojo”.
Justo nació el 14 de julio de 1902 en Aldeanueva de
Santa Cruz (Ávila). Con 20 años, viniendo de trabajar en Francia, fue
ingresado en San Sebastián y sufrió la amputación de una pierna. Vino
entonces a vivir con sus padres a Baños de Montemayor (Cáceres), donde
se estableció como sastre, contrajo matrimonio y emprendió su larga
trayectoria de lucha política.
Así, durante la II República, ocupó los cargos de
secretario municipal de Jarilla y, desde las filas del Partido
Comunista, concejal y alcalde de Baños.
Detenido al inicio de la Guerra Civil, cumplió 6 años
de cárcel en el Puerto de Santa María. De regreso a Baños de Montemayor,
comenzó a colaborar como enlace y correo con la guerrilla antifranquista
(maquis), en la XII División de la Agrupación Guerrillera
Extremadura-Centro que comandaba Pedro José Marquino Monje, apodado "El
Francés", y que en esta zona operaba con una partida que lideraba
Gerardo Antón Garrido, apodado “Pinto”.
Justo fue entonces delatado por vecinos de derechas
del pueblo, detenido en febrero de 1947 y juzgado militarmente en
Madrid. Condenado a 15 años de prisión por "pertenencia en la
clandestinidad al Partido Comunista", pasó por las cárceles de
Plasencia, Carabanchel, Yeserías, Burgos y El Dueso. Fue puesto en
libertad en 1956 (cumplió en total 14 años y 2 meses de prisión desde
1936) y desde entonces fijó su residencia en Béjar, donde ejerció su
oficio de sastre hasta la jubilación. No quiso, en todos estos años, ni
participar en la vida política bejarana, ni regresar a Baños de
Montemayor.
A los 90 años y gozando de unas excelentes
condiciones físicas e intelectuales, comenzó a redactar sus memorias,
tarea que alternó con la escritura de otros textos sobre el discurrir de
la Transición y la democracia en España. Todas estas obras permanecen
aún, esperemos que no por mucho tiempo, inéditas.
Desde el plano más personal, y todavía conmocionado
por la pérdida de un amigo y compañero tan querido, no puedo sino
reiterar el enorme orgullo que para mí ha supuesto haber conocido a
Justo, charlar con él sobre las cosas de la política y de la vida...
Compartir, en suma, un puñado de valiosos momentos con un hombre tan
digno, tan íntegro, de ideas tan profundas y de principios tan rectos...
En el transcurso de estas conversaciones, tuve la
oportunidad de recabar su valiosísimo testimonio para mi libro
Represión, silencio y olvido. Memoria histórica de Hervás y el Alto
Ambroz (Asamblea de Extremadura, 2007).
¿Qué decir ahora, para conmemorar una vida tan
extensa, tan noble y rectamente vivida, tan repleta de entrega y
compromiso, tan cargada, a la vez, de padecimiento y de esperanza?
Hombres y mujeres como Justo, que lucharon por la democracia, que nos
devolvieron la libertad, que se emplearon tan a fondo en la causa de la
justicia, no pueden ser olvidados. Ellos pusieron los cimientos de todas
las libertades que hoy disfrutamos. Y ellos fueron ayer, son hoy y serán
mañana un ejemplo para la comunidad. Su memoria no será nunca simple
nostalgia, sino viva enseñanza. A tus hijos, Pedro, Mari y Carmen, y a
todos tus familiares, les quiero hacer llegar un fuerte abrazo. Y a tí,
querido amigo, ¿qué me queda por decirte, todavía, desde este lado? Que
te recordaré siempre, sobrio, reflexivo, sereno, afable, entrañable,
riguroso y recio, como has sido siempre y como he tenido la suerte de
conocerte. Que ni tus ideales ni tu lucha serán nunca olvidados ni
abandonados. Que no dejas cenizas, sino surco y simiente de ese mundo
mejor por el que luchaste, y por el que, con tu ejemplo siempre vivo en
la memoria, seguiremos luchando.
Descansa en paz, viejo guerrillero, hombre honrado,
ciudadano ejemplar de la República de la Libertad.
Francisco Moriche Mateos, Hervás, Cáceres, 14 de
noviembre del 2008.
Miguel Núñez.
Terceras Jornadas | Miguel Núñez.
BUZÓN DE LA GAVILLA VERDE
INTERVENCIÓN DE MIGUEL NÚÑEZ EN LAS III JORNADAS EL MAQUIS
EN SANTA CRUZ DE MOYA, CRÓNICA RURAL DE LA GUERRILLA ESPAÑOLA.
Sesión inaugural. 4 de octubre de 2002.
REPÚBLICA, GUERRA Y FRANQUISMO EN EL MEDIO RURAL.
Buenos días a todos. Estoy aquí, por lo visto,
representando a los resistentes. En esta sala hay muchos que podrían
hacerlo como yo o mejor. Quería empezar por ahí. En segundo lugar, decir
que estoy emocionado con el trabajo que realiza la Gavilla Verde, estos
chavales de los que me honro ser su amigo y también me emociona este
pueblo, su alcalde y los proyectos que están haciendo. Saludo
particularmente a los historiadores que ahora se ocupan profundamente en
muchos sitios de estos problemas y me parece muy bien, pero lo tienen
muy duro.
Tengo la impresión que para hacer un verdadero
retrato de lo que ha sido la represión y los años de dictadura
franquista haría falta que pudieran tomar la palabra todos los que la
sufrieron de un modo o de otro: los que murieron, los que estuvimos
encarcelados, los que estuvimos en la clandestinidad, los que estuvimos
en la guerrilla, todos. Sólo así, y esto es imposible, se podría
restituir plenamente la verdad histórica. Sin embargo, una aproximación
a la verdad, sí que se puede conseguir y, sobre todo, conseguir que no
se falsee la realidad histórica, que es lo que importa, es lo que pido a
los intelectuales, a los historiadores, a los cineastas, que están
trabajando alguno de ellos en esa dirección: que no se pueda falsear la
realidad histórica, y que ésta se vaya restableciendo, en la medida de
lo posible.
Soy un cocodrilo viejo, pues nací en el año veinte y
tuve la suerte de vivir los años de la República, los de la Guerra Civil
y también la suerte, porqué no decirlo, de vivir los años de la lucha
contra la dictadura. Y quisiera decir que algunas cosas antes de
adentrarse en el tema para el que se ha convocado esta mesa: la vida
rural en aquélla época.
Hasta 1931 el peso de la monarquía autoritaria, de la
dictadura del general Primo de Rivera, padre de José Antonio, el peso de
la Iglesia terrateniente, de los terratenientes de la Iglesia, de los
militares africanistas habían creado una opresión sobre la sociedad
española muy difícil de superar. Y, entonces, se produce un fenómeno
histórico del cual se ha hablado aquí, de sus raíces; y es que se
celebran elecciones municipales, no de sistema, municipales, y es tan
abrumador el resultado, el triunfo de las fuerzas populares y
democráticas, que el rey se tiene que marchar. La monarquía cae sin que
esté en juego el régimen monárquico; en aquél momento no lo estaba. Y el
rey se marcha, corriendo, olvidándose la familiar, por ejemplo; pero el
pueblo español le manda la familia al exilio dorado y aquí no ha pasado
nada. Hoy nos encontramos de nuevo con la monarquía preparada por el
General Franco, siguiendo la Ley de Sucesión. Sobre la Transición, ahora
no es objeto de mi intervención, pero algo quiero decir: según el
historiador Gabriel Jackson , la Transición fue una trampa contra la
memoria histórica y, por tanto, se trata de recuperar lo que se ha
ocultado tantos años.
Hay tantas cosas para contar. Por ejemplo: puedo
admirar mucho el papel de los guerrilleros en el monte, pero los
guerrilleros en el monte, en la ciudad, las organizaciones en la lucha
clandestina contra la dictadura no hubieran podido subrevivir sin el
apoyo del pueblo, a pesar del miedo y, como hay que centrarse en algunas
cosas, hay tantas, me voy a referir a los campesinos en las áreas
rurales, a pesar de que no es lo que más he conocido.
En los primeros años de la dictadura, huyendo de
Madrid, a través de un amigo maravilloso, Estéban Díaz, que había sido
el responsable sindical en el Metro de Madrid, voy a Cazalla de la
Sierra, al pantano del Pintado. En este pantano había unos seiscientos
campesinos sin tierra que trabajaban en las condiciones más horribles
que os podáis imaginar. Sin medidas de seguridad, todos los días había
muertos... Sólo tres edificios se alzaban en las inmediaciones del
pantano: el cuartel de la Guardia Civil, una capilla y el economato
donde se daba crédito sobre el salario de miseria a los campesinos.
Éstos y sus familiares vivían en lo que se llamaban “las cuevas”, que
eran unos agujeros hechos en la tierra. Veías a una mujer campesina y me
preguntaba mi compañera de entonces, Tomasa Cuevas, que trabajaba con
ellas cuando estuvimos allí: ¿cuántos años te parece que tiene esa
mujer?. Respondí: cincuenta. No, tiene treinta. Y así sucesivamente. En
un momento dado, yo era el contable en el economato, el señorito mandó
al cabo de la Guardia Civil a las cuevas porque robaban sacos de cemento
de Agromán, que era la empresa que construía el pantano. Y el guardia
civil, que tenía fama de ser un malvado, volvió y le dijo al “señorito”;
“Don Javier, si quiere los sacos suba usted a por ellos; yo no los
traigo porque es donde duermen los niños y los viejos”. Era esa la
situación, y en tres meses conseguimos una organización en la que
participaban un número importante de campesinos, y nos tuvimos que ir,
afortunadamente con tiempo, porque la gente trabajaba muchísimo y comía
poco, y cuando iban al economato y se tomaban un vino contaban que se
estaban organizando y que se había repartido propaganda clandestina, y
llegó a oídos de la Guardia Civil, por lo que tuve que marcharme a
Sevilla. Un médico, que de vez en cuando venía al pantano, generalmente
para certificar las defunciones de los trabajadores en accidente, me
explicó que el 60% de los niños que nacían en las cuevas morían antes de
cumplir un año.
Esa era la situación que yo conocí de los campesinos
andaluces.
Después, a causa del “turismo clandestino”, marché al
País Vasco y pude conocer las condiciones tan difíciles en que vivían
los obreros en la zona de la ría de Bilbao, en Eibar y otras
localidades. Allí organizamos, por grupos de empresa, a bastantes
trabajadores. Más tarde me desplacé a la zona de Tarragona, allí conviví
con los trabajadores del campo, con los maestros y algunos artistas. En
el centro de lectura de Reus se realizaba por aquellos años, 1947-1948,
una importante actividad de propaganda y editábamos un boletín que se
titulaba “Información Radio España Independiente”. Trabajé en un gran
almacén que exportaba vinos al extranjero y conocí también al
propietario y otros empresarios nacionalistas que sabían lo que hacíamos
y nos protegían.
Cuando estuve condenado en el penal de Ocaña tuve
ocasión de convivir con personalidades republicanas, entre ellos Miguel
Hernández, nuestro gran poeta, que era el profesor de los grupos de
jóvenes presos. En Ocaña conocí la situación de los campesinos de la
zona de Toledo, que habían trabajado con entusiasmo en las cooperativas
agrarias, que se constituyeron cuando la II República hizo la reforma
agraria. Muchos de ellos fueron fusilados, y otros muchos que yo conocí
entonces condenados a largos años de prisión, simplemente por ser los
dirigentes o miembros de las cooperativas.
En el penal de Ocaña había, por aquellos años, un
cura, capellán de la prisión, verdadero verdugo que se ensañaba con los
presos y sus familias. En la clase de literatura que nos daba Miguel
Hernández se compuso el siguiente poema, que por sí solo explica la
calaña de este personaje.
Muy de mañana, aún de noche,
Antes de tocar diana,
Como presagio funesto
Cruzó el patio la sotana.
¡Más negro, más, que la noche
Menos negro que su alma
El cura
verdugo de Ocaña!
Llegó al pabellón de celdas,
Allí oímos sus
pisadas
Y los cerrojos lanzaron
Agudos gritos de alarma.
“¡Valor, hijos míos,
que así Dios lo manda!”
Cobarde y cínico al tiempo
Tras los
civiles se guarda,
¡Más negro, más, que la noche
Menos negro que su alma
El cura verdugo de Ocaña!
Los civiles temblorosos
Les ataron por la espalda
Para no ver aquellos ojos
Que mordían, que abrasaban.
Camino de Yepes van,
Gigantes de un pueblo
heroico,
Camino de Yepes van.
Su vida ofrendan a España,
Una canción en los labios
Con la que besan la Patria.
El cura marcha detrás,
Ensuciando la mañana.
¡Más negro, más, que la noche
Menos negro que su alma
El cura
verdugo de Ocaña!
Diecisiete disparos
Taladraron la mañana
Y
fueron en nuestros pechos
Otras tantas puñaladas.
Los pájaros lugareños
Que sus plumas alisaban,
Se escondieron en los nidos
Suspendiendo su alborada.
La Luna lo veía y se tapaba
Por no fijar su mirada
En el libro, en la cruz
Y en la “star” ya descargada.
Menos negro que su alma
El cura verdugo de Ocaña!
EL CURA VERDUGO DE OCAÑA.
PRISIÓN DE OCAÑA, 1941. (En la clase de Miguel
Hernández).
Cabe decir que no sólo ha habido curas verdugos, como
éste de Ocaña, hubo sacerdotes, incluso congregaciones religiosas en el
País Vascos y en Cataluña en la Abadía de Montserrat que prestaron una
gran ayuda a los presos y sus familias.
No quiero extenderme más y termino recordando unas
palabras del comunista checo Julius Fuccis, que cuando los nazis
invadieron Checoslovaquia, antes de ser ahorcado, escribió un hermoso
poema “Hombres, ¡alerta!”, en el que llamaba a defender la humanidad,
los derechos del hombre frente a la barbarie fascista.
Hoy también hay que gritas: hombres, ¡alerta!. De
nuevo la humanidad está amenazada por la cúpula gobernante de los
Estados Unidos y de las multinacionales que representa, que pretenden
llevar a los pueblos a una guerra universal. La Oficina de Presupuestos
del Congreso de EE.UU. acaba de publicar un informe donde, se calcula,
que serán necesarios entre mueve mil y trece mil millones de dólares al
mes para hacer la guerra a Irak, y que, como es lógico, si esta se
prolonga en el tiempo y exige una ocupación del territorio iraquí el
coste se elevaría a no menos de doscientos setenta mil millones de
dólares. Mayor Zaragoza, que no es un hombre al que se pueda acusar de
extremista, dice que con la mitad de ese dinero se podría terminar con
el hambre en el mundo y en los propios EE.UU. Mientras se realizan y
proyectan estos enormes gastos de guerra, que enriquecen a los
poderosos, más de dos mil millones de seres humanos viven bajo la
pobreza, y en los propios EE.UU. se calcula en treinta y tres millones
los pobres “absolutos”. Aquí en España, al frente de nuestro gobierno,
tenemos a un complaciente servidor de los belicistas norteamericanos que
ofrece las bases territoriales, el pleno apoyo e, incluso, la sangre de
los españoles, para apoyar los planes demenciales de los terroristas de
estados norteamericanos. Ayer subsistimos y vencimos al fascismo de
Hitler y Mussolini, a la dictadura franquista, oponiéndonos a sus
desmanes, hoy, para salvar al mundo hay que oponerse a estas nuevas
formas de fascismo, de explotación de la humanidad.
Estas jornadas no tienen que servir para mirar hacia
atrás, sino, con decisión, mirar hacia adelante y luchar para impedir la
gran tragedia con que se nos amenaza.
Este es el deber de todos nosotros.
Miguel Núñez [1].
LA AGRUPACIÓN GUERRILLERA DE CATALUÑA DE MIGUEL NÚÑEZ
IV JORNADAS EL MAQUIS EN SANTA CRUZ
DE MOYA. CRÓNICA RURAL DE LA GUERRILLA ESPAÑOLA. MEMORIA HISTÓRICA VIVA.
Santa Cruz de Moya, 2, 3 y 4 de
octubre de 2003.
La Agrupación guerrillera de Catalunya.
Miguel Núñez
La Revolución y el Deseo.
Península/Atalaya. 2002
Madrid, 2 de octubre, 2003
Queridos amigos de La Gavilla Verde:
Sabéis cuanto valoro el inteligente y tenaz esfuerzo
que venís dedicando a la recuperación de la Memoria Histórica, "memoria
histórica viva" como vosotros la calificáis acertadamente, y también a
recuperar las gestas heroicas de los guerrilleros antifranquistas.
Este año estáis desarrollando ya, nada menos que las
IV Jornadas del Maquis en Santa Cruz de Moya. ¡Todo un éxito!.
Que, además, esta magnífica contribución a la defensa
de los valores humanos la estéis llevando a cabo jóvenes como vosotros,
me ilusiona y reconforta, pues sois testimonio de que los ideales de
libertad, igualdad y fraternidad, de auténtica y radical democracia, no
podrán ser enterrados, como lo han pretendido los bárbaros modernos.
Me parece de gran importancia que contéis con la
valiosa colaboración de la Universidad de Castilla la Mancha, con
profesores y jóvenes estudiosos que no se resignan a aceptar como buena
la falsa e interesada versión, escrita por los vencedores, con la sangre
y el dolor de los pueblos de España.
Mi deseo y el de Elena hubiera sido acompañaros en
estas IV Jornadas, como lo hicimos en las anteriores, pero,
desgraciadamente, mi estado de salud en estos días no me lo permite, lo
que me contraría seriamente.
Os deseamos mucho éxito en la realización del
magnífico programa de estas IV Jornadas.
Un fuerte abrazo.
Elena y Miguel.
Tenía preparado el borrador de un breve guión para mi
intervención prevista en las jornadas, ajustándome a las actividades
guerrilleras en Cataluña y el papel que en su organización,
mantenimiento y dirección jugó el Partit Socialista Unificat de
Catalunya (PSUC).
Por si fuera de alguna utilidad, lo adjunto.
-
Las primeras guerrillas, integradas por militares
republicanos y por personas caracterizadas como enemigos del régimen
de dictadura, que se refugiaron en los montes eludiendo la brutal
represión franquista, se instalaron en las zonas de Estepolla,
Aguyana, Matallops, Masanet y otras localidades. Con ellos tenía
alguna relación política el primer comité clandestino el PSUC,
dirigido por Otili Alba, hasta que en 1941 Otili y 53 miembros mas
del PSUC fueron detenidos, juzgados en consejo de guerra y varios de
ellos fusilados.
Cuando yo fui detenido e ingresé en la
prisión Modelo de Barcelona en 1945 pude conocer todavía a
guerrilleros que habían formado parte de estos grupos y que fueron
detenidos en combates con la Guardia Civil. Por ellos conocí la
dureza de su situación y los numerosos compañeros, perdidos,
asesinados por las fuerzas represivas.
-
Desde mi llegada a Barcelona en 1943 y de acuerdo
con la organización clandestina del PSUC, pasé a formar parte de la
llamada "comisión político-militar", encargándome con otros
compañeros de la creación de una guerrilla de la ciudad y del campo
de la que fui responsable político hasta mi detención en abril de
1945. En este período se crearon grupos guerrilleros en la zona de
Gerona, Reus, Montseny, Tarragona e, incluso, en algunos puntos en
tierras aragonesas.
-
A finales de 1944 empezaron a entrar
clandestinamente en España, enviados por la organización del PSUC de
Francia, grupos guerrilleros que habían luchado en las filas de la
Fuerzas Francesas del Interior (FFI) contra los alemanes. Entre
ellos: Josep Aymerich (coronel Elías), Josep Bru y otros que se
integraron en las estructuras que ya teníamos montadas en el
interior de Cataluña.
-
En abril de 1945 fueron detenidos los compañeros
de una de las estafetas y depósito de armas de la Agrupación
Guerrillera de Cataluña (AGC), lo que originó una numerosa caída en
cadena. A la vez, un confidente llegado de Madrid, que había
militado en el PCE y que estuvo condenado a muerte, abre otra vía de
penetración en la organización. Como consecuencia, fuimos detenidos:
Josep Aymerich (jefe militar), Josep Bru (jefe de estado mayor),
Moisés Hueso, Pedro Romeral, Juan Cuadrado, Bonifaci Garcia, José
Tamborero (responsable del depósito de armas en la funeraria),
Atilano García, Tomasa Cuevas y otras dos compañeras, enlaces entre
la AGC y la dirección clandestina del PSUC, y yo mismo, como
responsable político de la agrupación guerrillera.
-
Con los cambios en la situación europea, la caída
de Berlín y el desembarco aliado, el auge de la lucha armada permite
la creación, casi inmediatamente a las detenciones anteriores, de
otra agrupación guerrillera de Cataluña, encabeza por Pedro Valverde
y Ángel Carrero, y con ellos otro importante grupo de guerrilleros
llegados clandestinamente de Francia y del norte de África.
La nueva agrupación guerrillera de Cataluña inicia la publicación
del periódico "Ejército y Democracia", que trasmite todas las
acciones guerrilleras y políticas contra la dictadura (De esta
publicación soy responsable durante los años 1946-47).
Aparece a la vez en Cataluña una organización de militares
republicanos denominada "Afare" -Agrupación de Fuerzas Armadas de la
República Española".
En este período se fortalece la
organización clandestina del PSUC en Barcelona y en distintos puntos
de Cataluña y, en combinación con la AGC, se realiza una intensa
actividad política y de propaganda, a la vez que se efectúan
operaciones de castigo contra destacados represores franquistas.
-
En enero de 1947 es detenido accidentalmente
Angel Carrero, jefe militar de la guerrilla en Barcelona, y por una
serie de circunstancias son detenidos posteriormente : Pedro
Valverde, responsable político de la agrupación, y hasta ochenta
compañeros más, entre los cuales varios miembros de la dirección del
PSUC en Cataluña (Puig Puigdemunt, director de Treball clandestino).
El 13 y 14 de octubre de 1948 se realizaron los consejos de
guerra contra el llamado "Grupo de los ochenta". En febrero de 1949
fueron fusilados: Pere Valverde, Ángel Carrero, Numen Mestre y Puig
Puigdemunt.
(Detallar los grupos creados en este período, en diferentes zonas de
Cataluña, la instalación de bases guerrilleras y las relaciones de
las guerrillas con las organizaciones locales del PSUC).
-
A partir de 1949-50 las direcciones del PCE y del
PSUC deciden abandonar la lucha armada.
-
Desde 1949-50 grupos de guerrilleros
especializados se encargan de garantizar los pasos de frontera desde
Francia a España, acompañando a dirigentes políticos clandestinos,
introduciendo materiales de propaganda e incluso imprentas. Esta
labor fue de una gran eficacia en la lucha antifranquistas.
Nota: Durante estos años también se desarrolló una
importante acción de grupos anarquistas en el interior de Cataluña.
Hasta aquí lo que había preparado, que habría que
desarrollar con referencias al capítulo correspondiente a las guerrillas
del libro "La revolución y el deseo".
Miguel Núñez
La Revolución y el Deseo.
Península/Atalaya. 2002
Miguel Núñez [2].
|
Miguel Núñez.
Ex diputado del Partit Socialista Unificat de Catalunya. Ex preso
político. Presidente de la Asociación Memoria Social y Democrática.
|
Queridas compañeras y compañeros de La Gavilla Verde:
Recibí vuestra fraternal invitación para asistir a
las VI Jornadas El maquis en Santa Cruz de Moya y a los actos de
Homenaje al Guerrillero, memoria histórica de la lucha por las
libertades democráticas contra la dictadura franquista y, como todos los
años, de recuerdo emocionado de los heroicos guerrilleros.
Sabéis con cuanta ilusión he participado siempre a
vuestro lado en estas jornadas que han hecho de Santa Cruz de Moya y del
movimiento a los guerrilleros un símbolo del que todos nos
enorgullecemos.
Razones de salud me impiden estar físicamente a
vuestro lado este año, pero, MÁS QUE NUNCA, estoy presente entre
vosotros con el espíritu que reflejan estas líneas.
Si escribo, MÁS QUE NUNCA, es porque quiero que
sepáis que rechazo con indignación los infundios levantados contra
vosotros por quienes, sin duda, pretenden dividir a los antifranquistas,
a los expresos y represaliados políticos, a los internacionalistas, a
los guerrilleros, pretendiendo arrogarse méritos que ni tienen ni pueden
tener, ni por su historia ni por el vil intento de dividir y enfrentar a
quienes hicimos de nuestra unidad la fuerza de combate contra la
dictadura, y que hoy hemos de continuar unidos en la hermandad de los
"reconstructores de la razón democrática" en expresión de nuestro Manolo
Vázquez Montalbán.
Cualquier intento de dividirnos, constituyen, mas
allá de la intención subjetiva de quien lo haga, un apoyo a los
falsificadores de la historia, a Pío Moa y compañía.
El patrimonio democrático de la unidad antifranquista
de ayer, que se prolonga en la lucha de hoy contra los que pretenden
retrotraernos al pasado, no es propiedad privada de ningún partido
político, ni de ningún grupo o grupúsculo, ni de ningún manipulador o
manipuladora: ES DE TODOS NOSOTROS, que en las más duras condiciones, a
veces entre los cadáveres de nuestros hermanos asesinados, mantuvimos
sin rendirnos la confianza en un mañana de libertad, democracia y paz.
Estoy seguro, queridos amigos, que, otra vez este
año, las jornadas serán un éxito, una contribución positiva al
restablecimiento de la verdad histórica y un recuerdo y homenaje
emocionado a cuantos dieron su vida por un mundo más justo y humano.
Confío en que todos los intentos de enfrentamiento
entre los demócratas y de "apropiación indebida de la historia" serán
rechazados como merecen.
No quiero olvidar en estas líneas solidarias al
alcalde y al Ayuntamiento de Santa a Cruz de Moya, que siempre han
sostenido con firmeza su apoyo a las jornadas y al acto de homenaje al
guerrillero.
MIGUEL NÚÑEZ
Presidente de la Asociación
Memoria Social y Democrática (AMESDE).
Alpedrete. 1 de octubre, 2005.
Manuel Pérez Cubero «Rubio».
HA MUERTO «EL RUBIO»
-
Hola, busco a La Gavilla Verde.
-
Aquí tiene usted una parte. Quien nos buscaba
pasaba de los setenta años. Su acento sonaba a muchos acentos, pero
por encima de todos ellos, conocimos a un aragonés de Teruel bajo
una gorra de lana. Había entrado en la escuela municipal, donde
organizamos la oficina de las primeras Jornadas el Maquis en Santa
Cruz de Moya.
-
Me han dicho que organizáis unas jornadas sobre
la guerrilla.
-
Sí, pero empiezan el viernes, se ha adelantado
usted unos días.
-
Es que vengo para echaros una mano. Soy Manuel
Pérez Cubero, «El Rubio».
Y enmudecimos.
MANUEL PÉREZ CUBERO «RUBIO» | CONDOLENCIAS.
Transmite mi más sentido pésame a la familia, por el
fallecimiento de Manuel, el Rubio.
Y también acompañaros y apoyaros en este duro
momento, que es difícil ver cómo se van, sin tener
un reconocimiento oficial como se merecen, aunque
parece que la cosa se va encauzando.
Un abrazo, espero nos veamos pronto.
Gonzalo Deval.
Vaya, sí que lo sentimos. De corazón.
SyR¡ (Daniel de Culla).
Pedro, aquí van nuestras condolencias.
Sebastián Agudo.
Gracias Pedro por la información. Lo conocí y hablé
bastante con él, era un tío estupendo y lo siento
mucho. En él se va otro estandarte de la lucha por
la libertad.
Un saludo. Miguel.
Buenas tardes Pedro. Que descanse en paz el
guerrillero, la persona y el amigo. Gracias por
mantenerme informado. Un abrazo.
Pepe Sanz-Lamas.
Mi pésame para sus familiares y mi admiración por su
lucha.
Teo Gallega.
Estimad@s compañer@s, me alegro profundamente que os
acordéis de mí cuando me enviáis estas hermosas
historias consecuencias de épocas penosas para
muchas personas. Hace aproximadamente tres años os
encontré en Internet buscando información y son tres
años intentando acercarme y saludaros personalmente
a Sta. Cruz de Moya bien el día del Guerrillero o en
otras actividades que habéis preparado pero en esta
sociedad ya se sabe que el tiempo va en nuestra
contra y que mi deber familiar y laboral no me lo ha
permitido aunque lo tengo en mente.
Desde este rincón de Albacete queda el recuerdo, la
consideración y el respeto hacia Manuel Pérez Cubero
así como a otros compañer@s que han luchado por no
sólo su libertad sino por la libertad de los que
veníamos después.
Os envío un cordial saludo y espero veros pronto.
Aurora Segura.
Gracias, Pedro, por compartir esta memoria con
nosotros. ¿Sabes? La franqueza de sus palabras. La
tajante, directa manera de comunicarse con nosotros;
es un común determinado en ellos. Son de otra pasta,
¿a qué si? Es un privilegio conocer a este tipo de
personas pues se nos van, esa es la verdad, amigo.
Por eso no debemos cejar en perseguir al olvido, de
acarralarlo y limitar al máximo; ya que de ello
depende, aunque los obtusos no lo vean, nuestra
propia supervivencia.
Un fuerte abrazo.
¡SIERRA Y LIBERTAD!
Benjamin Lajo.
Amigo Pedro me satisface que te hayas acordado de mí
al comunicarme el triste desenlace de Manuel. Aunque
natural pero por eso no deja de ser triste, envía
mis condolencias a su familia.
Este hecho te demuestra dos episodios que tengo
marcados, el primero y fundamental es intentar con
la ayuda de quien sea acabar con la división que ha
habido con los guerrilleros, me importa un bledo
donde se agrupen ni con quien, pero que sean ellos
quien lo decidan, pues es bastante triste que lo que
no consiguió el ASESINO DE FRANCO seamos nosotros
los que lo consigamos.
Un fuerte apretón de manos.
Tarin.
He pasado un par de días en Barcelona y al llegar me
veo esta mala noticia. Una putada haber perdido a El
Rubio y más ahora, que, por fin Franco y los suyos
han sido acusados de criminales.
Gracias, amigo, por mantenerme informado.
Compartamos, pues, el dolor de su pérdida.
Un abrazo, José A.
Amigo Pedro, por la buena amistad que llegasteis a
tener Manuel y tu recibe mi condolencia de que nos
haya dejado otro guerrillero antifranquista, que
descanse en paz, a nosotros nos queda seguir
reivindicando en su nombre y en el de todos los que
lucharon contra los insurrectos facinerosos y
FASCISTAS, la verdad de lo ocurrido en España y que
tanto interés ponen en tapar los del PP, auténticos
herederos políticos del sátrapa de Franco.
En la TV andaluza desvergonzadamente, cuando tratan
ahora los temas de la “Guerrilla antifranquista”
siguen haciéndolo utilizando la palabra Maquis como
hacían durante el franquismo y su tratamiento deja
mucho que desear. El cuarto poder está plagado de
revisionistas y si tuvieran que votar solos me temo
un resultado muy parecido al último realizado en
AUSTRIA con la subida de la extrema derecha. ¡¡Bastardos!!.
Amigo Pedro no quiero cansarte más, te envió el
archivo de la dirección de M. Jesús por si quieres
contactar con elle le dices que yo te la he dado.
¡Viva la Gavilla Verde! un abrazo A. Saavedra.
Querido Pedro, ¿puedes hacer llegar mi condolencia a
la familia de El Rubio? Te lo agradecerá como
siempre Ricard Pérez Casado.
Es difícil transcribir al papel el sentimiento al
saber la muerte de “El Rubio”.
Rabia, sobretodo rabia, de que se nos vayan yendo
sin el reconocimiento que se merecen.
Pero siempre te queda el saber que, por tu parte y
por todos los amigos de La Gavilla, le ha llegado
ese reconocimiento, ese sentir que se le escuchaba,
que se le admiraba, que se le quería.
Da, por favor, el pésame de nuestra parte a su
familia, y tú, estate tranquilo, que se ha ido
feliz, estoy segura, y La Gavilla Verde ha tenido
mucho que ver con eso.
Un abrazo enorme.
María, Antonio y Lara.
Pere,
En nom de l'Institut per a la Memòria Hisstòrica, de
tot s i totes, ens unim a vosaltre en el dol i dolor
per la mort d'un home, un company, en la lluita
antifeixista i antifranquista (ho repetim per a
recalcar-ho més). Altre vegada, en nom de tots una
forta abraçad.
Barcelona, 17/10/08.
Tristany.
Animo. Paco Etxeberria.
El pasado martes 14 de octubre de 2008 nos dejó Don
Manuel Pablo Pérez Cubero, Militar / Rubio, quien
fuera jefe del 17 sector de la Agrupación
Guerrillera de Levante y Aragón -AGLA-.
Gran persona a quién tuve el gusto de conocer hace
un par de años, durante sus vacaciones en nuestra
comarca, dónde acudió movido por el interés del
libro que por aquel entonces estaba acabando de
perfilar mi padre José Calvo Segarra sobre "La
Pastora", Florencio Pla Meseguer y la AGLA.
Aprovecho para participar mis condolencias a sus
familiares.
Odette.
|
El 26 de septiembre de 2000 conocimos a Manuel Pérez
Cubero. Algunos pueden molestarse por iniciar mi pequeño homenaje a
Manuel hablando de divisiones, pero por ellas llegó nuestra amistad y
debemos ser fieles a la historia ¿No?. Nosotros no entendíamos que en
algunos espacios la convocatoria de unas jornadas sobre la guerrilla
antifranquista pudiera ser mal recibida, pero así había sido,
especialmente por aquellos que quieren elevarse en ser los únicos
representantes de este diezmado colectivo. Nosotros jamás lo hemos
pretendido. Se realizaron una serie de llamadas para que algunos
guerrilleros que habían recibido nuestra invitación no vinieran, bajo el
pretexto de que los fines que perseguía nuestra asociación no eran
políticamente correctos. En aquel entonces, nosotros no podíamos
entender que rescatar la memoria de nuestro pueblo y el de la guerrilla
antifranquista pudiera significar un conflicto que acabaría estallando
en el año 2005 y que en su mayor parte ahora está superado.
Manuel Pérez Cubero cogió su coche y desde Madrid,
sin avisar, se presentó en Santa Cruz de Moya y nos dijo: aquí tenéis a
un guerrillero para daros apoyo y ayudaros en lo que haga falta. Como
Manuel, al final, acudieron casi todos los guerrilleros a los que
habíamos invitado, pero él fue el primero.
“Cuando la organización de la Gavilla Verde
necesitó de nosotros para organizar las jornadas, pidió ayuda y
colaboración a los guerrilleros, y a través de Fernanda Romeu, fui
consultado y accedí; pues en estos casos es un deber de todos nosotros
estar dispuestos; así estuve colaborando con la Gavilla Verde durante
una semana para la preparación de dicho evento”. Manuel Pérez Cubero.
Carta al Alcalde de Santa Cruz de Moya. Madrid 28 de agosto de 2005.
Manuel consideraba que el monumento al guerrillero en
Santa Cruz de Moya era el único símbolo de unidad entre todos los
guerrilleros y puntos de apoyo:
“Es igual que una planta que uno siembra, con la
esperanza de ver o tener una flor o recoger un fruto que se ha plantado,
al cual has dedicado parte de tu esfuerzo y vida, cuando ves que ha
echado raíces, podrán venir vientos racheados, los cuales la
bambolearan, pero esta se erguirá nuevamente e ira tomando cada vez más
fuerza si la cuidas y tratas bien, pero si por el contrario, vas
rompiendo poco a poco la maceta, no la riegas; la raíz (la unidad) se
irá entristeciendo y al final morirá sin ver tus deseos cumplidos”.
(Ponencia presentada por Manuel en las IV Jornadas El Maquis en Santa
Cruz de Moya. 2004).
Así que lo alojamos en la posada y fue con el primer
guerrillero que trabé amistad personal que ha finalizado en el día de
hoy, 14 de octubre de 2008. En todos estos años nos hemos carteado,
visitado, recorrido algunos parajes y nos ha llegado a representar en
Las Cortes Españolas.
“Buenos días a todos los presentes en este acto;
La Gavilla Verde ha tenido a bien delegar en mi persona su
representación en este evento y les envía un caluroso saludo a todos los
participantes del mismo; con la esperanza que sea en su justo término
reconocidos todos aquellos que lucharon por restaurar la democracia en
nuestro país y derrocar a la dictadura franquista, así como superar el
pasado bajo el espíritu de la reconciliación nacional”. Discurso de
Manuel Pérez Cubero el 1 de diciembre de 2001 en el homenaje a las
víctimas del franquismo en Las Cortes Españolas.
«Rubio» era un hombre de carácter, algunos dirán
que quisquilloso, otros que tozudo, era ambas cosas a la vez, era un
profundo luchador que entregó todos los días de su vida a sus ideales y
dispuesto a discutir por una coma. Para los que quieran conocer su
biografía guerrillera podemos aconsejarles la lectura del capítulo “La
audacia y temeridad de «Rubio», en Maquis: el puño que golpeó al
franquismo, la lectura de La Agrupación Guerrillera de Levante. Más allá
de la Utopía de Fernanda Romeu, Los Guerrilleros de Levante y Aragón de
Salvador Fernández Cava y las obras de Mercedes Yusta. Como breve
resumen decir que la Familia Pérez Cubero realiza funciones de enlace y
forma parte de los comités de resistencia en la entrada de los cuarenta.
Durante su servicio militar logra hacerse con la amistad y complicidad
de José Miguel Celorrio Romano, con el que creó una red que proveía a la
guerrilla de información sobre los movimientos de tropas del ejército y
de la guardia civil. Tras las caídas de Manzanera se incorpora a la
guerrilla a inicios de 1946. A finales de 1947 es nombrado como jefe del
1er batallón del 17º sector del AGLA. Más tarde sería el último
responsable del 17º Sector. Cabe apuntar que forma parte de la
delegación enviada por la Agrupación a Francia en 1949 y se libra por
unos días de la caída de Cerro Moreno, al tener que demorarse su grupo
por los obstáculos que encontraron a su vuelta de la citada reunión.
Manuel, tendría un grave accidente a en 1952, así y todo, pudo
incorporarse a la última marcha de la Agrupación que comandada por José
Manuel Montorio «Chaval», lograrían llegar a Francia y significaría la
desaparición de la AGLA. El exilio lo llevó a Checoslovaquia y de allí a
Cuba. Volvería a España tras la muerte del dictador, primero a Barcelona
y finalmente se establecería en Algete, Madrid, donde ha muerto.
Durante aquellos días del año 2000, Manuel se
convirtió en un miembro más de la organización de las jornadas. Colaboró
con Alicia en atender a los medios de comunicación, en los montajes de
los escenarios, en la recepción de los ponentes e invitados, se escapaba
con una cámara de fotos colgada al cuello y se hacía pasar por turista
para saber que pensaban los vecinos de lo que estábamos organizando.
Recuerdo que ese primer día, nos fuimos a comer a la
posada. El comedor estaba vacío e hicimos el amago de sentarnos en la
misma silla. Finalmente él se sentó en el lugar escogido por ambos y me
preguntó ¿sabes tú por qué quería sentarme aquí? Mi espalda está
cubierta y desde aquí domino las dos puertas que dan acceso al comedor.
La clandestinidad deja esos posos, uno debe estar siempre vigilante y
cuando tantos años te has pasado huyendo de la policía, no pierdes la
costumbre. Igual que cuando aprendes a montar en bicicleta, que nunca se
olvida.
Manuel estaba constantemente en alerta, cuando nos
llegaba un escrito me regañaba. Es que hay que saber leer entre líneas.
Así fuimos construyendo una amistad ahora rota no por la voluntad de
ninguno de nosotros. La vida nos va dejando sin amigos, más cuando
tantos tenemos que no nacieron ayer pasado, sino que llevan muchas
luchas en sus espaladas.
Manuel estaba escribiendo sus memorias. Un día me
atreví a pedirle que me dejara ayudarle, pues sufría físicamente y debía
abandonar su trabajo durante meses, para retomarlo y sus memorias
avanzaban con lentitud. Nadie ha contado lo que quiero contar. Manuel
fue el primero en darnos algunas pistas para conocer muchas de las cosas
que hoy damos por sabidas, pero que en aquellos momentos ignorábamos.
El nos introdujo en la vida cotidiana de la
Agrupación Guerrillera de Levante y Aragón y recuerdo como se emocionaba
al hablar de su madre. En las siguientes líneas, reconocemos su homenaje
a Asunción Cubero:
“La vida que he llevado y compartido en la lucha
junto a mis semejantes, me ha hecho comprender como hombre, que lo más
fiel a una causa, entre el ser humano, es la mujer convencida de sus
ideas. Y sin embargo todo el mundo escurre el bulto a la hora de
reconocer esta gran realidad manifestada en todo el proceso de la
posguerra, sorteando todos cuantos escollos se encontraban en la vida
para sacar adelante la prole. En la clandestinidad afrontando todos
cuantos peligros acechaban en la vida; la cárcel de ella y su familia.
En las que gracias a ese tesón que las caracteriza han sido el sustento
de las guerrillas; muchas paginas de leyenda e historia se podrían
escribir de estas familias que de una manera honesta y sencilla se
enfrentaban a todos los riesgos que supone la lucha, en aras de la
libertad; muchas dieron su vida por esta causa, han perdido sus hijos ó
maridos”.
Son muchas las anécdotas que podría contar, su estado
de salud no le permitía participar en los actos que se han ido
celebrando en toda España en reconocimiento de los guerrilleros
antifranquistas, tampoco le gustaba figurar en exceso, pero para La
Gavilla Verde ha dejado este mundo uno de los nuestros. Y quiero cerrar
este escrito con sus palabras, pues ellos fueron los protagonistas y a
nosotros solo nos corresponde el papel de ser transmisores de aquellas
historias, los hombres y las mujeres mueren, pero deben recordarse sus
hechos, más cuando entregaron su vida a los demás.
“Voy a explicaros una situación que servirá de
ejemplo al olvido que hemos sufrido: Una vez en la parada del tranvía
había una cola de personas esperando y un señor mira el reloj y acto
seguido al cielo, así una y otra vez, hasta que se acerca la señora y le
pregunta ¿Por qué cada vez que usted mira el reloj, mira al cielo? Y le
respondió el hombre, mire señora en el tiempo que llevamos aquí, el
Sputnik ya ha dado tres vueltas a la Tierra y aún no ha llegado el
tranvía.
Pues bien, más de 25 años ó una generación
llevamos de Democracia y al parecer no se han enterado que existimos, ni
que en el pasado fuimos parte protagonista de la historia, y parece que
no paso nada ni hicimos nada; y mientras, nuestros elegidos en el
Parlamento actúan como se actuó en el pasado, sin unidad de criterios,
cuando uno dice sí el otro dice no, típico de la idiosincrasia española
de no llegar acuerdos en aras de un objetivo común; y nos vemos como
siempre relegados como si no fuésemos parte viva de la historia de lucha
antifranquista”. Manuel Pérez Cubero «Rubio» Madrid 30 de Septiembre
de 2003.
Siempre a vuestro lado.
Sierra y Libertad.
Pedro Peinado Gil.
Presidente de La Gavilla Verde.
Mateo Martínez «Mateo».
Joaquín Ventas Cinta «Chaquetalarga».
En el más absoluto anonimato y sin que los medios de
comunicación se hicieran eco, falleció el 27 de Diciembre de 2007, tan
solo unos meses atrás en el tiempo.
La Gavilla Verde cursó una invitación hace unas pocas
semanas para contar con él en las jornadas “El Maquis en Santa Cruz de
Moya” de octubre de este año. Una respuesta por correo electrónico de
una de sus hijas nos revelaba el fatal desenlace.
Joaquín Ventas Cinta fue un destacado guerrillero en
la Agrupación Guerrillera de Extremadura-Centro. Alta en la agrupación
en Marzo del año 1941, ocupó la jefatura de la 13ª División.
En Agosto de 1947, junto con Víctor Roque
“Miguelete”, pasó la frontera francesa donde el exilio le acompañó hasta
su muerte.
“El prestigio de un hombre reside a menudo en su
misterio”…. Manolita Lahaye [hija de “Chaquetalarga”].
La Gavilla Verde.
Eduardo Pons Prades.
Conocí a Eduardo en Valencia, en unas jornadas sobre la guerrilla
antifranquista, allá por el año 1999. Él era uno de los ponentes y yo,
en aquellas fechas, andaba recogiendo información para escribir el guión
de “Silencio roto”. En cuanto nos presentaron, comenzó a hablar de cine
con tal conocimiento del medio que me dejó asombrado. Enseguida me
confesó que, tiempo atrás, había ejercido como crítico cinematográfico y
que también había escrito algunos guiones documentales. Durante los dos
días que duraron las jornadas, Eduardo no dejó de sorprenderme por la
gran capacidad crítica y dialéctica que mostraba ante cualquier tema.
A partir de aquel encuentro, surgió una amistad que,
no sólo se mantuvo con el tiempo, sino que
se fue consolidando a través de esporádicos encuentros, de su valiosa
participación en nuestro documental “La guerrilla de la memoria” y,
sobre todo, por medio de una correspondencia epistolar que recuerdo con
especial cariño. Sus apasionadas cartas –escritas a mano– llegaban
puntualmente, casi mes a mes, a nuestra productora. En ellas, con su
inconfundible letra llena de calor y de energía, nos proponía temas para
nuevas películas, comentaba artículos y libros de reciente publicación o
intercambiábamos opiniones sobre cine, literatura o política. En una de
ellas, incluso hablaba de los ovnis y de su posicionamiento ante el
tema.
Así era Eduardo, un hombre abierto al conocimiento de
cualquier disciplina, dispuesto siempre a conversar, a aprender, pero
sobre todo, a enseñar. Porque sabía que la ignorancia es el germen de la
opresión y que el conocimiento es la base del progreso humano y social.
Y él fue un luchador infatigable de la justicia, un guardián permanente
de la libertad. Lo dejó escrito en uno de sus múltiples trabajos: “Las
guerras van cambiando de nombre, pero la causa de la libertad es siempre
la misma”. Una causa que nunca abandonó a pesar de las guerras que
perdió.
Siempre admiré su vitalidad, su coherencia y su
enorme generosidad. Una generosidad que le llevó a afirmar que “se me
olvidan las cosas que me han hecho personalmente, pero recuerdo todo el
daño que le han hecho a mi pueblo”. Así era el Eduardo que yo conocí.
Así es el Eduardo que ahora nos deja este libro sobre Picasso, un hombre
persistente, indestructible, como si con su trabajo quisiera
recordarnos, como decía su admirado Hernández, que todavía “tenemos que
hablar de muchas cosas, compañero del alma, compañero”.
Montxo Armendariz.
José Moreno Salazar «Quincallero».
Allá por el año 87 del siglo pasado, y estando en una terraza de un bar de
una plaza de Bujalance [Córdoba], pueblo cercano al del origen de mi
familia, me llamó la atención un escaparate pequeño, con pocos artículos
expuestos, pero destacando un atril en el centro, en el cual reposaba un
libro, un único libro en lo que se suponía una librería de pueblo. Me
levanté, me acerqué y el libro en cuestión era: “Córdoba en la posguerra
– la represión y la guerrilla” de Fco. Moreno Gómez, en lo que era su
primera aportación al estudio del fenómeno guerrillero. Tras comprarlo,
se convirtió en el detonante de la afición que tengo sobre el
conocimiento del maquis, y que ha hecho que desde entonces esté
implicado en su estudio y difusión.
No era casual que el propietario del establecimiento
situase en lugar privilegiado el libro en cuestión. En sus paginas
hablaba de su pueblo, un pueblo orgulloso y combativo, del cual surgió
un grupo guerrillero aglutinado en torno a tres hermanos libertarios
[Francisco, Juan y Sebastián Rodríguez Muñoz], mas otros miembros
echados al monte junto a ellos y los cuales se denominaron “Los
Jubiles”, aunque en Bujalance, y gracias al acento característico
andaluz de esa zona, se les conoce como “Los Juiles”.
Ya en esa época Fco. Moreno citaba en su libro las
memorias de José Moreno Salazar “Quincallero”, miembro del grupo de los
Jubiles y único superviviente del cerco sometido a sus integrantes en el
cortijo “Mojapies” en enero del 44. Dichas memorias fueron publicadas
por la editorial Silente en el año 2004 gracias a Victoriano Camas con
el título: “El guerrillero que no pudo bailar – resistencia anarquista
en la posguerra andaluza”.
José Moreno entra dentro del circulo de los Jubiles como enlace en 1939,
sirviendo de intermediario con sus familias, así como de proveedor de
alimentos y elementos necesarios de los guerrilleros con el dinero que
estos le proporcionaban. «A partir de ese momento, no recuerdo la fecha
exacta, nunca pierdo contacto con ellos. Conocen mis rutas habituales de
salida y entrada al pueblo y, aunque pasan temporadas sin aparecer,
siempre dan conmigo. Durante las siguientes semanas, los perseguidos
aumentan: unos se reúnen de modo casual en el campo; a otros, los de
fiar, les pongo en contacto con el grupo de los hermanos Rodríguez.» “El
guerrillero....” pág.54.
El contacto con los Jubiles le ocasiona la detención
junto a su hermano y su madre, no librándose ninguno de las torturas y
la cárcel. Una vez libre y en la calle, vuelve a tomar el contacto con
el grupo, pero antes de que le vuelvan a detener, huye al monte en busca
del grupo. «Vemos clara la única salida: unirnos cuanto antes al grupo
de los Jubiles» “El guerrillero....” pág.66.
Resiste junto a ellos hasta el fatídico día del 6 de
enero de 1944 donde José Moreno sale vivo de entre los escombros, en lo
que quedó convertido el cortijo donde se reunían, después de las bombas
arrojadas por la guardia civil. “El Abisinio” un infiltrado de la
guardia civil hizo bien su trabajo.
Trasladado a la cárcel de Córdoba, es torturado, pero
solo pueden sacarle datos conocidos por ellos, que a esas alturas ya no
tienen relevancia. Mezclado entre un grupo de albañiles que salían de
hacer unos trabajos en el interior de la cárcel, escapa por la puerta,
sin que los vigilantes lo adviertan, salvándose del mas que probable
fusilamiento.
Antonio Pérez Sánchez es el falso nuevo nombre que
José Moreno adquiere para ocultar su pasado, trabajando como agente de
seguros en un pueblo de Cuenca, pasa inadvertido año tras año hasta que
puede recobrar su verdadera identidad.
Asiduo compareciente de cuantos actos sobre la
recuperación de la memoria guerrillera y de homenaje a sus compañeros
luchadores y a el mismo, ha estado varias veces en las jornadas de Santa
Cruz de Moya y en el día del guerrillero.
José Moreno Salazar falleció en Alcázar de San Juan
el día 1 de Septiembre a la edad de 83 años. Guerrillero por la libertad
hasta su muerte.
Juanbe
¡Sierra y Libertad!.
Sixto Agudo.
Ha muerto Sixto Agudo. Recuerdo el día que nos llamó. Quería venir a
vuestras jornadas. Para nosotros que Sixto nos llamara no fue una
anécdota. Se había iniciado una campaña de descrédito tras el éxito de
nuestras primeras jornadas El Maquis en Santa Cruz de Moya.
Se quería dar a entender que trabajábamos alejados
del rigor histórico, de la dignificación de las víctimas, de la lucha
por el reconocimiento de los guerrilleros y un sinfín de galimatías
dialécticos conducentes a la nada.
Que Sixto nos localizara y solicitara tomar la
palabra, fue para nosotros un acto de reconocimiento. No estábamos
haciendo nada terrible, queríamos rescatar la memoria de nuestros
pueblos, de nuestros montes, de la patria que algunos quieren para ellos
solos.
La llamada se produjo faltando dos semanas apenas
para la inauguración de las II Jornadas y teníamos un programa muy
apretado. Estaban publicados los programas, confirmadas las presencias y
no teníamos más oportunidad que ofrecerle una intervención corta. Algo
imposible tratándose de Sixto. El insistió en venir a conocernos y quién
le dice que no a un Comandante del Ejército Republicano que nunca se dio
por vencido. Ese fue el inicio de su compromiso con La Gavilla Verde a
la que siempre comprendió y defendió. Y pese a nuestras distancias
ideológicas, fue fiel camarada y amigo.
Sixto nunca había dejado de luchar, se dirigía a
nosotros con el lenguaje de los viejos tiempos y eso nos hacía ser
cercanos. Él era memoria histórica viva. Nos ayudaba a comprender como
se organizaron durante la guerra, tras la derrota en los campos de
concentración, la lucha contra los alemanes y el nacimiento de la
resistencia antifranquista.
En las terceras jornadas, vino a hablarnos de sus
vivencias y de las etapas que había atravesado la resistencia
antifranquista vinculada al Partido Comunista de España en el que seguía
militando. Le pedimos un favor, que nos hablara de los hermanos
Tortajada, descendientes de Santa Cruz de Moya, comisarios del Ejército
Republicano, que buscaron refugio tras la guerra en las casas de sus
familiares para huir a Francia tras delatarse su presencia en la cuevas
de Carandolo, en Santa Cruz de Moya.
Sixto había coincidido con Pelayo Tortajada en una
reunión de jefes y comisarios del Ejército de Levante durante la guerra.
Volverían a verse en Argeles sur Mer. Pelayo fue elegido secretario
general del PCE de los campos de concentración y Sixto de las JSU, así
trabaron amistad. Volverían a verse en Marsella donde se reunieron con
Monzón y le encargaron a Sixto que elaborara un temario para la
preparación ideológica de los comunistas que habían de regresar a
España. Pelayo sería detenido en un pase a España y conducido a la
prisión de Ciudad Real, donde finalmente fue fusilado.
La relación de Sixto con Santa Cruz de Moya se
rememora desde la guerra civil y tuvo estas palabras para nosotros:
“Como final de mi intervención quiero mostrar un
ejemplo de cómo conseguir la unidad para recuperar la historia de la
resistencia y las guerrillas antifranquistas. Este ejemplo son las
jornadas organizadas por La Gavilla Verde de Santa Cruz de Moya, que han
permitido la reunión y el debate de los guerrilleros, periodistas,
profesores, historiadores, interesados en profundizar y esclarecer todo
lo que se relaciona con el tema. Espero que estas III Jornadas sean otro
paso importante para lograr los fines que todos perseguimos”.
In memoriam.
Pedro Peinado.
Fotografías de José María Azkarraga y Pedro
Peinado
Pedro Galindo.
EN MEMORIA DE PEDRO GALINDO
PEDRO GALINDO GUERRILLERO REPUBLICANO.
Después de una relevante actuación en el Maquis del
Gard al lado del héroe francés fusilado por Franco en 1946 Cristino
García, la suerte de Pedro Galindo Herrada fue desgraciadamente paralela
a la de su primo y cuñado Francisco Ros Herrada. Ambos eran hijos de
emigrados económicos de Mazarrón y juntos pasaron en septiembre de 1944
los Pirineos con la 21 Brigada de la Operación Reconquista de España
cargados con un arsenal de ilusiones, armas y propaganda de Unión
Nacional Española para reinstaurar la República. Fueron acogidos con
entusiasmo y anhelo en pueblos del Alto Aragón como Aguilaniu, Juseu,
Calasanz, Torreciudad y cayeron en Torre Peralta, término de Secastilla,
uno de sus puntos de apoyo en noviembre de 1944.
La Legación diplomática francesa se interesó por
ambos "maquis franceses" pero Galindo fue condenado a muerte acusado con
la típica retahila de "elemento peligrosísimo para la seguridad del
Estado, agente comunista al servicio de la URSS forjado en las escuelas
terroristas de Toulouse". El Consejo de Guerra (7/5/1945) lo consideró
culpable de un "delito" idéntico al de miles de ciudadanos fieles a la
República durante la Guerra Civil: rebelión militar.
Conoció diez distintas cárceles franquistas, ni tan
siquiera pudo asistir al sepelio de su padre en 1946 y salió de prisión
en abril 1951. Luego aún tuvo que hacer 18 meses de servicio militar.
Con su esposa Esperanza llegó hasta Portbou con un "salvaconducto
especial de fronteras", dio un rodeo a la aduana y accedió caminando a
tierras galas. Tuvo problemas de papeles durante meses y debió ocultarse
porque le amenazaban con devolverlo a España: era la Guerra Fría. En
Uzés (Gard) empezó a vivir, tuvo cuatro hijos y ha muerto siendo abuelo.
En el seno de diversas entidades y especialmente con
la AAGE-FFI del Gard-Lozère-Ardeche Galindo desarrolló una
extraordinaria labor para la recuperación de la memoria histórica,
contra el olvido, explicando el significado de la resistencia
antifranquista y manteniendo viva la reivindicación de la participación
española en la Resistencia francesa.
Y fue uno de los pioneros en erigir Santa Cruz de
Moya como capital rememorativa de la guerrilla antifascista en España
contra Franco y en Francia contra Hitler cuando en 1991 se levantó el
Monumento al Guerrillero Español y en 1999 cuando se celebraron las
primeras jornadas organizadas por la Gavilla Verde.
El Presidente Azaña escribió "Desgracia de vencidos
es cargar con su afrenta, padecer el sacrificio y, sobre eso, que les
nieguen la razón por arbitrio de la suerte contraria". Pedro Galindo
pertenece a esa anónima nómina de personas que, derrotada la República,
intentó restaurarla y sobrevivió para contarlo hasta que su asma se lo
permitió.
Ha muerto un republicano.
EPD.
Fernando Sánchez Agustí
RECUERDO DE PEDRO GALINDO.
Mi contacto con Pedro comenzó en 1999, concretamente
el tres de octubre. Por aquel entonces estaba totalmente sumergida en
una investigación que pretendía cubrir la actividad de los maquis por
una zona concreta de la provincia de Huesca: el Sobrarbe. Mi compañero
de trabajo, José Antonio Angulo, y yo llevábamos un tiempo contactando
con personas que hubiesen formado parte de esa historia y así fue como
localizamos a Pedro. No recuerdo quien nos dio su teléfono, pero
conseguimos hablar con él. Concertamos una entrevista, para el 3 de
octubre de 1999 pero yo, por diversas circunstancias no pude desplazarme
hasta Nimes (Francia) donde él vivía. Fue José Antonio y de aquella
entrevista trajo un material estupendo.
Pedro me llamó porque no habíamos podido conocernos
en persona y, a partir de entonces, comenzamos un intercambio de
llamadas bastante fluido. Finalmente pudimos encontrarnos. Fue en
Valencia, un año después de contactar por primera vez con él. Todo un
día juntos nos dio para hablar de muchas cosas y, principalmente, de
todo lo que él había luchado por tierras del Sobrarbe.
Recuerdo su especial acento hablando por teléfono. Un
perfecto español mezclado con el tono que había adquirido de pasar
tantos años en Francia. Recuerdo su pausada manera de hablar y la
intensidad con la que contaba aquella lucha por cambiar España.
Recuerdo, y nunca olvidaré, lo mucho que me ayudó y aportó en aquella
que fue mi primera investigación histórica.
Gracias Pedro Galindo.
IRENE ABAD.
INVESTIGADORA.
HA MUERTO PEDRO GALINDO HERRADA.
Ha muerto Pedro Galindo Herrada.
Ha muerto un luchador incansable contra la
desaparición de la memoria guerrillera. Luchó en el Gard contra la
invasión nazi y en el Pirineo contra la invasión nacionalista. Cayó
preso y luego buscó el exilio.
Conocimos, en Santa Cruz de Moya, a Pedro Galindo en
las primeras celebraciones del Día del Guerrillero Español. Fue un
enlace, junto con Ángel Álvarez, entre nuestro ayuntamiento y las
agrupaciones de viejos guerrilleros españoles en Francia.
Él ha sido nuestro mejor embajador en Francia,
alguien que conectó desde el primer momento con el trabajo de La Gavilla
Verde.
Gracias a él, la Sección del Gard-Lozere de la
Amicale des Anciens Guerrilleros Espagnols en France (FFI), de la que
era secretario general, estableció un marco de colaboración con La
Gavilla Verde, adhiriéndose al Proyecto Sierra y Libertad, bajo la
referencia al Monumento a los guerrilleros en Santa Cruz de Moya.
No conocí personalmente a Pedro Galindo. Nunca
realicé el viaje prometido al Gard, ni su estado físico le permitió
asistir a nuestras jornadas y volver a contemplar el Monumento Nacional
al Guerrillero Español.
Entre nosotros han quedado cuatro años de amistad, de
correspondencia postal y de entrañables conversaciones telefónicas y el
deseo común de un día estrecharnos en un fraternal abrazo. No va a poder
ser. Ni siquiera podré asistir al entierro de este guerrillero que
pronto abandonó su amada España.
Pese a su ausencia, ha sido un personaje clave, un
puente de diálogo entre las asociaciones de España y Francia, un
coordinador nato que no renunció a dejar enterrada la lucha de los
guerrilleros en el olvido.
Este verano, me decía que por fin iba a ver cumplido
su sueño y nos entusiasmó la idea de poderle ver de nuevo en Santa Cruz
de Moya, pero, como en años anteriores, el viaje se truncó en el último
momento y no pudo ver cumplido su sueño. "Mi sueño es estar con vosotros
en vuestro pueblo antes de mi muerte que está próxima, me había dicho
este verano".
Pedro Galindo, protagonista de la lucha armada
antifranquista, nos abandona y luchamos contra el desasosiego. Un
compañero, un amigo, un hermano... él, si que luchó por la llegada de la
democracia a España, no sabemos lo que harían los partidos, las
direcciones, los buró. Él tomó las armas y participó en la invasión del
Valle de Aran porque había que acabar como fuera con el franquismo.
Afirmaba: "ahora dicen que lo del Valle de Aran fue un fracaso y yo creo
lo contrario. ¿Si no hubiéramos hecho lo del Valle de Aran, quién se
acordaría de nosotros?".
¿Quién recordará a los que se convirtieron en la
primera oposición al franquismo, los que lucharon cuando el ruido de la
guerra no había cesado a pesar de haber concluido la hecatombe?.
¿Quién recordará a los que se levantaron en armas
contra el exterminio?.
No cejó en su labor y periódicamente recibía en mi
buzón boletines, manuscritos y notas:
"A través de estos documentos que te remito, pienso,
que nuestros testimonios directos ayudaran a hombres como vosotros para
que las atrocidades que nosotros hemos vivido no se reproduzcan jamás;
contamos con vosotros".
Siempre a tu lado.
Pedro Peinado.
Presidente de La Gavilla Verde.
Manuel Zapico.
Manuel Zapico Terente “Asturiano” nació el 10 de enero de 1926 en La
Fresnosa, Sama de Langreo (Asturias). Tras la guerra civil su padre,
militante de la CNT y excombatiente en Asturias, se sumó a la
resistencia francesa cayendo en manos de la Gestapo y desapareciendo en
1942. Tras esto, el joven Manuel fue criado por sus abuelos y a los
dieciséis años comenzó a trabajar en la mina, donde tomó contacto con
las guerrillas asturianas. Descubierto por la Policía, se trasladó hacia
El Bierzo en 1946. Pero una vez en El Bierzo se incorporó a la guerrilla
que dirigían Evaristo González Pérez “Rocesvinto” y Guillermo Morán
García.
Permanecería en aquel grupo hasta la primavera de 1949, cuando después
de dos caídas masivas en las aldeas de Chavaga y Villasinde regresó a El
Bierzo junto con Silverio Yebra Granja “Atravesado”, Pedro Juan Méndez
“Jalisco”, Augusto Diéguez Yáñez “Rubio”,
Silvestre García López “Chimeneas”, Roberto López
Rodríguez “Virnes” y Odilo Fernández Rodríguez “Blas”.
Mas tarde viajarían hacia La Cabrera para integrarse en
la guerrilla de Manuel Girón. Allí estaría hasta el
asesinato de éste en 1951. Tras esto, “Asturiano” junto
con “Jalisco”, “Atravesado” y Francisco Martínez López
“Quico”, emprenderían su huida hacia Francia, cuya
frontera atravesarían en septiembre de 1951. Tras
varias dificultades logró el asilo político en Francia,
donde empezaría a trabajar como albañil creando su
propia empresa. Casado con una ciudadana francesa,
vivió en Bourre, cerca de Montichard, Francia,
desplazándose a menudo a España, donde participó activamente en la
rehabilitación del movimiento guerrillero. Falleció en Paris el 28 de
agosto de 2004 tras una larga enfermedad.
Texto: Santiago Macias.
Asociación para
la Recuperación de la Memoria Histórica.
Fotografía: Archivo familiar..
Adolfo Pastor Jarque.
En Memoria de Adolfo Pastor Jarque.
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